miércoles, 7 de junio de 2023

George Town, la perla colonial de Malasia, Patrimonio de la Humanidad.

 


Un rayo de sol se cuela en el patio de uno de los innumerables templos de la ciudad de George Town.


La ciudad de George Town, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2008 es uno de los mejores ejemplos de ciudad multicultural que quedan en el Sudeste Asiático, tanto por su casco histórico, conservado en gran parte, casi en perfecto estado, como por la armonía en la que conviven sus habitantes: chinos, indios, malayos además de un buen número de occidentales.

 


Edificios de dos plantas con grandes ventanales. Motos y tuk-tuks delante de las puertas.

La ciudad ocupa parte de una pequeña isla llamada Penang, próxima a la costa malaya. La isla ya era conocida por los chinos desde el siglo XV, bajo el nombre de la isla de la Nuez de betel, pero fueron los ingleses, tras llegar a un acuerdo con el sultán de Kedah, los que la ocuparon y fundaron una ciudad con el nombre de su rey George en 1771. La isla pasó a manos de la Compañía Británica de las Indias Orientales quien construyó el fuerte Cornwallis y un pequeño puerto franco para la exportación de especies y más tarde opio, su gran negocio. Pronto la pequeña ciudad atrajo un buen número de colonos chinos, indios  y europeos, a quienes se prometió la propiedad de la tierra que rescataran de la jungla. En 1832 la isla de Penang pasó a ser la capital de las Colonias del estrecho, que incluían además Singapur y Malaca y prosperó rápidamente gracias al comercio con China.

 


Edificio de uno de los muchos clanes chinos de la ciudad.


Los tejados de los templos son dignos de la mejor arquitectura china.


Muchas calles tienen soportales delante de las casas para
caminar sin mojarse.

Con el fin de integrar a los colonos recién llegados se promovió la asociación de éstos en clanes o kongsi, que tendrían una enorme importancia en el desarrollo de la ciudad. Los kongsi se convirtieron en auténticos centros sociales y espirituales y llegaron a tener un enorme poder y control del comercio y de la riqueza de la ciudad. En 1867 una revuelta de los kongsi hizo tambalearse el control de la ciudad por parte de la Compañía Británica que pasó a depender directamente de la corona. A finales del XIX la ciudad era una de las más ricas de Asia gracias al comercio del estaño. Decenas de chinos y europeos amasaron enormes fortunas y enriquecieron la ciudad con grandes mansiones, templos y otros edificios. La 1ª Guerra mundial apenas se hizo notar en la colonia pero durante la segunda fue ocupada por los japoneses que la gobernaron durante un tiempo con mano de hierro. Tras la guerra volvió durante unos pocos años a manos inglesas, pero poco después, en 1946, se disolvieron las colonias del estrecho y Penang se convirtió en un estado más de la Federación Malasia.

 

Después de la guerra la ciudad cayó en la decadencia, gracias a lo cual se conservó su extenso casco histórico casi sin tocar, y solo en las dos últimas décadas la ciudad parece haber comenzado a crecer de nuevo, en parte gracias al turismo o más bien a las grandes cantidades de petróleo y gas descubiertas en la costa de Sarawak (Borneo) que han hecho a Malasia como país dar un gran salto hacia adelante.

Pasé algo más de una semana visitando la ciudad y la isla. Es uno de esos lugares en los que te encuentras a gusto casi de inmediato. En un pequeño hotel, antigua casa colonial, el tiempo parece haberse detenido. La ciudad está llena de excelentes restaurantes y bares. Caminar por sus calles viendo el ajetreo diario es todo un espectáculo. Hay grandes mansiones convertidas en museos, decenas de templos y edificios de las kongsi de una gran belleza. Jardines y parques en los alrededores. Sin duda un lugar que merece la pena visitar con tiempo para vivir una historia no demasiado lejana. Espero que os gusten estas fotos.



Calle típica de la ciudad.


Mezquita Kapitan Keling, construida por comerciantes indios.






Algunas de las casa típicas han sido restauradas, pero son mayoría las que necesitarían una mano de pintura. 



Entrada a una asociación china.


Calle en Little India.



Templo hindú, Sri Mahamariamma, uno de los más conocidos.



Interior del templo.





Koo Kongsi, uno de los templos chinos sede de una de los clanes más poderosos de la ciudad es de una belleza excepcional por los materiales y la destreza de los artesanos.


Una de las salas interiores.


Detalle de las columnas y paredes cubiertas de relieves.






Típicas casas con las ventanas cubiertas por persianas de madera.


Viviendas y torre de una mezquita.


Quemadores de incienso frente a un templo chino.


Hay cientos de pequeños templos como este. Casi uno en cada calle.




Cerca de Fort Cornwallis están los edificios de la administración inglesa. Aquí la Iglesia anglicana de San Jorge.


Ayuntamiento de la ciudad, antiguo Palacio del Gobierno.


No podía faltar una torre del reloj, regalo de la reina Victoria.


Mezquita Dargha Sheriff.


Cerca de la parte marítima de la ciudad  clanes familiares construyeron casas flotantes en largos embarcaderos. Algunos de ellos se han restaurado y son un atractivo turístico.




Uno de los embarcaderos más visitados.




Una vista de la ciudad cercana al mar.



4 comentarios:

  1. Todo precioso, me encanta. Saludos.

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  2. Precioso reportaje y los templos de gran belleza decorativa, es increíble los adornos y colorido.
    Otro buen viaje Jose.
    Un gran abrazo y feliz fin de semana.

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    1. El colorido de los templos budistas y la destreza de sus artesanos es realmente notable.
      Un abrazo

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