miércoles, 11 de diciembre de 2024

Dos templos poco visitados por los turistas en la ciudad de Kioto.

 


La icónica pagoda del templo Toji-in destacando sobre los arces.


Se calcula que en la ciudad de Kioto y las montañas de los alrededores hay cerca de 3.000 templos y santuarios. Sin duda superan con mucho el número de iglesias y capillas que a menudo proliferan en las ciudades españolas o italianas. La conclusión es que, de alguna manera, los japoneses son o han sido uno de las culturas que más empeño y dedicación han puesto en sus experiencias religiosas. Al menos en lo que se refiere a la construcción de edificios con ese fin. Hay santuarios dedicados a una infinitud de fuerzas de la naturaleza, a divinidades varias, personajes significativos o simplemente al recuerdo de sus antepasados. Por otra parte la simbiosis entre la religión sintoísta, de carácter animista  y el budismo posterior llegado de China, ha incrementado exponencialmente el número de divinidades y personajes a los que se les rinde de culto, lo que justifica el ingente número de templos y santuarioas. Hoy os dejo unas fotos de dos santuarios no muy conocidos por los turistas y que se pueden visitar con absoluta tranquilidad a cualquier hora del día.

Kitano Tenmangu:

Este santuario es una auténtica joya de la ciudad de Kioto. El santuario está dedicado al político, poeta y estudioso Sugawara Michizane. Michizane fue exiliado injustamente por razones políticas por el clan Fujiwara. La leyenda le atribuye varios desastres producto de su espíritu vengador al llegarle la muerte en el exilio. Se consideran producto de ese espíritu vengador plagas, terribles tormentas o hasta terremotos que sucedieron tras su muerte. El santuario, como otros muchos  Tenmangu repartidos por todo el país, se construyó en 947 para calmar y tranquilizar su alma. En el 986 Sugawara Michizane fue deificado como Tenjin, el dios sintoísta de la educación.

El complejo está lleno de pequeños santuarios, salas de oración y edificios varios y llaman la atención las figuras de varios bueyes y vacas de bronce. Cuenta la leyenda que en el día de su muerte, un buey perdió su vida al tirar del ataúd de Sugawara, de ahí que en la mayoría de santuarios Tenmangu haya esculturas de estos animales.

Los visitantes suelen acariciar las esculturas para obtener buena suerte y salud, además de éxito en los estudios, a pesar de que en su origen, el buey era símbolo de una buena cosecha. Es por eso que muchos estudiantes acuden al santuario para solicitar ayuda en sus estudios. Dicen que en época de exámenes el santuario suele estar lleno de estudiantes pidiéndole ayuda y acariciando sin parar las distintas esculturas de vacas y bueyes, además de comprando amuletos “omamori” de la buena suerte.



Entrada al templo Kitano Tenmangu escoltada por dos leones chinos.


Una de las puertas de entrada.




Decoración de la puerta de entrada.


Salón principal rodeado de farolillos.



Estatua de uno de los toros que representan a Sugawara.


No se ve un solo turista y la mayoría de los visitantes son estudiantes.


El templo está rodeado de jardines y hay un ambiente de una gran tranquilidad y belleza.





Hay una gran armonía entre los diferentes edificios y el entorno.




Un pequeño riachuelo bordea el templo o lo cruza a intervalos.


Los edificios parecen extremadamente antiguos y muy cuidados.


Otra estatua de un vaca.


Santuario Toji-in

El templo To-ji es uno de los templos más antiguos de la ciudad y está situado cerca de la estación de Kioto, en la parte sur de la ciudad. El templo consta de varios edificios aunque el más importante, sin duda, es su pagoda de cinco pisos rodeada de jardines que se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de la ciudad de Kioto.

El templo fue construido en el 796 en los inicios del periodo Heian, cuando la capital se trasladó de Nara a la actual Kioto. Fue uno de los tres templos cuya construcción se permitió en Heian-kyo y, actualmente, es el único que sigue en pie. Como su propio nombre indica, protegía el flanco oriental de la zona sur de la ciudad.

En 823, Kobo Daishi (conocido en vida como Kukai) fue nombrado sacerdote principal del templo To-ji. Kukai añadió varios grandes salones de madera, consiguiendo que el templo To-ji se convirtiera en uno de los templos más importantes del budismo Shingon.

La pagoda de cinco pisos mide 55 metros de altura y es la estructura de madera más alta de todo Japón. Fue construida originalmente en el 826, aunque la que se ve ahora es una reconstrucción de 1644. Lo curioso de esta pagoda es que fue destruida en cuatro ocasiones por incendios, pero nunca por un terremoto. Todo ello a pesar de que sus pilares no llegan hasta el subsuelo, sino que simplemente se apoyan sobre los cimientos. Es especialmente destacable el pilar central, sobre el que se sustenta toda la estructura. En caso de terremoto, las vibraciones se absorben y amortiguan, evitando que la pagoda se derrumbe.

El día 21 de cada mes se celebra en el complejo del templo  un mercadillo en honor a Kobo Daishi. Aquí se pueden encontrar antigüedades y artículos de coleccionismo, kimonos y accesorios de segunda mano, cerámica y porcelana, así como comida, plantas, juguetes tradicionales, etc. Como casi todo lo que se hace a mano en este país, la gente valora mucho los productos artesanales así que no esperéis encontrar cosas muy baratas, más bien lo contrario, especialmente la cerámica tradicional, pero es un lugar muy interesante para pasar una mañana. También se puede comprar comida y otras cosas. Si tenéis una tarde libre en Kioto y queréis alejaros de las masas de turistas. estos son dos lugares interesantes para visitar.



Entrada al templo Toji-in en un día de mercadillo.


Antigüedades a la venta, principalmente cerámica y porcelana.


Ropa antigua y kimonos.


El mercadillo es bastante grande y la gente parece muy animada comprando.


La cerámica tradicional es extremadamente valiosa y cara como casi todos los productos artesanales, pero de una gran calidad.


Objetos de cristal.




La pagoda del Templo de 55 m. de altura.


Siempre hay jardines en todos los templos japoneses.


Las hojas de los arces comienzan a cambiar de color.


La pagoda sobre el lago.






Uno de los grandes salones del complejo del templo.


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