lunes, 27 de junio de 2022

Finales de Junio en la Barrosa.


Lilium asiaticum "Red" en contraste con un Cornus controversa variegata. 

El mes de Junio ha sido un carrusel de subidas y bajadas de temperatura bastante inusual para el norte del país y las plantas se resienten y tratan de adaptarse lo mejor que pueden a unos cambios a los que no están acostumbradas. Junio es, por lo general, un mes relativamente lluvioso en la montaña asturiana, con temperaturas nocturnas bajas así que las plantas van floreciendo poco a poco sin grandes explosiones de color si exceptuamos arbustos y rosas. Sin embargo, las altas temperaturas de la ola de calor, que también sufrimos bastante en la zona alta de Asturias, causó una auténtica explosión de color y de floraciones anticipadas además de un enorme crecimiento de las plantas perennes. A la semana siguiente las temperaturas se desplomaron y lluvias torrenciales inundaron cada rincón del jardín y tumbaron por el suelo numerosas plantas que florecen en primavera, especialmente Nepetas, Delfinios y Rosas. Nada que no se pueda solucionar con una poda anticipada y un buen puñado de palos y cuerdas por todas partes. Llevamos varios días con temperaturas de 15/16 grados al mediodía. El verano antes de tiempo parece haberse ido a otro lugar y todo vuelve a ser normal, al menos lo normal para Asturias.

 


Delfinium y Sysirinchium striatum antes de las lluvias



                                                  Achillea millefolium y Dalia "Orange Pigmy"

A finales de la semana pasado, el sábado, abrí el jardín al público por primera vez, aprovechando una pequeña fiesta para celebrar la primavera, que organizaba la Asociación de vecinos del pueblo. Fue una experiencia muy interesante y totalmente novedosa en esta zona de Asturias. Para alguna gente del pueblo era la primera vez que visitaban un jardín privado y para la mayoría fue una sorpresa ver tantas plantas en flor y tantos árboles raros. También yo me sorprendí cuando aparecieron unos 30 ancianos de una Residencia vecina que se presentaron sin más con unos cuidadores y ocuparon todas las sillas y bancos de la casa. Para mí fue muy gratificante explicar a la gente los nombres y cuidados de algunas plantas que nunca antes habían visto. En general vivieron algo más de 100 personas durante las tres horas que abrí el jardín. Es una experiencia que espero repetir, tal vez en otoño durante al cambio de color de las hojas de los arces. Recomiendo a todo el mundo que tenga un jardín privado que haga lo mismo, ya que muchos lo agradecen y es una forma de extender el gusto por la jardinería y la naturaleza. Es una costumbre muy común en los países de habla inglesa y que tiene mucho éxito. Aquí os dejo unas fotos del jardín en estas dos últimas semanas de Junio.



Visitantes durante el "Dia de Puertas abiertas".


Nepetas, Penstemon y Coreopsis comienzan a florecer antes de la ola de calor.



Spiraea niponica y Nepeta "Walker´s Low".



Un mes después las Aguileñas siguen en flor. Siempre me asombra lo agradecidas que son cuando florecen a pleno sol. 


Aguileñas, Salvias y Rosas.


Macizo del Huerto. A la izquierda Oenethera fruticosa "Sonnen Wende".


Sysirinchium striatum y Polemonium yezoense.


Iris latifolia y Lilium Martagon (silvestres)


Rosa "Apricot nectar".




El nuevo circulo que hice este año con Heucheras y Carex "Evergold".



Antirrinum y Rosal rastrero.



Phlomis russelliana y Salvia nemorosa "Violet Queen"


Hemerocallis "Obsession in red" y Dianthus barbatus.



Dianthus, Sisyrinchium, Coreopsis y Delfinium.




Arbol pagoda japonés (Cornus controversa variegata)



El estanque ya se ha cubierto de nenúfares.



Hebes.


Penstemosn digitalis "Purple Passion" y Coreópsis grandiflora.





Coreópsis y Hemerocallis.



Coreópsis y Delfinium.


Rosa floribunda y Nepeta.


Spiraea y Deutzia sacbra.


Kniohophia uvaria.



Vista del jardín.


Euphorbia y Rosal "Red Drift".





martes, 21 de junio de 2022

La torre medieval de Soto se salva en el último minuto.

 


La torre medieval de Soto esta semana.

El año pasado escribía en este mismo blog una entrada sobre este conjunto medieval, el único que queda en el concejo de Aller, y de cómo la ruina y el derrumbe parecían inminentes, después de que las muchas negociaciones realizadas por la alcaldía y la administración durante los últimos años con los propietarios del castillo resultaran infructuosas. Esta vez, por fin, justo en el último minuto, las negociaciones parecen haber dado resultado y, al menos de momento, un exiguo presupuesto de 275 mil euros se propone salvar de la ruina esta joya del medioevo.

 


(foto del año anterior) https://labarrosagarden.blogspot.com/2021/07/pueblos-de-aller-soto-donde-la-historia.html

Lo cierto es que nadie parece saber con claridad si es que la propiedad ha pasado a ser pública o de cuáles fueron los acuerdos con los propietarios. Varios alcaldes después de que se iniciaran las primeras negociaciones, apenas hace dos semanas, la torre se cubrió de andamios y los obreros han sacado la estructura de su tumba de maleza. El presupuesto es tan exiguo, que parece que tan solo cubrirá una mínima reparación de los muros existentes y un pequeño anclaje de la cimentación de la torre que ha sido la culpable de que esta se viniera abajo un par de veces. También está pendiente una excavación arqueológica más amplia, ya que la única que se realizó en el lugar data de los años 90 y apenas se rastreó el subsuelo del derrumbe de la torre, donde se encontraron algunas monedas que van desde Fernando IV (1295 a 1359) a Carlos III. También se encontraron muestras de cerámica, cristal y restos óseos, algunos humanos, además de vigas quemadas y cimientos de diferentes épocas. La torre y la muralla defensiva pasó por diferentes etapas de reconstrucción y destrucción. En su momento, estaba a la orilla del río y parece que la cimentación no era muy estable, excepto en la parte en que se apoya en un promontorio rocoso, lo que dio lugar a sucesivos derrumbes, el último en pleno siglo XX.

