martes, 11 de junio de 2024

Viajes en el pasado: El Pantanal. Brasil 2007

 


Las cigüeñas de cuello negro (jaburu) son un ave emblemática del Pantanal. Llegan a medir 1.60 de altura.

Durante el largo viaje del 2007 a través de Brasil, pasé una semana en lo que ellos llaman “Gran Pantanal”, el mayor humedal del planeta. Para llegar hasta allí hice un extenuante viaje en autobús cruzando una buena parte del país, de este a oeste. El Pantanal se halla en el estado de Mato Grosso del Sul, en el borde con Bolivia y Paraguay, y su extensión equivale a la de varios países europeos. Llegué poco después de la estación de las lluvias, sin duda uno de los mejores momentos para visitarlo. En aquellos años todavía no se había popularizado tanto como ahora, ni había apenas información en Internet sobre la oferta turística, así que uno hacía las cosas a la antigua usanza. Llegabas al lugar más próximo, en este caso la ciudad de Cuiabá, y buscabas una agencia de viajes que ofertara estancias y tours por la zona y probablemente te juntabas a un variopinto grupo de turistas jóvenes de diferentes países. Así fue como pasé una semana en una “fazenda” bastante rústica haciendo paseos a pie o a caballo, excursiones en barca y largas tardes de pesca viendo la caída del sol al lado de un río. Fue una experiencia muy agradable y tranquila. Desgraciadamente en ese tiempo había perdido mi cámara de fotos “buena”, y tuve que comprar otra bastante pobre,  la cual destrozó la mayor parte de las fotos de animales y paisajes que vi en aquellos días. Una pena. Lo cierto es que jamás tendré de nuevo la oportunidad de fotografiar tantos animales, en ningún lugar del mundo, como en aquella semana en el Pantanal.

 


Atardecer a la orilla del río.


Los edificios de la fazenda en forma de palafitos.

Dicen que “El Pantanal” es el humedal de agua dulce más grande del mundo y comparte su extraordinaria riqueza biológica con tres países: Brasil, Bolivia y Paraguay en una superficie de 340.500 kilómetros cuadrados. Su prodigioso ecosistema sustenta una de las más altas concentraciones de vida silvestre de América Latina, tanto en flora como en fauna. Se pueden ver más de 600 especies de aves y un buen número de mamíferos, reptiles, insectos, peces, etc. Lo cierto es que vimos mucho de todo, incluyendo numerosos caimanes, capibaras, nutrias, osos hormigueros, ciervos y muchos otros bichos. También una infinidad de aves de extraordinarios colores, posadas sobre las ramas de los árboles, especialmente durante los viajes en barcas y a la orilla de los ríos. También pescamos numerosos peces incluyendo pirañas que comimos fritas y están muy buenas. Los paseos a caballo a lo largo de estrechos senderos por un bosque seco fueron muy relajantes. En aquella época todavía no tenía mucha afición a la flora, así que apenas hice fotos de árboles o plantas, pero si recuerdo las lagunas cubiertas de nenúfares, jacintos y otras plantas acuáticas, grandes árboles de flores amarillas o rojas y muchas otras plantas raras.

 


Esta capibara se ha convertido en la mascota de la fazenda


Saliendo con los caballos por el bosque cercano.

La hacienda se llenaba al atardecer de miles de pequeños guacamayos y otros pajaritos que venían a comer restos de fruta, verduras y arroz que dejábamos en unos cuencos para ellos. Un capibara se había convertido en la mascota de la fazenda y le encantaba tumbarse al sol en las toallas de los turistas. y que le hicieran caricias. Al anochecer nos entreteníamos pescando y tomando cerveza a la orilla del río. En estos últimos años el Pantanal, al igual que la selva del Amazonas, ha salido en la prensa por los enormes incendios y por los destrozos a su hábitat causado por la minería y la extensión de los cultivos y la ganadería. En Brasil los años no pasan en balde y la explotación de sus riquezas forestales, ganaderas  y mineras va siempre al compás de sus avatares políticos y de la avaricia de sus gobernantes y empresarios. Esperemos que al menos gran parte de esa riqueza biológica aún se mantenga para que las generaciones venideras puedan disfrutar de ella.

 





En un árbol al lado del río, un nido de la gran cigüeña de cuello negro.


Algún tipo de garza.


Los caimanes acechan en la orilla en busca de algo que comer.


Casi todos los días hacemos excursiones en barca por los ríos de los alrededores.


Carancho, un tipo de ave carroñera, parecida al buitre.


Pescando al atardecer.


La Garza real es un ave preciosa.


Capibaras al lado del río.


Mono aullador negro.


Caimán entre nenúfares.




Cigueña de cuello negro con su polluelo.


Uno de los muchos ríos de la zona.


Un precioso tucán en una rama.


Nuestro guía sujeta una cría de caimán durante una paseo nocturno.


Otro tipo de garza.



Gran parte del Pantanal son lagunas. Durante la época de lluvias el nivel del agua puede subir dos o tres metros.



Caminando en busca de cuevas de anacondas.


Yo en ese viaje.


Un armadillo cavando. Vimos varios tipos de osos hormigueros, ciervos y varios animales más pero las fotos son inservibles.


Nuestro guía muestra la flor de una palmera a una muchacha del grupo.


Jacinto de agua cubriendo la laguna.


Otro mono aullador en una rama.


La carretera transpantaneira discurre a menudo sobre puentes elevados de madera.


Nuestra capibara-mascota tomando el sol con unos muchachos del grupo.


El río cerca de la fazenda.


Las puestas de sol son magníficas cada tarde.

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