martes, 24 de mayo de 2022

Jardinería y paisaje en el Puerto de la Cruz. Tenerife.

 


Vista del nuevo parque detrás de Playa Chica.

El Puerto de la Cruz es uno de mis lugares preferidos en Tenerife. Quizás porque lo conocí a principio de los 80 cuando el turismo no se había masificado todavía y la pequeña ciudad aún conservaba esa atmosfera del exotismo y libertad ligado a los visitantes extranjeros mezclado con un ambiente  local de pescadores y plataneros. En aquella época yo trabajaba en la cercana villa de la Orotava, así que a menudo nos acercábamos al Puerto para disfrutar de los bares y restaurantes que crecían por todas partes y también para hablar con los extranjeros y practicar un poco de inglés. También a veces con mis alumnos para hacer proyectos sobre lo aprendido en clase. En aquella época había una cierta ingenuidad y mucho optimismo. Caminando ahora por sus calles, lo cierto es que el Puerto sigue siendo uno de mis lugares preferidos, no ha cambiado demasiado y, en invierno, continúa siendo una pequeña ciudad, amable y tranquila, con muchos extranjeros, muchos espacios verdes y un entorno que apenas ha cambiado desde entonces.

 


Contemplando el mar desde la ermita de San Telmo


Playa Chica desde el Castillo de San Felipe.

Incluyo este texto de un estudio sobre el turismo en el Puerto de la Cruz que me parece muy esclarecedor:  La actividad turística en Puerto de la Cruz se remonta a finales del siglo XIX, con la llegada de turistas para estancias invernales de tipo balneario en el Hotel Taoro. La profunda implantación británica en la zona facilitó que Puerto de la Cruz fuera el principal centro turístico tinerfeño durante la primera mitad del siglo XX. Se trataba de un turismo climático y de tendencias naturalistas, con escasa exigencia de sol y playa y frecuentemente asociado a tratamientos de salud. Ya a principios del siglo XX, aparte del Gran Hotel Taoro, este flujo turístico mantenía en funcionamiento a varios hoteles de menor tamaño. Primaba el binomio entre clima y exotismo como forma de atractivo turístico.

 


Una vista del Lago Martianez.

Según este informe, el turismo en el Puerto alcanza su máximo apogeo hacia 1973, con casi 23.000 plazas hoteleras. A partir de ese año, el progresivo aumento de la oferta hotelera en el sur de la isla, va detrayendo visitantes que se quedan en las playas del sur, donde el clima es más apropiado para el baño y el disfrute del mar. Entre el 73 y el 80 el turismo en el Puerto comienza a decaer y apenas crece desde el 80 al 2001, con poco más de 30.000 plazas hoteleras en total. Mientras, en el sur de la isla, la construcción de nuevas plazas hoteleras  crece de forma exponencial hasta superar las 200.000 por estas mismas fechas. No tengo datos a partir de entonces, pero todo confirma que, al menos lo que es la ciudad en sí, parece haber quedado estancada en los años 80 y de ahí gran parte de su atractivo. Entre el 71 y el 77 se construyen las piscinas artificiales del Lago Martianez,  según el diseño del artista canario César Manrique y que crearían una nueva forma de disfrutar del agua y de su entorno; un nuevo concepto de piscina más ligado al arte y a la naturaleza. En el 80, cuando las vi por primera vez, relucían en todo su esplendor y, tras una reciente remodelación, continúan igual de hermosas y cuidadas que entonces. Plantas, esculturas y agua conforman un diseño exitoso que se ha intentado copiar muchas veces en otras partes de España y del resto del  mundo, aunque yo creo que pocos tienen la sutileza y el encanto del original. En el otro extremo de la ciudad, cerca del castillo de San Felipe y las playas de arena negra, se ha construido un parque muy agradable y frondoso que mejora mucho el entorno. También se ha cuidado la jardinería en las plazas alrededor de iglesias y ermitas repartidas por la ciudad. Aún hay un gran proyecto pendiente y en construcción, que consiste en terminar todo el paseo marítimo desde el puerto hasta este castillo. Además de esto, está sin terminar aún la esperada ampliación del Jardín Botánico que se ha quedado a medio camino. Sea como sea El Puerto de la Cruz es una ciudad preciosa para pasear en un entorno muy cuidado y donde la jardinería tiene una gran importancia para crear esa sensación de bienestar y relax que todos ansiamos y esperemos que siga mejorando en el  futuro. Aquí os dejo unas fotos de la ciudad y sus jardines este invierno. El jardín botánico ya fue incluido en otra entrada anterior.

 


Plaza de la Iglesia de San Francisco. En primer término esta planta tan vistosa es un Codiaeum variegatum.


Antiguas casonas reconvertidas en tiendas y bares en el centro histórico.






Jardín alrededor de la ermita de San Telmo.


Entorno de la ermita.


Aloe arborescens delante de la ermita.


Ermita de San Telmo (1626)



Drago en una de las plazas.


Plaza delante de la Iglesia de Nuestra señora de la peña de Francia.


Centro histórico.


Jardines en torno al puerto amurallado.


Cementerio inglés, muy cuidado y lleno de plantas con el Teide al fondo.




Una de las playas de arena negra y guijarros al norte de la ciudad.



Justo al lado de las playas del norte de la ciudad se han construido un gran parque-paseo, muy cuidado y con numerosas plantas autóctonas.


Dragos, palmera canaria y otras plantas endémicas de la isla.




Cardón canario (Euphorbia canariensis), Dragos, Aloes y Yuccas entre otros.



El Teide nevado, al fondo entre las palmeras.


Precioso drago joven de cuatro brazos.


El Lago Martiánez sigue conservando la misma frescura y estética que cuando se creó hace ya casi 50 años.


Escultura eólica de César Manrique en el lago Martianez. Juguetes del viento los llamaba él.



Paseo sobre el lago Martianez, también diseñado por el pintor artista canario.



Excelente combinación de plantas de clima desértico contrastando con el blanco y la madera de los edificios.



Pequeño drago en este paseo.


Este jardín nuevo se acaba de construir en el paseo en torno a la llamada Playa Martianez. en el extremo sur de la ciudad.


3 comentarios:

  1. Todas las Islas Canarias son preciosas. En 2020 tenía un viaje a Lanzarote, que no pudo ser, espero ir pronto. Gracias por el reportaje, me encantó. Besos.

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    1. Gracias Teresa,. Las canarias es un lugar precioso para disfrutar del paisaje y de la jardinería. En cualquier isla se puede disfrutar.
      Un abrazo.

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  2. Nada que añadir... bueno ... yo como criador de aves no dejaria de mencionar el Loro Parque, cuando fui el año pasado obviamente no pude dejar de visitarlo y los jardineros se lo curran (con permiso de las Respondo a tu propuesta de mostrar jardin propio, ahora mismo por diversos "contratiempos" el jardín esta a malas hierbas... lo primero terminar la casa... luego veremos que plantar.... en casa del herrero....

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