domingo, 29 de marzo de 2020

Viajes recientes. Myosore, India. Ciudad de palacios y jardines.


Un elefante pasa delante de una de las  puertas de entrada al palacio de Mysore.


Mientras escribo estas líneas la India que yo conocí hace apenas un mes está a punto de convertirse en un caos. Aquellas multitudes de familias y escolares sonrientes visitando monumentos, comiendo helados y disfrutando del “verano” tropical ya no existen. En su lugar cientos de miles de personas que se han quedado sin trabajo, intentan huir de las grandes ciudades rumbo a sus pueblos en cualquier medio de transporte posible, cuando no caminando, sin nada en las manos más que un hato con un poco de comida. El cierre decretado por el presidente Modi de 1.300 millones de personas dentro de sus casas, un buen número de las cuales apenas sobrevive día a día con las pocas rupias que ganan en trabajos informales o en pequeñas ventas, amenaza con causar un daño mucho mayor del que pueda causar el coronavirus. En apenas unos días el hambre comienza ya a hacerse presente entre los estratos más bajos de la sociedad y amenaza con trasladarse incluso a las clases medias. En un par de semanas nadie imagina lo que puede ocurrir. Tal vez altercados incontrolables y miles de muertos. El coronavirus o el miedo a la enfermedad está poniendo el mundo patas arriba. Si a esto añadimos un mundo sin control y con algunos de los peores gobernantes de la historia tomando decisiones egoístas tenemos todos los ingredientes para un futuro de incertidumbre y de sufrimiento. Si las cosas en Europa están siendo mucho más difíciles y dolorosas de lo que nadie imaginaba, ni siquiera puedo pensar lo que puede suceder en un país como la India si el virus se descontrola y se propaga con la misma saña que en el nuestro.



Vista frontal del gigantesco palacio del maharajá de Myosore.


Pero quizás volver la vista atrás sea nuestro único consuelo, al menos en estos momentos, y tal vez encontremos algo de alivio en ver estas fotos de la enorme belleza de esta ciudad de la India con sus palacios de cuento y sus jardines unos poco agostados por el calor del verano. 


Mysore fue la capital del reino del mismo nombre que consiguió mantenerse independiente más o menos hasta la construcción de la nueva India. Los reyes o maharajás del reino de Mysore estuvieron en el poder desde la época medieval hasta casi nuestros días. Una ciudad próspera de comerciantes y artesanos que hoy en día tiene casi un millón de habitantes y algunas de las mejores universidades y escuelas tecnológicas de la India. La vida de la ciudad sigue fluyendo en torno al gigantesco palacio del maharajá, su jardines y edificios anexos. En 1894 el palacio antiguo ardió durante unas celebraciones y se sustituyó por el actual, de estilo indo-sarraceno. Fue diseñado por un arquitecto inglés, Henry Irwin, y está claro que no escatimó en el precio ni en los materiales. Con un coste equivalente a más de 35 millones de dólares en aquella época, es una fantasía oriental de un tamaño gigantesco y de un lujo desorbitado. Hoy en día es un gran atractivo turístico y, aunque el actual maharajá usa parte del edificio como su residencia, el palacio pertenece al estado de Karnataka. En cuanto a los enormes jardines que lo rodean lo cierto es que están algo abandonados y es una lástima, ya que el edificio luciría mucho más. Hay un espectáculo nocturno de luces y música los fines de semana cuando se ilumina el palacio con miles de bombillas.


Mujer vendiendo flores en el mercado.


También visité la antigua residencia del gobernador inglés, actual sede al Ayuntamiento con unos jardines bastante mejor cuidados que los del palacio. La ciudad tiene varios palacios más, algunos convertidos en museo y un precioso mercado que lleva funcionando en el mismo sitio desde el siglo XVI y del que incluyo algunas fotos.


Rotonda frente al palacio.

Una de las puertas de entrada.

Fachada lateral del palacio.

Plantas en macetas para trasplantar en los parterres del palacio.

Otra de las fachadas laterales.


Jardines y otra de las puertas de entrada.

La torre central en bronce es de inspiración victoriana.


Uno de los templos dentro del recinto del palacio. Delante un jardín de rosas aún en  construcción.
En el interior se pueden visitar varios lujosos salones y patios de un enorme tamaño.

Patio interior con esculturas de tigres.

Salas de audiencias.

Salón del trono.

Dentro del palacio viven varios elefantes que utiliza el maharajá en sus desfiles durante las fiestas de Pasara.

Sede del Ayuntamiento, antigua casa del gobernador inglés.

Los jardines en torno al Ayuntamiento están bien cuidados, aunque solo una parte de ellos.




Gigantescas acacias y thuyas recortadas.


Topiaria y grandes árboles tropicales dan un aire colonial a los jardines.



Mercado central del siglo XVI.

Un ternero pintado de amarillo para denotar su carácter sagrado.

Interior del mercado con puesto de frutas.

Vendiendo flores para los templos.



Vendedor de perfumes.

La torre del reloj de época victoriana.


El palacio iluminado durante la noche.

5 comentarios:

  1. Que precioso es todo. Esperemos que pronto se solucione todo. Besitos y salud.

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  2. Gracias teresa. Me alegro de que te guste.
    Saludos

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  3. Un reportaje precioso amigo Jose. Siempre me llama la atención que cuanto más pobres son los súbditos de un país, más lujosas residencias, templos y palacios existen y a los súbditos que les den. Imagino por un momento si esta terrible pandemia llega a extenderse con la virulencia que lo hecho en nuestro país ¿Qué pasará con esa pobre gente? ¿Cuántos tendrán que morir? el simple hecho de pensarlo me aterroriza, da pavor. Lo más probable como bien dices que ese país ya no será el mismo así como muchos otros.
    Un abrazo

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  4. Es cierto que la riqueza extrema y la pobreza suelen ir a menudo de la mano y la India es un buen ejemplo de ello. Nadie imagina lo que puede pasar en ese país si el virus se extiende con la misma saña que en el nuestro. Esto parece no tener término y cada día que pasa las cosas están peor por mucho que nos cuenten de que los contagios están bajando. Tienes razón que la vida no va a ser igual en ningún país después de esto.
    Un abrazo

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  5. me das una envidiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa grrrr

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