miércoles, 5 de septiembre de 2018

Viajes recientes. Paseando por algunos parques del centro de Londres a principios de verano.


El jardín hundido en Kensington Gardens. Este año predomina el blanco.

A partir de cierta edad, uno suele caer a menudo en la equívoca certeza de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. A mí suele pasarme a veces cuando visito lugares de los cuales guardo un recuerdo casi mítico por haberlos vivido hace muchos años, cuando las cosas tenían un gran impacto en tu vida. Esto mismo me ocurre con Londres. No consigo evitarlo por mucho que lo intento. Visité Londres por primera vez en 1973, cuando aún vivíamos bajo la dictadura y éste era un país gris y pobre de solemnidad. De aquél primer verano londinense recuerdo sobre todo los parques del centro de Londres, los hippies de pelo largo, las colas en los pubs al mediodía, las librerías llenas a rebosar, la enorme y variopinta multitud de gentes que llenaban las calles y, sobre todo, aquella sensación de libertad, de poder hacer y decir casi todo lo que a uno le diera la gana.


En Hyde Park, la hierba sin segar y con zarzas.
Antes nunca había visto un lugar como Hyde Park: una enorme extensión de césped meticulosamente recortado, con arbustos y flores, donde uno podía sentarse a la sombra de un árbol y comerse un bocadillo sin que nadie viniera a molestarte y, menos aún, un policía que te echara de allí. Londres era entonces el paraíso, el Shangri-la de la juventud española de aquella época y lo siguió siendo durante bastantes años.


Rododendros y Cornus Kousa en Holland Park.
Hoy ya pocas cosas te sorprenden de Londres. La ciudad ha crecido desmesuradamente, así como el número de turistas que llenan las calles y uno siente cierta sensación de agobio al visitar esos lugares comunes que todo el mundo quiere ver, casi por obligación, pero aún quedan sus parques para respirar y tumbarte bajo un árbol a descansar. De eso no hay duda. ¿Han cambiado esos parques del recuerdo que yo tenía de ellos? Sin duda. Los parques se han masificado también y la afluencia de gente es mucho mayor de la que yo recordaba. Holland Park se han vuelto mucho más salvaje. Ese es un hecho. En Hyde Park hay menos parterres de flores y arbustos. La hierba está sin segar y hay zonas incluso con zarzas y ortigas. Algo impensable entonces. Hay una cierta sensación de agotamiento, de descuido y de falta de mantenimiento, esa es la realidad. En Green Park los parterres de flores son muy diferentes a los que yo recordaba. Son menos formales, más coloristas y menos estructurados. También hay praderas naturales y hierba sin segar. Aquí mandan las nuevas modas en jardinería. Incluso la reina tiene su propia pradera natural en Saint James para disfrute de todo el público. Moda y ahorro en el mantenimiento de los espacios verdes parecen ir de la mano en un momento en que las estructuras públicas amenazan con colapsar por el uso masivo que hacemos de ellas. Londres ha cambiado, como casi todas las ciudades del planeta, pero aún hay muchas cosas que siguen igual. A pesar de sus precios prohibitivos aún se pueden visitar muchos museos de forma gratuita. Los parques y zonas verdes siguen siendo un auténtico lujo y sus tiendas y mercadillos continúan tan vivos como siempre. Este paseo desde Holland Park, Kensington Gardens, Hyde Park, hasta Saint James y Green Park  son un placer para cualquier interesado en la jardinería  en cualquier época del año. Espero que os guste.


Kyoto Gardens en Holland Park, una regalo de la Cámara de comercio  e dicha ciudad en 1991.

Cascada en Kyoto Gardens.

Fuente y parteres de Iris, ya pasada la floración, en Holland Park.

Jardín holandés frente a los restos de la mansión de Holland Park.

Una gran parte de Holland Park es naturaleza en estado semisalvaje. 
El parque de 22 hectáreas es el pulmón de una de las zonas más ricas de Londres.
 En el parque funciona un Centro de Ecololgía y hay varias zonas para practicar deporte.

Palacio de Kensington y jardines. 
Aquí nació la reina Victoria y fué residencia de  Diana de Gales y el príncipe Carlos. Situados en uno de los extremos de Hyde Park. La mayoría de los jardines están abiertos al público y son gratuitos


El jardín hundido es probablemente lo más interesante de estos jardines. 
Mantenidos de forma inmaculada. Este año la plantación es en su mayoría en colores blancos y grises
 con pequeños notas de color en forma de contraste.



Este rododendro rosa llama la atención en medio de un mar de crema y blanco.


El mismo contraste en estas amapolas en color salmón.




Jardines exteriores con arriates mixtos de Allíum y Rosas.


Exterior del palacio con tejos recortados y borduras mixtas de vivaces.



Jardines italianos al inicio del lago Serpentine en Hyde Park, el parque más antiguo de Londres.


Escultura "El Arco" de Henry Moore en Hyde Park.



 En la mayor parte de Hyde Park la hierba está sin segar y en estado semisalvaje.
No lo recuerdo así en mis primeras visitas a Londres.


El conocido artista Christo está construyendo una gigantesca pirámide flotante en medio del "Serpentine lake"
con bidones vacio. Calculo que la pirámide truncada ya debe estar acababa en estas fechas.


Guardias a caballo de camino hacia Buckingham Palace.


Parterres formales en rojo y plata frente al palacio de Buckingham.


Pradera natural en las inmediaciones del palacio de Buckingham.

En Saint James Park los parterres mixtos lucen en todo su explendor. En la foto Sisyrinchium striatum
Una planta parecida al lirio, desconocida en España y extremadamente utilizada 
en los jardines ingleses.



Parterre mixto con Peonía, Digitalis y rosas.

Geranium, Rosas,  Digitalis, Sisyrinchium, etc.





Praderas naturales en el entorno del lago de Saint James.


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