martes, 31 de mayo de 2016

Naturaleza y paisaje: " La Corraina`l Qentu", una "casería" en la montaña asturiana

 
 

La Corraina´l Qentu
Esta semana quiero hacer una entrada dedicada a la "casería asturiana" de montaña, por su importancia cultural, paisajística y medioambiental. Sin caserías Asturias sería un monte bajo continuo, o en muchos casos un zarzal interminable. Las caserías han modelado y humanizado el paisaje de estas montañas durante cientos de años, han permitido una gran variedad biológica: plantas y animales que de no mediar este campo, abierto y naturalizado, no existirían, y han sido el sustento de la población y de la cultura rural durante generaciones. Pero como ocurre en gran parte del país, hoy están en peligro de extinción debido a la despoblación rural y al abandono de la agricultura y de la ganadería. En esto concejo de Aller cientos de caserías han sido abandonadas, sus construcciones de piedras caídas, los prados cubiertos de maleza y matorral que avanza imparable tragando todo cuanto encuentra a su paso. Es una pena sin duda, pero todavía quedan muchas para aquellos que quieran disfrutar de este paisaje.
 

 

En términos generales la "casería de montaña" no incluye vivienda y hórreo como en los llanos, pero si un establo para el ganado, una cabaña muy simple, que se habita durante la temporada de la siega y secado de la hierba, y uno o varios prados para el ganado. Por lo general los límites están cerrados con pared seca de piedra o con "sebes" de madera o de arbustos que sirven de refugio a diferentes tipos de animales pequeños, especialmente aves y pequeños mamíferos.
 
Entrada para el ganado  y pared seca de piedra caliza.
"La Corraina´l Qentu" ha pertenecido a mi familia desde hace muchos años. Está formada por dos prados y un pequeño bosque de castaño con unas dos hectáreas de extensión total. Antiguamente una parte del terreno también se sembraba de "escanda", un cereal de secano muy antiguo, que ya se cultivaba en la época de los romanos. Alrededor de la construcción hay fresnos centenarios, cuya hoja comía el ganado en épocas de sequía, un tilo del cual se recolectaban las flores para tisanas y algunos cerezos, manzanos y avellanos. Actualmente alquilamos los prados para pasto.  El terreno es bastante inclinado, como en  muchas de estas caserías,  pero las vistas son magníficas como podéis ver. Os dejo algunos fotos de esta semana.
Fresnos y pared seca

 
 La cabaña rodeada de fresnos, tilos y  arizónicas recortadas
 
Vista de uno de los prados. Al fondo los pueblos de Santibañez  y Llanos.



Comunidades de plantas y flores. Al fondo el pico Torres de 2.100 metros de altura, todavía con nieve.


 Como veis también aquí llega mi afán por la jardinería, con algunos arbustos recortados.
 
 
 
Caballos pastando
 
Camino de entrada
 
 
 
Corzo sorprendido en una esquina del prado
 
 
Roble centenario
 

2 comentarios:

  1. Donde mis abuelos las se esfoyaban los freisnos alla por septiembre para alargar un poco el heno (la hierba seca) un año se cortaban las largas ramas y toda la familia los pelaba en casa y el año siguiente se subia al árbol porque las ramas no eran muy grandes... asi habia muchos fresnos en las lindes de fincas y regeiros...
    En el pueblo habia un solo tilo en el prado de un vecino del que todos los vecinos usaban... Para los de tu zona igual Cangas del narcea ya son gallegos (tipica broma) pero veo muchas similitudes.

    Precioso lugar, no me cuesta imaginar unas vacaciones de verano por esos praos, oyendo a los vieyus clabuñar las guadañas, el cantar de los carrus del pais...
    en fin que parece q tengo 30 años mas de los que tengo jajaja

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  2. Gracias por tus comentarios. Tienes los mismos recuerdos que yo y sabes apreciarlos en lo que valen.
    saludos

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