martes, 28 de mayo de 2019

Comienza la primavera en los puertos de montaña de Asturias.

Caminando en dirección a la Puerta de Faro (la abertura entre las dos rocas del fondo)

Para cualquier amante de la naturaleza hay pocas cosas más hermosas que el despertar de la primavera en los puertos que separan Asturias de León, y yo hace tiempo que cumplo con el rito de acercarme a las montañas justo en la última semana de Mayo, antes de que el ganado suba a los pastos. A partir del día uno de Junio el paisaje ya no es el mismo. Sigue siendo igual de hermoso, pero el silencio natural se ve roto por los mugidos de las vacas y el tintineo de las campanillas que anuncian su presencia. Además, las vacas se comerán con gran regocijo y, en unos pocos días, las alfombras de margaritas. narcisos y otras flores que cubren las majadas. Es el mismo rito repetido durante cientos de años en estas montañas y espero que aún siga así unos cuantos años más, antes de que esta civilización tecnológica acabe inevitablemente con ello.


Praderas en las Vegas de la Reina. Puerto de  Vegarada (1600 m. de altura)


Gentiana Verna.
Contemplar el paisaje recién lavado por las nieves del invierno, mientras cientos de flores comienzan a despuntar entre las rocas, y las ramas de los arándanos salvajes aún conservan su característico color magenta es algo tan hermoso, que dudo que ningún jardín creado por la mano del hombre consiga superarlo. Justo en esta semana las hojas nuevas de las hayas, casi translucidas, tiñen de dorado el bosque y dan al paisaje una coloración  irreal, como si irradiara luz. El azul de las gentianas (Gentiana  verna) es difícil de describir si uno no las ha visto nunca, entre lapislázuli y turquesa. Las cabezas de las Euforbias (Euphorbia hyberna) cambian de un amarillo moteado de naranja al verde en muy poco tiempo. Aún quedan algunos diminutos Narcisos (Narcissus bulvocodium ssp nivalis)) en las praderas, de un amarillo pálido, y las cabezuelas rosadas de los Eritronium (Erythronium dens-canis) comienzan a apagarse. Pero quizás lo que más llama la atención son las rocas que hasta ahora parecían muertas. Entre las grietas comienzan a florecer decenas de plantas en una sucesión continua durante un par de meses: Sedums, Saxifragas, Anemonas, Campánulas, Arenarias, Drabas, Globularias y cientos de otras plantas que apenas conozco florecen en cada resquicio, abertura, grieta..,creando jardines naturales de una enorme complejidad que no me canso de mirar y fotografiar. 
 
Arbustos de arándanos salvajes, de color magenta.
 
Euforbias y Hayas.
 
Este año la nieve aún permanece en las zonas altas, por encima de los 1.700 metros. Riachuelos y cascadas se precipitan por todas partes y en los escasos días de sol la luminosidad es asombrosa. Algún día deberíais perderos por Asturias y contemplar estos paisajes. Mientras tanto espero que os gusten estas fotos y os transmitan un poco de la belleza de esta primavera en las montañas.
 
Cabañas en la subida al puerto de Vegarada

Aguileñas (Aquilegia vulgaris) en un prado.

Cardamine raphanifolia a la vera del camino.


Las hojas nuevas de las hayas tienen un color dorado en primavera.

Cabaña y majada cubierta de margaritas.

Euforbias, en primer plano y arbustos redondeados de Genista hispánica entre las rocas.

Pinceladas de nieve en as laderas de las montañas, bosques de hayas (Fagus silvática) y arbustos de Genista de flores amarillas.


Erinus alpinus en floración.

La capilla de la Brañuela entre macizos de Genista.



Arenaria (blanca) y Genista (amarilla)

Globularia nudicalis.

Pequeño arroyo cubierto de Caltha palustris (amarillo) y Ranunculus peltatus (blanco)

Una mata de Gentiana verna.

Cascada en la subida al Puerto de Faro.



Agua del deshielo de un intenso color azul.

Circulo glacial del Puerto de Faro.



Ranunculus y Gentiana verna a la orilla del riachuelo.


La nieve aún perdura en la ladera de roca caliza.

Prados y majada en las Vegas de la reina (puerto de Vegarada)

Cabañas en esta majada.

Asphodelus albus (gamones).

Hyacinthoides non-scripta (campanillas azules)

Majada de Palmián, uno de los lugares mas emblemáticos y solitarios del Puerto de Vegarada. 

Majada de la Marnegona. Al fondo al Puerto de Faro.

Los acebos aún conservan sus bayas de invierno.

Violetas alpinas.

Rocallas en el paraje del Infierno de la Texera.

 

Mata de plantas de rocalla (Arenaria de flor blanca)

Dactylorhiza incarnata, un tipo de orquídea entre matas de Genista.

Muy pronto las vacas se comerán todas las jugosas margaritas de esta majada.
 



7 comentarios:

  1. Amigo José Antonio que precioso reportaje nos has ofrecido y además, en el momento adecuado como bien has dicho. Una autentica maravilla poder andar por esos prados y montañas contemplando ese verdor y esas auténticas floraciones en su lugar de origen. Montañas semi-nevadas, arroyos y cascadas, no se puede pedir más. Cuando he llegado al final quería más. Describir la belleza que presentan esas piedras verdes con musgo y sus flores apareciendo entre sus rendijas no es cosa fácil y lo has hecho a la perfección. No me queda más que decirte que sería un placer esperar una segunda parte.
    Esa belleza tan natural, para mí, no es comparable a ningún jardín.
    Las ocasiones que he visitado Asturias y Galicia también he podido contemplar zonas muy bellas. Esos paisajes en mi tierra son impensables.
    Como bien dices, esperemos que esos lugares se cuiden para el disfrute de futuras generaciones.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias por el comentario, Juan. Hace un par de años el paisajista inglés Noel Kingsbury comentaba en una entrada de su blog, la enorme variedad de plantas de rocalla que había visto en su viaje por la montañas de Asturias y Cantabria y la posibilidad de su uso en jardinería. A mi me sorprenden mucho también pero a día de hoy no conozco a ningún vivero o persona que se haya interesado por este tema. Ya pondré más adelante otra entrada sobre estas rocallas naturales.
      Un saludo

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  2. Soy una enamorada de Asturias ¡ pienso volver pronto ! Saludos.

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  3. Maravilloso este paseo primaveral por tierras de Asturias, un paisaje precioso y con especies interesantes que sólo se ven en esos lugares, aunque también en la zona de los Pirineos catalanes y aragoneses se pueden ver gentianas, ranúnculos y arenarias.
    Me ha encantado tu reportaje!
    Un abrazo.

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  4. Gracias Montse. Me alegra que te gusten estos paisajes y plantas de rocallas. Seguro que en los Pirineos las hay igual de hermosas.
    Saludos

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