martes, 17 de mayo de 2016

Lluvia de pétalos blancos: la floración de los árboles frutales

Llueven pétalos blancos y no en sentido figurado. Después de estos días de lluvia, y tras un retraso de más de dos semanas, los manzanos han comenzado a florecer  con una fuerza inusitada. Un par de semanas atrás fueron los cerezos, perales, membrillos, guindos, pero los primeros son siempre los ciruelos, con heladas, frío e incluso la nieve. Nunca fallan.
 
En el jardín de la Barrosa dos terceras partes del terreno se dedican a los frutales. Es lo que llamamos en Asturias una "pomarada", del latín "pomarium", en general fruto o manzana. Las pomaradas en Asturias estaban siempre cerca de los pueblos y comprendían un uso del terreno agrícola dedicado al cultivo de frutales, sobre todo manzanos, con los que se hacía la sidra, bebida fundamental en la gastronomía asturiana documentada desde el siglo VIII pero probablemente muy anterior. Pero la pomarada no solo servía para el cultivo de manzanos, también se plantaban perales, casi siempre de frutos duros que se guardaban para el invierno o para hacer mermeladas y dulces, ciruelos que se consumían en fresco al igual que los higos, guindas para macerar con orujo, y sobre todo frutos secos: nueces y avellanas, una excelente fuente de proteínas y base de muchos de los dulces de esta zona. Además se aprovechaba la hierba para pasto y para secar y consumir durante el invierno. Nada que ver con las plantaciones de frutales extensivas recientes en otras partes del país.
 
En la Barrosa hay un poco de todo eso: nogales, avellanos, ciruelos, peras, manzanos, guindos,
Polinización de flores de peral
cerezos, membrillos, nísperos (mespilus germánica), higueras, etc. Se cultivan de forma libre entre la hierba y la mayoría de las variedades son difíciles de identificar. Por lo general muchos manzanos proceden de injertos que se pasaban los agricultores  unos a otros durante generaciones. Solo recientemente se ha empezado a comprar variedades ofrecidas en los viveros, fundamentalmente para la producción de sidra. La gran explosión de las pomaradas en Asturias ocurrió durante el siglo XIX, cuando se importaron variedades de Francia e Inglaterra. Muchas de esas variedades se fueron extinguiendo, al menos en esta zona, durante el auge de la minería, cuando se abandonaron muchas de estas campos o se construyeron casas y edificios en estos terrenos. En Cuérigo, en la finca denominada La Casona, hubo una gran pomarada injertada por un francés a principios del siglo XX con decenas de variedades únicas. Hoy ha desaparecido en su totalidad. Todavía las recuerdo de cuando era niño.

Inflorescencia del nogal





La mayoría de los manzanos de la Barrosa son injertos de árboles antiguos recogidos por este valle. Un árbol criado de semilla e injertado tarda al menos 10 años en estar en plena producción, lo cual es un proceso muy lento, pero luego puede dar fruta durante otros 20 años sin inmutarse. Nada que ver con las especies de agricultura intensiva que suelen producir fruta durante 10-12 años.


Aquí os dejo algunas fotos.


 
 
Guindo
Flor de guindo
Manzanos
 
Flores del membrillo
Dos manzanos. En medio un árbol de Judas (Cercis siliquastrum)
Manzano en medio del jardín
Peral en floración
Manzanos y viburnos
Más manzanos
 
Cerezo en floración, abajo manzanos





 

3 comentarios:

  1. No hay mayor espectaculo que las floraciones agolpadas de muchas especies que durante la primavera se van sucediendo. y como siempre muy buenas imagenes

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  2. Magnífico espectáculo de flores blancas ¡qué maravilla ver los frutales en flor!
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Montse. Sin duda después de tanta lluvia alegran un poco el espíritu.
      Saludos
      José A.

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