domingo, 26 de marzo de 2023

Jardín Botánico de Penang. Georgetown, Malasia.

 


Langur de anteojos comiendo las bayas del Ficus híspida en el Jardín botánico de Penang.

El jardín botánico de Penang es sin duda el más antiguo de Malasia. Situado en la isla del mismo nombre, a unos pocos kilómetros de la ciudad de Georgetown, fue fundado en 1884 como botánico auxiliar al de Singapur, el más importante del sudeste asiático, creado por Sir Stanford Raffles. Fue el superintendente de este jardín de Singapur el que buscó el lugar, una antigua cantera, y nombró el primer director, Charles Curtis,  quién además hizo los primeros diseños del jardín. Situado en un valle rodeado de montañas cubiertas de selva tropical y cruzado por un precioso río que desciende en cascadas desde lo alto, era el lugar ideal para probar nuevos cultivos, especialmente de árboles de especies como el clavo, la pimienta y la nuez moscada, y otros desconocidos y de interés comercial. Desde el principio Curtis se dedicó a crear un jardín donde lo experimental y la estética se combinaran. Creó caminos circulares a través de la selva, despejó las zonas más cercanas al río, construyó miradores y estanques e hizo plantaciones de árboles de ornamentales que trajo de toda Asia. Construyó asimismo viveros de  plantas que tuvieran interés comercial y ornamental. Bajo el mandato de Curtis el jardín botánico de Penang se convirtió en uno de los mejores de Asia.

 


Jardín de plantas acuáticas.




Tras la muerte de Curtis, gran parte de su obra se abandonó y los jardines se deterioraron rápidamente. Muchos de sus archivos y obras de investigación se trasladaron al Botánico de Singapur donde aún se guardan. El jardín cayó en absoluto abandono durante la ocupación japonesa, quienes construyeron túneles y depósitos de armas en los terrenos del botánico. Después de la guerra, se reiniciaron obras de desbroce y de recuperación y el jardín fue recobrando parte de su antiguo esplendor. Tras la independencia de Malasia en 1957, el jardín pasó a depender de la municipalidad de Georgetown. Hoy en día, más que un jardín botánico es un parque de recreo que sirve de pulmón a la vecina ciudad, la cual ha crecido de forma exponencial en los últimos años y ya ronda los dos millones de habitantes.

 


Jardín ingles. Dos árboles de Plumeria rubra.


Bahuinia bidentata.




Quizás lo más interesante del jardín sea el diseño general, en forma de anfiteatro, rodeado de selva casi virgen, los grandes árboles que aún permanecen de la época de Curtis, las zonas abiertas en torno al río y la numerosa fauna salvaje que aún se puede contemplar. Tuve la mala suerte de visitarlo un domingo en que estaban cerrados la mayor parte de los invernaderos, algunos de los cuales parecían semiabandonados. Había también mucha gente que se tomaba un día de descanso y decenas de niños jugando entre los árboles. El jardín tiene unas 30 hectáreas y gran parte de esta extensión son zonas de selva húmeda y lluviosa. Es común ver grupos de macacos y también tuve la suerte de ver los menos comunes “langures de anteojos” comiendo fruta en unos árboles. Sorprenden su avenida de grandes árboles “bala de cañón” (Couroupita guianensis), con sus enormes y extrañas flores que salen de las ramas del tronco. No estaban en flor ninguno de los grandes árboles ornamentales como la Lagerstroemia o la Tabebuia rosea, pero aún así creo que merece la pena una visita. El jardín necesita algo más de mantenimiento. Había zonas bastante abandonadas como su jardín chino o la parte dedicada los bambúes, pero en general es un jardín para pasar el día y caminar a la sombra de los grandes árboles y relajarse a la orilla del río. Aquí os dejo unas fotos del jardín.



El jardín ingles es la parte más ornamental del botánico.


Congea tomentosa, también llamada "lluvia de orquídeas", una planta trepadora.




Bauhinia tomentosa, una trepadora espectacular.


Vivero de plantas en el botánico de Penang.




Esos árboles de hoja variegada son comunes en la jardinería de Asia pero no he logrado identificarlos.


Tabebuia rosea y Plumeria rubra.



Jardín chino.


Bambúes.


Tabebuias.




Amherstia nobilis, también llamada Orgullo de Birmania, un árbol muy raro que casi ha desaparecido en su ambiente natural.


Gigantesco tronco de Swietenia mahogani, árbol de la caoba, probablemente plantado por Curtis.


Grandes árboles de Lagerstroemia speciosa, uno de los árboles ornamentales más hermosos que existen.






Aspecto selvático del jardín cerca del río.



Dos langures de anteojos se afanan comiendo frutas del Ficus hispida.





Preciosa flor de la Brownea ariza, un árbol de la familia de las Fabáceas.




Calliandra haemathocephala, una flor muy llamativa


Avenida de los árboles Bala de cañón (Couroupita guinaensis)


Las flores de estos árboles salen de ramas en torno al tronco pero no de la copa.


Las flores de gran tamaño desprenden un aroma dulzón muy penetrante.


Tras la floración salen estos grandes frutos parecidos a balas de cañón, de ahí el nombre. No son comestibles.


Un gran lagarto paseando por el césped (Varanus salvator). Pueden llegar a medir los 3 metros.

4 comentarios:

  1. Un precioso jardín, que me encantaría visitar. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Teresa. Sin duda es un jardín interesante para ver la importancia de los jardines botánicos hace más de cien años, cuando fueron creados.
      Un saludo

      Eliminar
  2. Sí que es un jardín muy interesante para visitar y pasar el día. Debe ser preciosa esa conjunción de jardín y selva a su alrededor, aportando una singular y atractiva belleza.
    En invierno te das buenos viajes, amigo y eso está bien, escapas de la rutina y dejas atrás los días de frío.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Juan. Es interesante ver la función de los jardines botánicos cuando se empezaron a crear por todo el mundo en el XIX. El invierno es un buen momento para viajar a países cálidos. Además no hay nada que hacer en la Barrosa así que aprovecho el momento.
      Un abrazo.

      Eliminar