martes, 27 de octubre de 2020

Setas y Paisajes de otoño.

Una vista delo Coto Bello donde abundan las setas en sus praderías y bosques.


La tradición de recoger setas nunca fue muy común en Asturias. De hecho, siempre existió una especie de tabú sobre utilizar las setas como fuente alimenticia. A muchos campesinos les aterrorizaban, y preferían pasar hambre antes que comerlas. Sin embargo, en otras regiones de España, como Cataluña o el país vasco, la recogida de setas era una tradición bien arraigada desde hacía siglos. Porqué en unas zonas si y en otras no tiene difícil explicación. Está claro que el conocimiento de las setas, las que son comestibles y las que no, no se adquiere de un día para otro y no es tan sencillo como parece a simple vista. Yo empecé a recoger alguna seta después de un viaje a Francia en mi juventud. Allí aprendí a identificar algunas y allí compré mi primer libro de setas. Desde entonces ha pasado ya mucho tiempo y las cosas han cambiado exponencialmente. Ahora mismo hay en Asturias decenas de Sociedades micológicas y algunos restaurantes, como el que tenemos aquí en Cuérigo, Cal Xabú, organizan sus jornadas de las setas que incluyen salidas al campo a recogerlas guiados por especialistas, conferencias, y luego una buena degustación de sus platos con setas. Eso fue la semana pasada. Yo suelo acompañarles, más que nada para hacer fotos y aprender algo con los especialistas que acompañan los grupos.



La Amanita de los cesares. El año pasado un principiante encontró toda esta cesta de Amanita caesarea. La llamada reina de las setas es difícil de encontrar, al menos aquí en Asturias. Yo nunca la había visto hasta ese día. Tiene un fuerte olor a yema de huevo y un sabor delicioso incluso cruda.


Identificar con claridad una seta comestible de otra potencialmente peligrosa no es cuestión nimia y todos los años unas cuantas decenas de personas mueren o se intoxican por comer la seta equivocada. Dependiendo de las condiciones climáticas, del lugar donde crece, de la exposición al sol o del momento en que se encuentre en su desarrollo, el aspecto de una seta puede variar significativamente. La identificación de una seta se hace por un montón de factores que a la gente común se le escapan con mucha facilidad: no solo influye el color o la forma (que es lo más visible) sino otros factores como el olor, la forma de las láminas, si tiene o no anillo, la forma del pie, incluido los dibujos de su superficie, los cambios de color de la carne al cortarla, si tiene o no volva, los cambios en la superficie del sombrero (que puede variar mucho de una seta joven a otra adulta), etc. Es también fundamental tener en cuenta el lugar (prado, bosque de castaños, roble, pino, haya, etc.) para tener una idea de la seta que podemos encontrar en cada ecosistema. Hay que tener en cuenta que algunas setas como los boletales, microrrizan con las raíces de ciertos árboles y es ahí donde debemos buscarlas. Dicho esto, mi consejo es que se aprenda a identificar una o dos setas de cada vez y que solo cojamos esa seta durante un tiempo hasta que podamos añadir una nueva especie. Hay unos pocos cientos de setas comestibles, pero decenas de miles de variedades de setas, así que no podemos ir cogiendo setas al azar esperando que sea una “buena”, Un buen libro de setas ayuda, pero a menudo las fotografías están hechas en un momento dado de la vida de la seta y las setas cambian mucho de aspecto según envejecen. Hay que leerse muy bien la descripción y comprobar paso a paso con la seta en la mano si la descripción encaja con esa seta específica. Y ante la más mínima duda consultar con un especialista o desecharla. La mayor parte de las muertes por setas venenosas en España se producen por comer la Amanita phalloides o la Amanita pantherina, dos setas de muy fácil identificación por sus colores (verde y pardo verdosa con puntos blancos) y con todas las características de las peligrosas Amanitas. Parece imposible que se pueda cometer un error tan de bulto, pero así son las cosas.



Arboles de Otoño y la nieve en el Pico Torres, el más alto del concejo.

Las fotografías os traen unas vistas del paisaje de Aller donde recogimos setas: el Coto Bello, Santibañez de la Fuente y mi casería de la Corraina el Quentu. Los ejemplos de setas son tan solo un pequeño muestreo de las setas que crecen estos días por estos bosques y prados.


La lepiota procera o parasol es una seta muy fácil de identificar aunque no se deben coger ejemplares por debajo de los 10cm. de parasol ya que existen varias variedades muy similares y alguna de ellas es tóxica.



