martes, 14 de noviembre de 2017

Otoño en la braña del Gumial

El riachuelo que atraviesa la braña del Gumial.
 
Llega el otoño y la braña del Gumial se queda vacía. Vacía del tintineo de las esquilas de las vacas, del humo de las chimeneas, de los ladridos de los perros y de las voces de los pastores. Ya solo queda el murmullo del agua y el leve roce en el suelo de las hojas caídas. Quizás sea entonces el mejor momento para caminar por los senderos y contemplar el dorado de los abedules y las rojas bayas de los serbales y sentir el calor del sol antes de que el invierno cubra el paisaje de escarcha !Que tendrá el otoño que nos hace a todos sentirnos poetas!.  Ya escribí una entrada sobre este lugar la primavera pasada: Elegía pastoral en el siglo XXI. Lo visité entonces el mismo día en que los pastores suben el ganado a la braña por primera vez, después del invierno. Ahora me impresionó aún más el silencio y la belleza del lugar.
 
Aquí os dejo un poema de otoño de un poeta de verdad, para celebrarlo y unas fotos de esta semana de uno de los lugares más hermosos de estas montañas de Aller: la braña del Gumial.
 
OTOÑO 
Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre.
 Entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran,
ahora que calienta el corazón
aunque sea de a ratos y de a poco.
 Pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda.
Aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza,
porque el futuro se nos vuelve escarcha
.
 
Mario Benedetti: "Insomnio y duermevelas”
 
Valle del puerto San Isidro, con la carretera al fondo. La braña del Gumial solo es accesible a pie. La ruta está marcada y se hace en 2/3 horas de camino comenzando en el Fielato, al lado de la carretera.

Precioso serbal con bayas. Servirán de alimento a los pájaros durante el invierno.

Abedules y hayas en el camino.

Los caballos suelen permanecer en las brañas hasta las primeras nieves.



Serbales y abedules.
Las hojas de los abedules tienen una coloración amarillo intenso en otoño. Las de las hayas también son amarillas pero, una vez secas,  toman una coloración marrón y permanecen en el árbol durante gran parte del invierno.

Abedules, hayas y serbales son los protagonistas del otoño a partir de unos mil metros de altura.


 
Las cabañas del Gumial y la braña ya vacía. La braña está unos 1.300 metros de altura.

Arroyo del Alba que cruza la braña del Gumial.


Tras pasar la braña se puede continuar camino cruzando un espeso bosque de hayas, hasta llegar al caserío de Cuevas, al lado de la carretera a San Isidro. Una hora más de camino.

A partir de aquí el pequeño río Alba se despeña en múltiples cascadas.



Bosque de hayas (fagus silvatica) en plena coloración otoñal.

El sotobosque donde crecen las hayas está cubierto de musgos y helechos. El mantillo de hojas caídas es extremadamente ácido y fértil.


Una última imagen del bosque de hayas antes de llegar a la carretera de nuevo.
 


1 comentario:

  1. estas imagenes me hacen pensar siempre cuantas peliculas fantasticas o de época podrían grabarse por aqui... precioso lugar, gracias por compartirlo con nosotros.

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