jueves, 28 de noviembre de 2024

Visita al vivero Koju-en-Shohin en Kioto.

 

Bonsai extremadamente maduro de arce, tal vez  Acer buerguerianum, auqnue no estoy totalmente seguro.


 El año pasado, durante mi viaje a Kioto, visité el pequeño vivero de bonsáis Shohin cerca del Templo Toji-in, donde todos los 21 de cada mes hay un mercado de antigüedades de bastante consideración, en los patios del templo y alrededores. El vivero lleva por nombre Koju-en-Shohin

Bonsai de Dyospirus

Los bonsáis Shohin son miniaturas sofisticadas que destacan por su pequeño tamaño y su delicada belleza. Originarios de Japón, donde se cultivan desde hace más de mil años, los Shohin son aún más pequeños que los bonsáis estándar, generalmente midiendo un máximo de 20 centímetros de altura desde la base de su maceta. A pesar de su diminuto tamaño, estos árboles muestran toda la majestuosidad y la elegancia de sus homólogos más grandes. El cultivo no es fácil, ya que se requieren técnicas muy específicas para lograr su reducido tamaño y su supervivencia a largo plazo. Aun así son muchos los árboles que se pueden cultivar de este modo y se incluyen tanto árboles de
Bonsái de Piracantha.

hoja caduca como perennes, desde arces japoneses a enebros o pinos, árboles frutales: cerezos, naranjos, kakis, etc. Incluso hay rosales en miniatura que son una preciosidad. El vivero no es muy grande y está en plena ciudad, en un patio en torno a una casa. La entrada es libre ya que casi todos los bonsáis de las estanterías están en venta. 

 El dueño es un afamado criador de este tipo de bonsáis, el maestro Tomohiro Masui y su hijo. Una vez al mes, en fin de semana, incluso imparten cursos sobre el cultivo de estos arbolitos. Tengo que reconocer que el maestro estaba allí cuando visité el vivero, pero no parecía muy amistoso cuando comencé a hacer fotos por todas partes. Supongo que es normal, ya que está harto de ver turistas como yo sin obtener ningún beneficio. Por desgracia no se pueden transportar bonsáis fuera de Japón sin un permiso de exportación, con lo cual como turista no puedes comprar ninguno, y lo cierto es que algunos arbolitos no muy maduros tenían un precio muy asequible y de buena gana me hubiera traído uno. Pasé ganas de hacerle alguna pregunta pero no parecía estar de buen humor y se mantenía a distancia.


Diferentes tipos de bonsais de Arces y Enebros.



Estas Lagestroemias de hojas ya rojizas valen unos 30 euros, un precio muy asequible.

Estas son algunas algunas de las características de un bonsai Shohin según un folleto sobre su cultivo:

 • Requieren un riego frecuente debido a su reducido volumen de sustrato. Es importante mantener el suelo húmedo pero no empapado, ya que el exceso de agua puede causar pudrición de las raíces.

 • Los árboles deben desarrollar una apariencia madura y natural. Diversidad en miniatura: dentro de los Shohin, encontramos una increíble diversidad de especies y estilos. Desde pinos japoneses (Pinus thunbergii) hasta arces (Acer palmatum), estas pequeñas maravillas pueden realizarse con casi cualquier tipo de árbol. 

• Arte de precisión: el cultivo de bonsái Shohin requiere una precisión casi quirúrgica. Cada poda, alambrado y riego debe realizarse con un cuidado meticuloso para asegurar que el árbol se mantenga saludable y mantenga su estética.

 • Valor y rareza: algunos Shohin pueden llegar a ser muy valiosos, especialmente aquellos que han sido cultivados durante muchos años o que pertenecen a especies raras. La combinación de tamaño reducido y su alta demanda ha hecho que estos bonsáis sean muy apreciados por coleccionistas.

 • Fácil de transportar: una de las grandes ventajas de los Shohin es su facilidad de transporte dado su pequeño tamaño. Así cualquier aficionado puede llevarlos de un lugar a otro sin esfuerzo.


 Aquí os dejo una muestra de fotos de esta visita. He incluido algunas fotos de Internet para que podáis apreciar el tamaño real y la belleza de estos árboles. No he podido saber la especie de algunos de los árboles de la exposición del vivero ya que no tienen nombre y tampoco me decidí a preguntarlo al dueño que se mantenía a distancia. Espero que os gusten.



Cuesta hacerse a la idea por las fotos de que la mayoría de los platos cogen en la palma de una mano. En primer término Piracantha y Loropethalum.





Diferentes tipos de cítricos con fruta.



Creo que son Lagrestroemias. Este arbolito o arbusto de origen indio tiene una hoja pequeña y un tronco muy atractivo además de una buena coloración otoñal. Excelente para bonsái.



Cítricos y Pinus nigra entre otros.



Arbolitos con bayas desconocidos.



Cerezos ornamentales ya con troncos muy bonitos y de poco más de 10 centímetros. Valen unos 60 euros.



Creo que son Olmos chinos (Ulmus parvifolia)



Podría ser Cotoneaster franchetti, pero no estoy seguro. Los arbustos que producen bayas en otoño son algunos de los más apreciados y, algunos, "relativamente" fáciles de convertir en bonsáis.




