martes, 25 de junio de 2024

Floraciones silvestres a finales de primavera en el Puerto de Vegarada.

 


Rocas cubiertas de Genista Hispánica. Al fondo Peña Mea.

Casi todos los años suelo subir al Puerto de Vegarada, antes del verano, para ver las floraciones de las plantas silvestres. Lo mejor es acercarse a finales de Mayo, justo antes de que suban el ganado a los pastos de primavera y las vacas y caballos se merienden en unos días las alfombras de flores que cubren las majadas en torno a las cabañas y los grandes valles de la “Marnegona” y el de “la Reina”, pero este año me ha sido imposible y, además, el frío y las lluvias en la zona alta de las montañas fue constante hasta hace apenas un par de semanas. Aún así ha merecido la pena y los espolones rocosos cerca del Infierno la Texera estaban cubiertos de orquídeas, globularias, centaureas, arenarias, etc, mientras los arbustos redondeados de Genista hispánica estaban a reventar de pequeñas flores amarillas. Aún no han florecido los Iris azules que cubren las pequeñas vaguadas entre las rocas, ni las Campánulas, Saxifragas,  Sempervivum o Sedum que florecerán dentro de un par de semanas. Quien no haya visto las floraciones de la montaña asturiana a inicios de verano se está perdiendo uno de los mejores espectáculos de la naturaleza que se pueden ver hoy en día.

 


Pequeña isla en un hueco entre las rocas con Orquídeas, Globularia (azul), Eirismum (amarillo) y Anémona.

Este año continué por la estrecha carretera hacia León, siguiendo el cauce del recién nacido río Curueño. Es asombroso el cambio de paisaje en apenas unos pocos metros. Aquí la belleza es más austera, pero no por eso deja de sorprender. Las montañas peladas de color azulado se cubren en estas fechas de blanco, amarillo y rosa. Son las floraciones de las Retamas, Ericas arbóreas y Brezos que van pespunteando el cauce del río entre peñascos blanquecinos. Justo en las orillas crecen también matas de Asphódelus, Trollius europeaus, Orquideas, Cardus, Ranúnculus, etc.

 


Mata de Helianthemum nummularium entre las rocas.

Hay ganado por todas partes. Enormes rebaños de vacas que rumian con destreza grandes cantidades de hierba fresca. El calor aún no aprieta y tampoco el enjambre de moscas e insectos que a menudo las atormentan a mitad de verano. Quien no haya cuidado vacas en su vida, será incapaz de ver el sosegado gozo con que estos animales te miran estos días de inicios de verano. Pocos animales se ven tan contentos como las vacas cuando pastan los primeros días de verano en las montañas de Asturias. La satisfacción y el regocijo les sale por los ojos y cuando rumian tumbadas al sol en una pradera soleada y con una ligera brisa, parecen haber alcanzado el nirvana o paraíso con el que sueñan todas las vacas del mundo.

 


En medio del trébol rosado (Trifolium pratense), unas Orquídeas (Orchis mascula)

Uno siempre desciende de la montaña con una sonrisa en la cara, feliz de haber estado en contacto con una naturaleza fresca y llena de vida, justo en el mejor momento, cuando los riscos se llenan de flores y los árboles lucen sus hojas renovadas y llenas. Os animo a acercaros a la montaña antes de que el calor del verano transforme el paisaje y las flores se marchiten dejando las semillas esparcidos por el suelo para una nueva vida.


Umbelíferas delante de una cabaña. Chaerophylum hirsutum?.



Mata de trébol rosado



Otra pequeña isla con Globularia y Orquídeas.


Acebos, Tejo y Genista hispánica.




Globularias escalando una roca.


Poligonatum en flor.


Globularias.





Matas de Sempervivum, Trifolium y herbáceas colonizando una roca.


Orchis mascula.


Arenaria montana.


Pinguícula grandiflora.


Centaurea montana.


Prados y cabañas en las Vegas de la Reina


Cardamine rapanifolia (rosa) y otra planta sin identificar (flor blanca)


Vacas pastando en el valle Puerta de Faro.


Ya en León. Rio Curueño recién nacido.


Trollium europeaus creciendo al lado del río.


Montañas en el valle del Curueño cubiertas de Erica arbórea y Retama sphaerocarpa.


Retama sphaerocarpa.


Asphodelus albus y Retama.



Flor del Asphodelus albus.


Creo que es Cardus carlinoides.


De vuelta en Asturias la niebla ya cubre las montañas y este Acebo aún tiene las bayas del otoño pasado.


