domingo, 17 de noviembre de 2019

Nieve a destiempo ¿la nueva normalidad meteorológica?


La Barrosa con nieve antes de tiempo, otra vez.
 
Por segundo año consecutivo cae nieve en la Barrosa antes de tiempo, cuando aún árboles y arbustos  tienen todas sus hojas y los manzanos todavía alguna fruta. El año anterior las consecuencias fueron catastróficas con más de diez árboles adultos arrancados de raíz y Arces japoneses partidos por la mitad o con numerosas ramas rotas. Esta vez el daño no ha sido tan grande, al menos no de momento,  ya que no ha caído tanta nieve, pero llevamos dos semanas completas de lluvias, tormentas y nieve y no parece que vaya a parar. Ciertamente esto no es normal, o al menos yo no lo recuerdo a lo largo de mi vida.  Es cierto que antes las nevadas eran mucho más copiosas y duraban meses, pero caían a tiempo y no tengo memoria de árboles y cosechas destruidas por una nevada a mitad del otoño.

Las ramas de los arces japoneses se rompen con mucha facilidad cuando todavía tienen hojas.
 
El año pasado los bosques de Asturias sufrieron ya una serie de destrozos absolutamente irrecuperables por la nieve caída a principios de Noviembre. Miles de árboles y grandes ramas cayeron sobre caminos y senderos de montaña haciéndolos impracticables ya para siempre.  Antes, esa madera caída era inmediatamente aprovechada para calentar las casas, y los senderos se limpiaban para que transitaran ganado y personas. Hoy en la mayoría de los pequeños pueblos de Asturias ya no hay nadie para que haga esa tarea y tampoco la administración tiene medios para ello. La consecuencia son decenas de caminos y senderos cerrados e intransitables y una jungla de ramas partidas en el suelo de los bosques  lo que en caso de incendio aumenta  la facilidad del fuego para propagarse y la dificultad para acercarse al incendio y extinguirlo. La nieve temprana y las lluvias torrenciales de estos días están añadiendo uno clavo más al ataúd del medio rural, pero eso importa muy poco a la  gente de las ciudades y diría que casi lo mismo a las administraciones. Al contrario, todos se frotan las manos por el inicio temprano de la temporada de esquí que traerá turistas y dinero. O al menos eso esperan. Eso si un nuevo cambio de tiempo no convierte la nieve en agua derretida.

 

En el jardín de la Barrosa la nieve ha causado algunas roturas de ramas en los arces y algunos arbustos, pero poco más. Eso sí, ha dejado un paisaje de una belleza difícil de resistir. El frío incrementa la saturación de los colores y el agua pinta las hojas de un brillo nacarado. Es el momento de coger una cámara de fotos y disfrutar de cualquier enfoque y no me he resistido a poneros unas fotos de este fin de semana.

Los manzanos aún tienen toda su hojas, aunque ya hemos recogido la mayor parte de las manzanas para hacer sidra.

 
Queda en el aire esa pregunta, de si a partir de ahora el cambio climático va a trastocar las estaciones y convertir la agricultura y la jardinería en un juego de naipes. Ciertamente este año podaré arces y arbustos concienzudamente disminuyendo su tamaño. Es la única manera de aliviar estos destrozos.

 
Dos arces diferentes: Sango kaku y Red Wine.
 
Acer Palmatum "Seiriyu" con una hoja muy delicada.
 
Acer Palmatum "Ki Hachijo", recién plantado este año.
 



El frío aumenta la pigmentación de los colores de las hojas de los arces japoneses.

Acer Palmatum "Bloodgood".



Esta manzanitas pequeñas pertenecen a un manzano ornamental.




Este año podé los magnolios a tiempo. Este se ha recuperado bastante bien del destrozo de la nevada anterior.


En las montañas hay una gran cantidad de nieve. Se habla de más de un metro.






Paisaje en el entorno de la Barrosa.

A este Liquidámbar ya se le han roto varias ramas.


Senderos alrededor de la Barrosa. Esos arbolillos son avellanos silvestres.