Creo que son dos granados enanos. Están marcados en uno 220 euros. El granado es excelente para hacer bonsáis.


Diferentes tipos de Arces japoneses.



Dos arces viejísimos casi sin hojas. Probablemente el Arce tridente.


Más granados y membrilleros chinos.


Muchos de estos arces apenas miden 10 cm y cogen en la palma de una mano.



Este rosal silvestre con flores bayas es diminuto, lo que no se aprecia bien en la foto.




Este arbusto con bayas de  color malva podría ser una Callicarpa bodinieri. Está marcado en unos 50 euros, lo que parece un precio muy asequible.



Un Gingko bilowa, más rosales silvestres y Pinus nigra.



Este arbolito podría ser un Dyospurus o un Crinodendrum. Si alguien lo sabe me gustaría que lo comunicara.


Creo que son Chaenomeles japónica (membrillero japonés). Dicen que es uno de los bonsáis más valioso por su floración y sus bayas, aunque uno de los más difíciles a pesar de que crecen muy rápido. Necesitan una poda exaustiva.


Precioso y diminuto arce japonés, extremadamente valioso.


Bonsái shohin de Enebro.


lunes, 11 de noviembre de 2024

Primeras Jornadas de Puertas Abiertas de Otoño en el Jardín de la Barrosa.

 


Paisaje otoñal en la Barrosa.

El pasado fin de semana, tal como había anunciado con anterioridad, abrí por primera vez el jardín de la Barrosa al público para que todos pudieran disfrutar de los colores del otoño. Mi intención principal era dar a conocer la singularidad y la belleza de los arces japoneses, que en esta zona de la montaña asturiana son bastante desconocidos para la mayoría de la gente. Para ello había preparado una muestra didáctica con algunos paneles con información sobre estos árboles y su importancia y significado en la cultura japonesa, una muestra de arbolitos de bonsáis y arces germinados de semillas, tipos de sustratos para utilizar con estas plantas y hasta una pequeña venta de semillas con instrucciones claras para su germinación.

 


Contraste entre el dorado del Acer palmatum Sango Kaku y Bloodgood en rojo.

El sábado hice una charla coloquio a la que asistieron un grupo pequeño de personas interesadas en éstos árboles, y a la tarde visitaron el jardín un buen número de personas de varias partes de Asturias. Me sorprendió que algunos de los visitantes se desplazaron desde Gijón, Pola de Laviana y otros pueblos de Asturias. En contraste no hubo mucha asistencia de los pueblos de los alrededores, que era de donde más visitas esperaba. Quizás no se enteraron o el mal tiempo desanimó a mucha gente. El domingo abrí el jardín durante la mañana, y a pesar de que llovía a chuzos también se acercaron un buen número de personas, la mayoría también de otros lugares.

 


Muestras de hojas de los arces de la Barrosa.

Este año el calor de las dos semanas anteriores no fue muy bueno para la coloración de las hojas y, de alguna manera, ha distorsionado el proceso normal de cambios de color, ya que mientras en algunos arces las hojas se secaron antes de tiempo, otros permanecían  aún verdes como si estuviéramos en verano. Está claro que el cambio climático está influyendo en muchos de los procesos normales de las plantas, desde las floraciones hasta el reposo antes del invierno. No tengo ni idea que puede pasar dentro de unos años. Los arces japoneses llevan evolucionando durante siglos y están acostumbrados a una climatología determinada. Son árboles bastante resilientes pero el calor les afecta sobremanera y llevan muy mal la subida de las temperaturas. Hace unos pocos años, un verano extremadamente cálido en Inglaterra, hizo que las hojas de miles de arces se secaran en pleno Agosto dejando los árboles casi desnudos pero, por lo que he leído, parece que la mayoría se recuperaran bastante bien al año siguiente.

 

Quiero dar las gracias  a todos los que se acercaron por aquí este fin de semana y espero que hayan disfrutado de la belleza de estos arbolitos símbolo de la cultura japonesa. Os dejo unas fotos de la Barrosa en estos días. Espero que os gusten.



Arce y Crisantemos.




Exposición de pre-bonsáis y arces de Semilla.




El Gingko comienza ahora a cambiar de color.



El segundo Acer palmatum Sango-kaku al lado del tejo en forma de pirámide.


Hojas rojas en entre la hierba.


Parterre circular del cedro.




Vista parte central del jardín.



Muestra de sustratos para cultivo de arces.


Paneles con información sobre los arces japoneses.



Desde el mirador.





Mirando hacia la montaña.



Pequeño arce de semilla en la pumarada.





Desde la terraza.



Blanco, amarillo y rojo.



A través de las ramas de arce.


Hojas de Osakazuki.




La fuente de las caras.



Acer palmatum Osakazuki.



Arces en rojo a arbustos de Hibiscus en amarillo.


























Acer palmatu base y Bloodgood.




En este pequeño parterre un cerezo japonés enano.



La salvia amistad aún sigue floreciendo el este parterre.




Cornus controversa variegata.


El estanque.