lunes, 26 de agosto de 2024

Contrastes de luz en la Barrosa a finales de Agosto.

 


Luz de la mañana y Rudbeckias.

Este verano ha sido uno de los más secos que recuerdo en la cordillera asturiana, con temperaturas muy altas, especialmente en lo que llevamos de Agosto, y apenas unas escasas gotas de lluvia durante estos dos últimos meses. Esto contrasta mucho con el tiempo real en la costa y centro de Asturias, donde ha llovido bastante más y las temperaturas han sido, casi de continuo, unos cinco grados más bajas. Esta diferencia climática dentro de un territorio relativamente pequeño es poco conocida por muchos asturianos y bastante menos para la gente que nos visita. Dicho de otro modo, mientras en las playas de la costa asturiana hubo niebla casi persistente durante gran parte del verano, en la cordillera los días estaban despejados y con temperaturas alrededor de los 30 grados o más. De alguna manera la climatología de esta zona cada vez se parece más a la de León o Castilla. Dicen que esto tiene mucho que ver con el cambio del régimen de vientos que cada vez vienen más del sur, poniendo freno a la humedad y las lluvias que vienen de la costa y por otra aumentando las horas de irradiación solar. No soy meteorólogo pero es algo que llevo observando durante los últimos años. El resultado es que durante meses  llueve mucho más en la costa y centro que en las montañas, que sin embargo es la zona más arbolada de la región. Es probable que muchos de estos bosques sufrirán las consecuencias en los próximos años, y eso sin hablar de los incendios.

 


La luz de la mañana incidiendo sobre los arces japoneses.

Lo cierto es que el jardín de la Barrosa ha sufrido bastante este verano,  hasta el punto de que esté replantándome modificar las plantaciones de algunas Vivaces y sustituirlas por otras más resilientes a la sequía, lo cual no es nada fácil, ya que muchas plantas de tipo mediterráneo no soportan tener las raíces encharcadas durante los largos meses de invierno y especialmente en terrenos arcillosos, como es el caso de la Barrosa. Encontrar plantas que no le hagan asco a la lluvia y a la humedad durante varios meses y luego soporten el calor tórrido del verano no es fácil. Esas plantas no existen todavía, o al menos yo no las conozco. Sea como sea el cambio climático nos llevará a replantearnos la jardinería en menos tiempo de lo que uno piensa y habrá que buscar soluciones. Dudo de que los preciosos arces japoneses de la Barrosa puedan superar un verano tórrido tras otro.

 


Echinaceas y Helenium



Nos acercamos al final del verano y el jardín muestra un aspecto cansado y agostado. Ahora es el mejor momento de sacar más provecho de la luz. Justo a final de mes, los rayos solares comienzan a inclinarse, especialmente en las primeras horas del día y al atardecer, y eso hace que la forma de ver el jardín sea muy diferente. Mientras las hojas comienzan a cambiar de color y las flores se deshidratan, la luz se hace más dorada  difuminando los contrastes y alterando los colores de las cosas. Lo que parece agostado y reseco a mediodía, resulta muy diferente al amanecer o al atardecer, donde un halo amarillento tiñe las hojas y las flores  y los contrastes de luz y sombras son menos marcados. Yo suelo entonces poner mi cámara en apertura máxima (22) y a una velocidad del obturador relativamente baja (en torno a los 40 - 60 o incluso menos) y disparar sin apenas componer la foto, ya que la luz cambia muy deprisa. Disparo a contraluz o con sombra intensa sin reparar mucho en ello. A veces las fotos resultan movidas o inservibles pero otras veces se consiguen fotos bastante sorprendentes. Sin duda es otra forma de ver las cosas. Espero que os gusten algunas de estas fotos.



Parterre junto a la casa.


Sedum "Autumn Joy" y Rudbeckia fulgida "Goldsturm".


Nuevo parterre.




Bajo el arce "Bloddgood" y Clorophytum comosum.


Salvia "Royal Bumble"


Pérgola




Cosmos y Nepetas.




Sedum, y Heliopsis scabra "Bleeding Hearts".


Circulo de las Heucheras.




Contrastes del sol de la mañana.


Macizo del Huerto con Vivaces americanas.


Aún quedan en flor algún Talictrum 


Dalias y manzanos.


El pueblo de Cuérigo desde la pomarada de la Barrosa.




Haya púrpura y luz de la mañana.


Tonos dorados de la luz de finales de Agosto.


Algún día deberé eliminar estas hortensias que no aguantan el calor. 


En el mirador Heliopsis scabra en maceta.


Sedum telephium "Purple emperor" y Coreopsis.


Claroscuros en el macizo central.


Macizos junto a la casa.



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