domingo, 2 de abril de 2023

Inicio de primavera en la Barrosa.

 


El círculo de las Heucheras que construí el año anterior.

Hacía tiempo que no ponía una entrada sobre el jardín de la Barrosa. Lo cierto es que en invierno hay pocas cosas que contar y además, estuve fuera un par de meses. Creo que lo mejor es hacer caso de los programas de jardinería de la BBC, que comienzan su temporada a finales de marzo, que es cuando algo comienza a moverse algo en el jardín. La primavera es sin duda la etapa más importante para los que cuidamos jardines, no solo para contemplar fascinados la magia del crecimiento de las plantas que surgen de la tierra, como si fuera un milagro, sino porque es el momento para decidir lo que va a florecer en el jardín durante el resto del año. Es sin duda el momento clave para trasladar plantas, plantar cosas nuevas, incluyendo los bulbos de verano, o modificar por completo los parterres. En tres semanas los cambios tienen que estar hechos, luego ya es demasiado tarde. La primavera avanza tan deprisa, que si te retrasas, el calor se te echa encima y las plantas ya no enraízan como deberían, ni tendrán tiempo a florecer en el momento adecuado.

 


Magnolio solangena y Prunus pisardi en plena floración.



Evonimus fortunei , Tulipanes y Sedum palmieri.

En la Barrosa, el invierno ha sido bastante seco y muy frío, con heladas de 7-8 grados bajo cero. Algunas plantas crasas en macetas no han sobrevivido. Las salvias han quedado muy dañadas, al igual que una de mis gramíneas favoritas: “Anemanthele lessoniana”. Esta semana en el programa de jardinería de Monty Don, en la BBC, éste contemplaba desolada todas sus Anemantheles inservibles después del duro invierno inglés. En la Barrosa algunas han sobrevivido y otras no, dependiendo de su posición. Los Narcisos y otros bulbos de primavera han florecido con cierto retraso, para encontrarse a los pocos días con temperaturas de 30 grados, como las que hemos tenido la semana pasada. Estos bulbos odian el calor, así que al poco tiempo las flores se han secado. Lo mismo está pasando con los tulipanes. Por primera vez he tenido que sacar la manguera y regar los bulbos, cosa que no había hecho nunca.  Lo cierto es que no han valido de gran cosa. A otras plantas les ha ido mejor, como a un “Alisum saxatile” que cultivé de semilla el año anterior, y que ha florecido con profusión debido el calor y la falta de lluvias.  Lo mismo está ocurriendo con los frutales: cerezos, ciruelos, manzanos de flor, etc., están a rebosar de flores. Esperemos que no vuelvan las heladas fuertes y destrocen el fruto, como ocurre muy a menudo.

 





Cerezo en flor en la Barrosa.



Ciruelos y perales en flor.

La plaga de incendios de la semana pasada en Asturias ha sido bíblica y algo nunca visto con anterioridad por estas fechas. Jamás se habían contabilizado 180 fuegos en el mismo día, y esto nos da idea de la falta de agua y de las terribles condiciones que crean el calor excesivo y el viento, con una naturaleza abandonada a su suerte. La Asturias del matorral arde por todas partes. Los políticos se rasgan las vestiduras y hablan de terrorismo incendiario, pero los que vivimos en los pueblos sabemos exactamente lo que ocurre. El abandono masivo de fincas, pastizales, viviendas y caminos, lleva a un crecimiento descontrolado del matorral que todo lo invade, y ya no hay solución posible. Se necesitarían decenas de miles de personas desbrozando el monte y los campos abandonados y eso, es obvio que es inviable. Sin gente, la cultura que mantuvo el paisaje asturiano, durante cientos de años, casi como un jardín de prados y de bosque controlado, deja de existir. Habrá que inventarse otras soluciones, porque está claro que la cultura agraria que existió hasta hace unos años ya no va a volver.  Ya no habrá decenas de ganaderos en cada pueblo cuidando caminos y segando prados y pastizales. Tampoco el estado, por mucho personal que ponga, será capaz de sustituir toda esa mano de obra que la mantuvo durante siglos. Tendremos que buscar una nueva forma de utilizar el territorio y la naturaleza, sin abandonada a su suerte. Y tendremos que inventarlo pronto porque si no, la poca gente que aún quedan en los pueblos terminarán abandonándolos y marchándose a la ciudad. Es el único refugio que les queda.

