jueves, 25 de marzo de 2021

En Marzo florecen los Magnolios y los Narcisos.


Magnolio Soulangena y Prunus Pisardii.


La primavera camina con una lentitud exasperante. Después de dos días donde el termómetro casi alcanza los 20 grados, en los dos siguientes el frío impera de nuevo y durante la noche se suceden un par de heladas que convierten las flores de los magnolios en algo similar al corcho quemado y las hojas de las hortensias recién nacidas se quedan chamuscadas e inservibles. Así son las cosas aquí en la Barrosa.



Narcisos y Ericas en torno a un árbol.


Narciso Thalia, para mí uno de los más elegantes.


Lo único que ha traído de bueno el coronavirus es que a muchos nos ha llevado a pasar más tiempo en los pueblos, cosa que antes no hacíamos. De repente nos ha venido un deseo insaciable de rodearnos de naturaleza, de cosas verdes, de aire fresco y de tener el rostro libre de mascarilla y de ataduras sociales y casi nos parece un privilegio vivir como un anacoreta en la casa del pueblo con un montón de tiempo libre (los jubilados, claro). Tiempo libre para darle vueltas al jardín es lo que he tenido este año y la Barrosa parece haber rejuvenecido. Ya hablé en una entrada anterior de que la eliminación de varios árboles grandes que creaban demasiada sombra en la parte baja dio como resultado la oportunidad de construir dos parterres nuevos que ahora inunda el sol, lo que permitirá que las plantas de flor crezcan de nuevo. Construir un parterre nuevo lleva su tiempo, ya que en el norte hay que separarlos con bordillos del resto del jardín, quitar la hierba, cavar la tierra y prepararla con mantillo para las nuevas plantas. En eso ando ahora. También he mandado podar todos los árboles frutales con el fin de rejuvenecerlos y darles una nueva oportunidad.

 


En los prados es el momento de los Dientes de León (Taraxacum officinale) que crea alfombras de intenso color amarillo.

El invernadero está a rebosar de plantas perennes que he germinado de semilla y que llenarán los nuevos parterres en verano. También he realizado varias labores de bricolaje que llevaban años esperando una oportunidad. Por último, he hecho una pequeña plantación de arándanos (10 plantas) que me llevó bastante tiempo. El cultivo de arándanos no es fácil. Especialmente en un lugar donde la tierra no es ácida sino todo lo contrario. Hay que preparar la tierra con bastante tiempo y plantarlos con un bordillo alto, una especie de caja, donde añadir sustrato ácido cada cierto tiempo. Veremos qué resultado da. De momento las plantas están hermosas y en plena floración. Algunas de estas cosas las veis en las fotos. Otras tendrán que esperar un tiempo. Los nuevos parterres estarán listos en unas semanas y ya hablaré de ellos en otra entrada. Aquí os dejo unas imágenes de estos días en la Barrosa. Espero que os gusten.



Los Prunus Pissardii florecen casi al mismo tiempo que los  Magnolios y sus pequeñas flores tienen una gran delicadeza.



Espectacular floración del Magnolio Soulangena.






Los arbustos de hoja perenne recortados mantiene la estructura del jardín en invierno.



Narcisos y Ericas entorno a un Nogal.





Narciso "White lion" y Primaveras.



Narciso "February Gold"



Dos arbustos de Forsythia intermedia.


Magnolio liliflora nigra.



Al fondo se ve ya el jardín sin dos grandes árboles. Ahí voy a poner dos nuevos parterres.


Narciso "Replete".


Estos Tulipanes son los primeros en florecer y llevan haciéndolo desde hace más de 1o años en el mismo lugar aunque es cierto que cada vez tiene menos flores. 



Forsythias, Berberis y Evonimos. Al fondo las montañas todavía con nieve.



Los Arces japoneses comienzan a crecer sus delicadas hojas, muy frágiles ante las heladas.






Veronica en azul y algunos tulipanes.



La hoja de este Arce japonés de color naranja cambiará varias veces de color antes del verde.



Veronica peduncularis "Georgia Blue", una planta rastrera muy buena para los bordes del jardín.



Mahonía Aquifolium en floración. Un arbusto muy interesante para zonas de sombra.



Las hojas de la Spiraea japónica "Goldflame" tiene un precioso color en primavera.


Comienza la floración de los manzanos ornamentales. Malus John Downie.



Mi plantación de arándanos.


Parterres en el huerto.


Alfombras de Dientes de León.



martes, 16 de marzo de 2021

Recuperación del Jardín de la Fonte Baixa. Luarca. Primavera 2021. Camelias.

 


Una vista del Jardín cerca de la casa.


Del jardín de la Fonte Baxa en Luarca, (Antiguo Jardín de Panrico), se han escrito montones de exageraciones, inexactitudes y alabanzas difíciles de creer, tanto en la prensa como en decenas de blogs y escritos en Internet. El jardín ha vuelto a aparecer en la prensa después de que, el año pasado, el Ayuntamiento de Valdés arrendara la propiedad y se propusiera recuperarlo y abrirlo al público como atractivo turístico para la zona. Esta semana, casi recién abierto, me he acercado hasta él para comprobar in situ su estado y ver su futuro desarrollo.


Desde cualquier parte del jardín se puede ver la villa de Luarca. Aquí entre rododendros.