Flores de Centaurea nigra creciendo al lado de dos Lepiotas.





Lepista panaeoulus o seta pardina un excelente comestible. No confundir con otras lepistas muy similares pero tóxicas. 


La humilde Senderuela suele crecer en forma de corros en los prados. Es una seta fácil de identificar y excelente comestible. Se seca bien al aire y puede guardarse, una vez seca, durante un par de años.



Los Crocus florecen al mismo tiempo que crecen las setas con sus delicadas flores azules.



Boletus pinicola creciendo bajo un roble, toda una sorpresa.




Caballos pastando en el Coto Bello.




Bosque de Haya y Abedul.



La Amanita muscaria es una de las setas más bonitas y venenosas que se pueden contemplar.



Paisaje en el Coto Bello con bosques de acebos.


Setas creciendo en tronco de un árbol cubierto de musgo







En el Coto Bello abundan los bosques de haya y abedules. Al fondo Peña Mea.


Amanita virosa, otra seta muy peligrosa.




Abedules y Acebos.


Paisaje de bosques y prados en Santibañez de la Fuente.



Bosque de robles muy atractivos para toda la serie de Boletus.




Boletus eryothropus.



Casería en Santibañes de la Fuente. Al fondo el Puerto de Vegarada.



Boletus edulis, uno de los mejores boletales comestibles.



Seta leñosa de la familia de los Iononotus creciendo en un tronco. 



En los bosques de robles a menudo crecen los acebos en el sotobosque. Este año tiene una bayas magníficas.


lunes, 19 de octubre de 2020

Un nuevo parterre en la Barrosa.

El nuevo parterre entre la higuera  y un manzano.


El pasado otoño construí un parterre nuevo en el espacio que había dejado un membrillero que se cayó durante una nevada. Ya había un bordillo con varios arbustos y, justo en el lugar donde crecía el membrillo, un pequeño arce japonés, de los que voy germinando de semillas. Decidí añadir un espacio curvo de unos 12 metros en la parte más larga, aunque el fondo es de poco más de un metro y medio. En un extremo hay un manzano que queda integrado en una esquina del parterre y proporciona algo de sombra y, a un par de metros, una higuera. Intento que el parterre encaje de forma natural y conviva con los frutales sin problemas. La plantación va a ser principalmente de plantas Vivaces, algunos bulbos e hierbas ornamentales. La gama de color va a variar entre el amarillo y el azul/morado. También algo de rosa, de unas Floribundas que crecen en el bordillo anterior.



  • Aquí se ve el bordillo de arbustos. Una vez marcado el espacio, conviene quitar el tapiz de hierba antes de cavar la tierra para la plantación.



  • Todos los parterres en la Barrosa llevan un bordillo de piedras y argamasa separando del resto de la hierba. El bordillo evita que la hierba se introduzca entre las plantas y evita mucho trabajo posterior. Aquí se puede ver el pequeño arce y algunas de las plantas del borde ya plantado, en su mayoría arbustos recortados: Eleagno, Berberis. Laurel, Potinia, etc.


  • El parterre ya está preparado para la plantación. He añadido algo de matillo y la tierra está lista para recibir las primeras plantas. Estamos a inicios del otoño del año pasado.




  • Aquí se ven ya algunas plantas, principalmente algunas hierbas ornamentales, Iris, y otras plantas Vivaces que pasarán el invierno ya en el nuevo parterre.




  • Aspecto del parterre a inicios de la primavera. Han salido algunos tulipanes y los Iris también presentan buen aspecto. Ha florecido una Weigela y comienzan los primeros Polemonium de flor azul..










  • El parterre al inicio del verano. Florecen los Sisyrinchium Striatum, algunos Iris, Polemonium Yezoense,  Phlomis Russeliana y Penstemon





  • Según avanza el verano van floreciendo los Lupinos azules, la Dalia "Bishop of York",  los Gladiolos "Passos" y la Coreopsis "Little Sundial".




  • A mitad del verano se incorporan los Helenium "Rotgold Hybrids",  la Salvia "Amistad" y Salvia farinacea.







  • En Otoño florecen algunos Aster y las Salvias están en su mejor momento. También la coloración del Arces y las hojas nuevas de la Potinia añaden un buen punto de color. En general creo que la plantación ha funcionado bien, para ser el primer año. Quiero incorporar algunos bulbos más, principalmente Allium "Purple Sensation" y Tulipa "Purissima" para la primavera, y tal vez algún Aster más para el otoño. Me gustaría saber que opináis vosotros de esta plantación.  Veremos como se comporta el próximo año.