 


Bodega en el interior de la casa derrumbada.



Una de las grandes puertas interiores.

La torre formó parte del sistema defensivo de entrada al reino de Asturias y se dice que de aquí salieron tropas asturianas para le reconquista. Parece que el primer propietario fue Pedro Díaz de Aller, hijo del conde de Oviedo, en el 1100 y, según algunas crónicas, aquí tuvo lugar el romance entre Alfonso VII y la hija de este conde, Doña Gontrodo. De ese romance nació Urraca la Asturiana, que más tarde se casó con Sancho rey de Navarra y terminó siendo reina de Asturias por orden de su padre. Si bien durante esos siglos oscuros, la leyenda y la realidad se entremezclan en la historia de este castillo, desde el siglo XIV la torre pasa a ser propiedad de la poderosa familia Bernaldo de Quirós, quienes son también propietarios de varias torres más en la zona de Quirós, Lena y Aller, entre ellas la de Mieres y la de Olloniego. Esa familia se especializó en el cobro de pontazgos y el control de las salidas hacia la meseta. Durante varios siglos fueron dueños de grandes extensiones de terreno en el centro de Asturias, con los que crearon varios mayorazgos y recibieron diferentes títulos nobiliarios, entre ellos el de marqués de Camposagrado.  Con las torres de Aller y Lena, Sebastián Bernaldo de Quirós el Viejo creó un mayorazgo a nombre de su sobrino Felipe Bernaldo de Quirós y Benavides y serán los descendientes de esta familia, los poseedores de esta torre y castillo hasta la desaparición del mayorazgo tras las leyes de Desamortización en el siglo XIX. Durante los siglos XIV y XV los Bernaldo de Quirós afianzaron las murallas que rodeaban la torre y  construyeron algunos edificios anexos, tal vez también parte de la vivienda en ruinas que aún queda en el interior y que sufrió numerosas reedificaciones y modificaciones a lo largo del tiempo. Entre 1888 y 1962 un descendiente de esta familia, conde de San Antolín del Sotillo, reconstruyó por última vez la torre mixta (cuadrada y curva en uno de sus lados). La torre se derrumbó al poco tiempo durante una tormenta, por fallos en la cimentación. En unas fotografías que realiza el fotógrafo catalán Arxiu Mas a principios de siglo, parte de la torre está derrumbada y cubierta ya de maleza. También desaparece o queda totalmente en ruinas, la antiquísima capilla de San Miguel que se encontraba dentro del patio del castillo y que él fotografió ese año. 

    A finales de los setenta, y con mi primera cámara fotográfica en ristre, recuerdo haber visitado la torre y hablado con dos ancianas que residían en el lugar, quienes me permitieron hacer fotos en el interior, pero los restos de la capilla estaban cubiertos de maleza y apenas se distinguían. Aquellas fotos en blanco y negro se perdieron en alguno de los muchos traslados de casa que hice a lo largo de los años, pero guardo una imagen borrosa de ellas, especialmente de los grandes corredores de tablones agujereados, los arcos de piedra de las puertas y un salón oscuro y tenebre. Este fin de semana me he colado en el interior de la torre y he fotografiado esos interiores derrumbados que guardaba en la memoria. En el fondo son casi iguales a los que yo recordaba. Quería compartirlos con vosotros. Tan solo espero que la torre aguante unos cuantos siglos más. ¡Me alegro tanto de que se haya salvado!


Entrada trasera al castillo.



 


Entrada al interior de la casa en la parte baja.



Interior del primer patio.



Aquí en el primer patio estaba la escalera que fotografió Arxiu Mas a principio de siglo y que comunicaba con la torre y varias estancias en forma de L a lo largo del patio.



Fotografías de Arxiu Mas de la citada escalera y uno de los corredores que yo fotografié también  de muchacho. 



Interior de uno de los corredores




Arcos medievales de varias puertas en los paredes de los dos pisos




Paredes exteriores donde se asentaba la vivienda y restos de otra torre redonda caída.


Otra parte de la vivienda y torre.



La casa se asienta sobre la parte de las murallas al lado del río. Tenía varios balcones y estrechas ventanas sobre el agua.



Los corredores en torno al primer patio están caídos.


Otra de las estancias interiores.







La torre posee 4 niveles y varias ventanas en cada uno. La parte derrumbada era redonda al contrario que la que queda en pie que es cuadrada.


Restos de la parte redonda de la torre.



Capilla y torre tal como la fotografió Arxiu Mas a principios del XX.






Restos de la capilla de San Miguel desaparecida.


Entrada al castillo y muro defensivo en la parte del pueblo.


Aquí se aprecian bien los restos de la parte redonda de la torre así como la puerta de entrada al primer nivel.








Salida al exterior del segundo patio de la casa.


Este balcón sin duda debió de ser muy posterior a las estrechas aspilleras en la muralla bajo el mismo.




El hórreo en el interior del castillo también está en restauración.


Una última vista de la torre y casa desde la base donde estaba el río, antes de construir la carretera nueva que pasa justo al lado del castillo.