Allá arriba está la finca de "La Corraina el Quentu" con sus prados.

Aquí se aprecian bien los bosques, aún cubiertos de hojas.

El pueblo de Cuérigo iluminado por un rayo de sol.

Caserío del Otero que aparece sobre la Barrosa.


Este arroyo pasa directamente al lado de la Barrosa.


 
Aquí el arroyo desde el puente de la Barrosa.

Ha salido el sol y la nieve comienza a derretirse.



Hay pocos árboles más hermosos que este "Bloodgood" en otoño.
 

10 comentarios:

  1. Es precioso el reportaje amigo Jose, cada foto es un cuadro, pero como tu bien dices el cambio climático es toda una realidad, y los estragos que causa la nieve en los bosques ni contar. Las administraciones lo único que les interesa es recaudar, luego nos quejaremos de los incendios, ¿pero quién limpia el bosque? ¡Es una gran pena! Luego oyes decir que quieren recuperar pueblos abandonados, dan ganas de reír.
    Bueno amigo Jose, espero que esta nieve caída antes de hora te cause menos estragos que el año anterior, será cuestión de esperar acontecimientos.
    Un abrazo

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    1. Juan, como ves yo no puedo dejar de meter siempre alguna pincelada en defensa del mundo rural, que se nos está vaciando de gente. !Que bien comprendo a los de Teruel y sus reivindicaciones!. Supongo que no es más que pura nostalgia, pero al menos quedan unas palabras de preocupación. !Desde la ciudad se ven las cosas tan diferentes!. Entre el afán recaudatorio de los Ayuntamientos (que han puesto el IBI casi al mismo nivel que en las ciudades, pero sin apenas servicios), los desastres naturales y el cambio climático con sus sequias e inundaciones, la poca gente que aún queda en el campo termina perdiendo la moral, esa es la realidad.
      Un abrazo

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  2. en la zona donde viven mis tios los arboles aun este año en verano tenian colgando grandes ramas que amenazaban con caer... y lo haran sin previo aviso cuando nadie lo espere... el temporal fue tan grande que el ganado estaba aun en los prados y cuando fueron a recogerlo la nieve llegaba al pecho de las vacas... la falta de gente en el medio rural es un problema tan grande como la falta de bosques, la contaminacion de los rios... porque esos ecosistemas han evolucionado de la mano de esa gestión, si no todo cambia y en muchos casos no a mejor... te recomiendo el twitter de J. Andres Oria, profesor de forestales que simpre reivindica los usos tradicionales, la trashumancia... como factores positivos para el entorno. además siempre cuenta cosas curiosas!!!
    saludos

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    1. Ya veo que tu también estás al día de lo que ocurre en Asturias y de las consecuencias de estas nevadas a destiempo que la mayor parte de la gente que vive en las ciudades ignora totalmente. Si se acaban los usos forestales de los pueblos eso conlleva un montón de problemas añadidos en el manejo de los bosques y los incendios. Ya miraré algo sobre ese profesor.
      Saludos

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  3. Cuanta razón tienes José Antonio, mientras el mundo rural está sujeto a impuestos similares a los de la ciudad, los servicios son casi inexistentes. Es injusto y una perdición de un entorno bellísima y necesario. La Barrosa está impresionante. Unas fotos preciosas.

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    1. Gracias por el comentario. El mundo rural desaparece a pasos agigantados y los políticos tienen buena culpa de ello, incluidos muchos alcaldes locales cuya única preocupación es pagar a los funcionarios y mantener una estructura política y administrativa en pie que ya no tiene sentido.
      Saludos

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  4. Precioso está todo con ese paisaje nevado y los árboles ya con el colorido otoñal.
    Hablan mucho del tema pero no ponen soluciones, el ambiente rural en general está muy descuidado tanto los pueblos, los servicios y la vegetación, como habéis comentado.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Montse. Lo peor de la desaparición del mundo rural es que el paisaje ya nunca va a ser igual. Los prados sin cierres y cubiertos de maleza ya no son prados.
      Saludos

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