 


Prunus pissardi.


Magnolio liliflora nigra.




Narcisos.




Forsytha intermedia.


Los dos magnolios de la Barrosa.


La floración de los narcisos ha sido muy pobre y poco duradera este año, debido al calor.



 





Magnolio nigra y Forsythia.



Este pequeño cerezo japonés lo planté el año anterior,
sustituyendo a un gran árbol que tuve que quitar porque estaba muy ceca de la casa. Es un "Prunus incisa kojo no mai".


Aquí el pequeño cerezo rodeado de otras plantas.


Alissum saxatile Gold Kobold


Este Alissum está resultando muy agradecido para bordear parterres y, además,  florece de nuevo en otoño.





Narcissus "White lion".


Las Heucheras comienzan a despertar.




El pueblo de Cuérigo desde la Barrosa.




Tulipanes extremadamente pobres.


El estanque rodeado de Bergenias y Sedum Palmieri.


la remodelación que hice de la fuente comienza a tomar forma. He cambiado muchas plantas y quitado algunos arbustos. Ahora está más despejado y se ve mejor.

8 comentarios:

  1. Lo veo muy bien, con demasiado trabajo por delante. Yo estoy arrancando hierba todo los días. Besos.

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    1. Gracias Teresa. Quitar malas hierbas en primavera es una labor fundamental aquí en el norte y yo hago lo mismo todo el tiempo.
      Un abrazo

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  2. Se ve todo precioso, ya empieza a notarse la primavera. Veo que nada más en recorte de siluetas de arbustos ya tienes para entretenerte a base de bien. Me gusta mucho como te ha quedado la remodelación de la fuente.
    Un jardín precioso Jose y bien trabajado. A mi edad con tanto trabajo que lleva ese jardín no podría mantenerlo si no es con ayuda de alguien.
    Un abrazo y a disfrutar de esta primavera.
    Por cierto, es increíble los incendios que han asolado ultimadamente a Asturias, creo que nos hemos vuelto locos, las leyes deben de cambiarlas ya, no se puede quemar el bosque de esa manera y mucho menos intencionadamente, esos individuos se deberían de quemar atados a un árbol, es fuerte lo que digo, pero o se ataja esto de raíz o vamos camino de la desertización.

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    1. Gracias Juan. En primavera hay mucho que hacer, aunque lo que mas tiempo lleva es quitar malas hierbas y como tu dices recortar arbustos. Durante estos años he quitado la mayor parte del boje por culpa de la polilla, así que ahora tengo bastante menos que recortar. En cuanto a los incendios, está claro que si la gente no entiende de una vez que no se puede quemar de ninguna manera, y que con el cambio climático cada vez va a hacer más calor, terminaremos con el país convertido en un desierto de tierras peladas y baldías. Espero que ya no lo veamos.
      Un saludo

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  4. Justo la semana pasada compré yo también un cerezo 'Kojo-No-Mai'. Espero que dentro de unos años consiga una floración como el tuyo.

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    1. M encanta este pequeño cerezo japonés, y espero verlo crecer durante los próximos años ya que éste, la floración ha sido muy hermosa y duradera. Lo mismo le ocurrirá al tuyo.
      Un saludo.

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  5. Amigo Jose, gracias por el recordatorio de la limpieza del estanque que se me pasó por alto. Como lo suelo hacer cada tres o cuatro años siempre se escapa algo en los post 😀
    Un abrazo.

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