Cabaña de la Casería de L´Acebal que pertenecía a mis abuelos y donde pasé algunos veranos de niño.

miércoles, 19 de junio de 2024

La Barrosa en el Día de Puertas Abiertas

 


Clemátides y Definios en la Barrosa

El pasado 16 y 17 de Junio el Jardín de la Barrosa abrió sus puertas por el tercer año consecutivo para cualquiera que deseara visitarlo y, como en las anteriores ocasiones, fue un placer recibir a decenas de personas de los pueblos de los alrededores, incluidos los ancianos de la Residencia de la Minería de Felechosa, que acudieron son sus cayados y sus pasos vacilantes por la empinada cuesta, y disfrutaron de lo lindo contemplando las plantas y sentándose al sol durante un rato. Les agradezco enormemente esta visita a ellos y a sus cuidadores, por tomarse el esfuerzo de venir hasta aquí y decir “que guapo está todo”.

 


Visita de los residentes de la residencia de Felechosa con sus cuidadores.


Este pequeño arriate junto a la casa siempre lo utilizo como modelo en mis explicaciones.

Este año tengo que reconocer que el jardín estaba en uno de sus mejores momentos, con la hierba resplandeciente y un buen número de plantas en flor, a pesar de que aún no han llegado las floraciones más importantes. Las lluvias de estos últimos días fueron muy importantes para mantener los arces relucientes y dar un subidón a las plantas perennes, muchas de las cuales empezarán a florecer en los próximos días. Esta vez me he tomado más en serio la parte didáctica y “casi militante” de la jardinería. Organizamos la gente en grupos de 10 a 20 personas, e hice un resumen “de andar por casa” de lo que es un jardín de “inspiración inglesa”, tanto en estructura como en diseño. Hablé un poco de la singularidad de los arces japoneses, de la distribución escalonada de las plantaciones en los arriates, de los diferentes árboles del jardín, de la importancia de los árboles y arbustos de color granate como puntos de atención, e incluso de la teoría del color en las flores de las plantas. A pesar de que muchos de los visitantes eran gente de cierta edad de los pueblos más cercanos y con pocos o ningún conocimientos de jardinería, me escuchaban con gran atención, -al menos esa fue mi impresión- e incluso hacían numerosas preguntas y se les veía que miraban las cosas con admiración y gusto. Esta vez las 100 plantas perennes que había preparado de semillas y esquejes  para su venta volaron en unas pocas horas. Si hubiera tenido otras cien más, seguro que se habrían vendido también. Este año fueron cayéndose por aquí alguna gente de Oviedo, Mieres e incluso Gijón con conocimientos sólidos e interés por la jardinería. En total creo que debieron pasar entre 400/450 personas entre la tarde del sábado y la mañana del domingo. Creo que son más que suficientes y, en algún momento del sábado estuve a punto de sentirme desbordado.

 


Arriate del huerto con Spiraea japonica "Goldflame" en primer término.

Esta costumbre tan inglesa de abrir las puertas de los jardines al menos una vez al año, aún no ha calado en este país y solo he oído de otro jardín en la costa que hace lo mismo, aunque puedo estar equivocado. Ciertamente la jardinería sigue siendo una actividad o hobby muy minoritario en España, y a pesar de que debe haber espectaculares jardines privados en este país –y los públicos han mejorado enormemente en estos últimos años- aún se valora  muy la jardinería. Siempre digo que hay pocas cosas más tristes  que ver las decenas de grandes casas y chalets asturianos, en cuyas fincas tan solo crecen un par de frutales y arbustos cuando no un olivo desangelado –ya que están tan de moda- y un seto de leylandies. Sin embargo me sorprendió mucho este año la serie de la BBC de “Jardines españoles” que presentaba Monty Don, donde mostraba varios jardines del norte de país, realmente espectaculares. Tal vez sea tan solo impresión mía pero ceo que la gente de los pueblos de los alrededores han empezado a tomarse muy en serio lo de mantener el entorno de sus casas, corraladas y patios limpio y lleno de flores. Esperemos que las cosas sigan así. Mi agradecimiento a todos los que se acercaron a mi jardín y disfrutaron de la visita este fin de semana. El próximo año será mejor.


Desconozco el nombre de esta Clemátide de floración primaveral.



Las dedaleras están llegando a su fin.


Kniphophia y Bergenias en torno al estanque.


Círculo de las Heucheras.




El estanque bordeado de Bergenias y Nandinas.


Caseta de aperos.


Mirando hacia la parte baja del jardín.




Rosales arbustivos en flor.


Algunos rosales arbustivos pueden soportar muchas horas de sombra.


Este circulo con traviesas de madera en torno de un cedro lo hice este año.




Pronto comenzarán a florecer los Plox de este arriate.




A muchos visitantes les encanta ver este extraño Cornus controversa variegata.


Mi mejor arce: Acer palmatum Umo yama. Su colorido tanto en primavera como en otoño es excepcional.


Vista del entorno de la Barrosa.


Deucia y Spiraea en flor.


Exterior del invernadero.


Floraciones de Sisyrinchium, Delfinium y Anchusa azurea.



Parterre del huerto con el invernadero de los tomates a un lado.


A muchos de los visitantes les encanta ver una haya ya que es la primera que ven con este color tan extraño.


Entre los nogales crecen varios arbustos de Hipericum.


Vista hacia la pumarada


Descansando tras la subida.