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Cerezos en flor en el Jardín de la Barrosa. |
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Flores de una manzano ornamental. |
Me emociona comprobar, al regreso, que todo
sigue en su lugar y las plantas han comenzado a despertarse. No hay duda de que
los inviernos son cada vez más cálidos en todas partes. Este año, por primavera
vez en mucho tiempo, la nieve no ha llegado a la Barrosa –al menos no todavía- y se ha que quedado en las montañas. No sé si
esto es un hecho pasajero o si será así ya a partir de ahora. Nadie puede
decirlo. Lo que sí está claro es que esto hace que las plantas, incluyendo los
frutales, florezcan antes de tiempo y esto no es bueno para nada. Tampoco ha
llovido lo necesario y la sequía comienza a alcanzar zonas del país que antes
era impensable. Sin embargo, la naturaleza sigue su camino como si nada hubiera
pasado y todo hace pensar que las cosas seguirán igual por mucho tiempo, o tal
vez no. Esta semana anuncian muchas lluvias y nieve, pero últimamente las
previsiones meteorológicas se cumplen solo a medias en muchas partes de
Asturias, especialmente en el interior.
Narciso "Thalia" uno de los más duraderos.
Quizás fuera por la calidez de un
invierno inusual, los cerezos y otros árboles frutales tempranos han florecido
con auténtica fuerza y lucen magníficos entre el verde esmeralda de los prados.
Casi al mismo tiempo florecen también los ciruelos, incluidos los japoneses,
los perales y algún manzano temprano. Es tiempo también de narcisos y de los
primeros tulipanes. Hace tiempo que he dejado de plantar tulipanes ya que salen
de forma muy irregular porque algunos animalillos se comen los bulbos durante
el invierno y son muy pocos los que permanecen al año siguiente así que los
pocos que se ven se han naturalizados de años anteriores. Los narcisos son algo
más agradecidos, aunque si llueve, terminan por caerse por todas partes. También
comienzan a despuntar un par de camelias que planté hace unos pocos años,
después de varios fracasos, y mis dos magnolios estaban espléndidos cuando
llegué hace unos días. Mientras casi todos los arces han comenzado a brotar sus
hojas, demasiado pronto, ya que cualquier helada tardía se las puede llevar en
una noche. El jardín de la Barrosa va madurando con ligeros cambios que solo se
ven a largo plazo.
Helleborus oriental, otra planta que nunca falla en la Barrosa.
En el invernadero sigo germinando
una nueva tanda de semillas de plantas perennes y algunas herbáceas. Algunas de
las que he plantado estos últimos años han terminado por desaparecer, o no
cumplen con lo esperado, así que sigo buscando esa planta de diez que se adapte
al clima y florezca de forma interminable durante mucho tiempo. He hecho algunos
cambios en la parte baja del jardín. He eliminado otro árbol grande para que
entre más sol y he alargado uno de los parterres. El jardín aún no está acabado,
pero casi. Pronto alcanzará la forma definitiva y dejaré de añadir nuevos
parterres. Ya no puede crecer más. Espero que os gusten estas fotos de inicio
de primavera en la Barrosa con esas magníficas flores blancas de árboles
frutales en flor.
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Floraciones compactas de un manzano |
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Los parterres del huerto comienzan a despertar. |
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Narcisos en la parte baja del jardín. |
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Floración de un ciruelo salvaje. |
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El pequeño ciruelo japonés (Prunus incisa "Kojo no mai") que planté hace un par de años. |
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Camelia y tulipanes. |
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Parterre junto a la casa con Primulas y Alissum saxatile. |
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Parterre del huerto con plantas perennes y arbustos. |
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Algunos Tulipanes en este parterre. |
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Junto al estanque, Bergenias y Sedum palmierii. |
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Tulipanes y Narcisos.  |
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Forsythia y Heleboros. |
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Arces japoneses con hoja nueva. |
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Otra camelia entre arbustos. |
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Magonlio liliflora y Arces japones "Blodgood". |
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El arce de la derecha con hoja amarilla es "Umo Yama".  Parterre junto al invernadero con algunos tulipanes "Purissima".  |