Probablemente muchos conocéis la historia de este jardín, al que se etiquetó como el mayor y mejor botánico privado de Europa, y se exageró hasta la saciedad sus colecciones de decenas de miles de Camelias, Rododendros y árboles exóticos. Solemos decir en Asturias que “las cosas al cocer menguan” y esa es la realidad. Por poner algún ejemplo su extensión no es de 30 o 40 hectáreas como se dijo algunas veces sino de 10. Tampoco hay decenas de miles de camelias y árboles exóticos, pero si una buena cantidad de ellos. Por supuesto no es el mayor botánico privado de Europa. Hay muchas propiedades con jardines notablemente más grandes en Inglaterra y otros países. Lo cierto es que si puede que sea, o podría ser, uno de los jardines más notables de este país si las cosas cuajan y la propiedad, en venta desde hace unos años, es adquirida por la Comunidad o el estado, y se invierte una buena cantidad de dinero en su mantenimiento y mejora con personal cualificado. De momento el ayuntamiento de Valdés ha hecho el notable esfuerzo de poner un poco de orden en la marabunta selvática en que se estaba convirtiendo el jardín, después de una década de abandono. Se han cortado  cientos de árboles y se han podado casi todo lo que se podía podar. Se han abierto caminos y aligerado la cubierta vegetal que ocultaba las vistas del mar en muchas partes del jardín. También se han plantado cientos de hortensias y limpiado el arroyo y vaciado algunos de los estanques. Aún queda mucho por hacer pero es un buen comienzo.

 

Decenas de Camelias se han podado en esta ladera del mirador.


Magníficas Camelias en floración.

No hay duda de que este jardín es notable en muchos aspectos. Tiene una magnífica tierra ácida y nutritiva, ya que gran parte de los terrenos fueron anteriormente tierras agrícolas. Las vistas sobre el mar y la villa de Luarca son memorables casi desde cualquier lugar del jardín. La climatología suave y con abundantes lluvias hace que cualquier vegetal crezca de inmediato y, en muy poco tiempo, alcance proporciones inimaginables en otras partes, incluidas especies vegetales desde los trópicos hasta el Himalaya. El jardín posee además ya muchos árboles y plantas notables y un buen número de “atracciones decorativas” de mucho interés, aunque muy eclécticas y, a veces, de gusto dudoso. Uno de sus puntos fuertes es su gran colección de Camelias (dicen que unas 1.500 o más) de diferentes variedades que crecen con profusión. En estos momentos algo más de la mitad han recibido una poda severa ya que habían crecido de forma desordenada, pero en un par de años estarán de nuevo en todo su esplendor. En mi opinión la planificación del jardín se hizo de forma deficiente, y sobran unos cuantos miles de árboles de poco valor (sobre todo pináceas) que se utilizaron de relleno. También están de más algunas de las “atracciones decorativas” que se encuentran en muy mal estado, o se han hecho con materiales muy pobres. El jardín necesita a gritos alguien cualificado y con experiencia que dirija su futuro desarrollo, pero quizás lo más urgente es una decisión sobre la adquisición de la propiedad (que sigue a la venta por varios millones de euros). En mi opinión veo difícil que un ayuntamiento pequeño como el de Valdés pueda adquirirla, si no interviene la Comunidad o el estado. Si se deja marchar esta oportunidad se habrá perdido la posibilidad de tener algún día un espectacular jardín en uno de los lugares más hermosos de Asturias además de un recurso turístico de primera magnitud. Mi intención es visitarlo en las cuatro estaciones y ver su evolución y cambios. Tendréis información de esas visitas en el blog para todo el que desee verlas. Aquí os dejo unas fotos de esta primera visita de primavera.

 


Preciosa variedad de Camelia de dos colores.


Caminos recién construidos bordeados de grande arbustos de Camelias.



Algunos elementos decorativos se sostiene a duras penas.


El jardín se encuentra en una pequeñas meseta sobre las playas de Luarca.


Magníficos ejemplares de Camelias que adoran el terreno ligeramente ácido y la climatología.








En su momento álgido en el jardín debieron de crecer cientos de azaleas pero muchas se han deteriorado o han desaparecido.


Azaleas entre palmeras, una combinación poco común.


Los Rododendros también alcanzan un tamaño enorme. Muchos se han podado casi hasta el suelo. Esperemos que crezcan de nuevo.


Otra vista de Luarca entre bosques de Camelias.


Araucarias, Palmeras y Camelias. Al fondo el mar.





Aquí se aprecia la poda y corte de numerosos árboles.

 


El propietario del Jardín lo fue también de la casa de subastas de antigüedades Fortuny. Algunas están presentes en el jardín como esta estatua de origen italiano.


O este león de orígen desconocido.



Leones de terracota en una fuente renacentista.






Algunos elementos decorativos cerca de la casa están muy bien conjuntados con el paisaje como estos.







Fuentes y estatuas de diferentes países y orígenes.


Campanario de una iglesia como elemento decorativo.


Fuente sevillana y columnas medievales.


Entrada monumental y limoneros.




Casa y cúpula  a modo de cenador. 


La cúpula se ha deteriorado bastante y ya no luce como antes.





Vista de la ladera en forma de selva.


Otra fuente de origen antiguo con columnas renacentistas.


Un arroyo con varios estanques cruza el jardín en dirección al mar.


Camelia de enorme tamaño.


Estanque con nenúfares y cascada.


Azalea blanca en medio del bosque.



En uno de los miradores hay un conjunto de columnas romanas traídas de Rumanía.



Una última vista del puerto de Luarca donde se encuentra el jardín.