La ciudad de Rio de Janeiro desde el Corcovado |
Jardines en la Praça París (Rio de Janeiro) |
Rio de Janeiro, como todas las
grandes ciudades brasileñas, impone bastante por su enorme tamaño y por las múltiples
“leyendas urbanas” de violencia e inseguridad para el visitante, pero lo cierto
es que los pocos días que pasé en un hotel de Ipanema y los recorridos que hice
por la ciudad, casi siempre en transporte público, no tuve ningún contratiempo
y más bien me pareció una ciudad amable y de una enorme belleza. Eso sí, fui bastante
cauto y no me alejé de los lugares turísticos recomendados. Tampoco estuve
mucho tiempo: un par de días a la llegada y otros dos al regreso. En aquella
época aún no había nacido mi interés por la jardinería así que ni siquiera
visité su Jardín Botánico que es uno de los mejores de América. Una pena. Hice
los recorridos habituales del Pan de Azucar y el Corcovado con sus magníficas
vistas de la ciudad y sus diferentes barrios. Visité un par de museos, el
centro histórico, algunas de las playas y paseos y creo que no tuve tiempo a
más. En el viaje anterior había conocido a una pareja joven de médicos
portugueses que trabajaban en Río, conducían un todo terreno blindado por miedo
a los secuestros y me llevaron a cenar a uno de los lugares más lujosos de la
ciudad. Me bastó un día para ver con mis propios ojos el abismo que separa la
gente pudiente del resto, por no decir del millón y medio de personas que viven
hacinados en las favelas que envuelven toda la ciudad, incluyendo los barrios
más ricos.
En el mirados del Pao de Azucar |
A día de hoy Río sigue siendo la
segunda ciudad más grande del país y se les estiman unos 14 millones de
habitantes. Fundada en el siglo XVI, fue la capital del país durante el imperio
portugués desde 1808 a 1822 y luego capital de Brasil hasta 1960 cuando se trasladó
la capitalidad a Brasilia. A pesar de que su crecimiento se detuvo un poco durante
el cambio de capital, Rio continúa siendo uno de los principales centros
económicos, culturales y financieros de Brasil constituyendo el segundo mayor
aporte al PIB del país.
Copacabana. |
A pesar de la belleza de la
ciudad, Brasil es mucho más que sus grandes ciudades, y uno se encuentra mucho
más a gusto y mucho más seguro en cualquiera de sus pequeños pueblos o ciudades
de provincia, bien sea en la costa o en el interior, además de visitando sus
grandes paisajes naturales. Dos días después salía para Ouro Preto a 400 kilómetros
de distancia, y a siglos de distancia en todos los aspectos.
A la llegada aún época de lluvias, la playa de Ipanema vacía. |
Desde el hotel en Ipanema, se aprecian las favelas en la colina |
Visitando el Museo de Arte Contemporáneo Niteroy, de Oscar Niemeyer. |
Para visitarlo hay que ir en barco al otro lado de la bahía. |
La ciudad desde el barco. |
Teleférico al Pao de Azucar. |
Vista desde el Pao de Azucar. |
Vistas de diferentes barrios de la ciudad. |
Iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso, barrio centro. |
Palacio Museo de Bellas Artes. |
Centro histórico de Rio de Jnaeiro con grandes edificios coloniales y del XVIII. |
Rascacielos al lado de casas del XIX. |
Catedral Metropolitana de Rio de Janeiro del arquitecto Edgar de Oliveira de Fonseca, construida en forma de pirámide de 96 metros de altura. |
Interior de la moderna catedral |
Parque en el centro de la ciudad. |
Subiendo al pequeño tren que lleva al Corcovado |
Vistas desde el Corcovado. |
Estatua del Cristo Redentor en la cima del Corcovado de 36 m. de altura y mil toneladas de peso fue construido entre 1926 y 1931 por el ingeniero Heitor da Costa Silva. |
Playa de Ipanema. |
Paseo de la playa de Ipanema. |
Al regreso la playa está a tope en un día de sol. |