No, no se ha vuelto loco el tiempo aquí en el Norte y seguimos sin ver la nieve más que un poco en las montañas, pero es que no quería despedirme sin poner unas fotos de la Barrosa con nieve, aunque sea del año pasado. Me voy durante un tiempo al extranjero y seguiré con el blog a la vuelta. Para entonces ya habrán florecido los primeros bulbos de primavera. Al menos eso espero.
Es cierto que el tiempo está cambiando, aunque es difícil decir si esto es una fase más similar a los cambios habidos en el pasado o es ya definitivo. Todos sabemos que cuando éramos niños nevaba mucho más y aquí era normal pasar un par de meses hollando nieve por los caminos. Ahora solo lo hace de forma esporádica dos o tres veces al año y apenas dura unos días, pero es suficiente para que el tipo de arbustos y plantas de este jardín necesite soportar el peso de la nieve y el frío que conlleva. Por eso los arbustos y arboles de hoja perenne deben tener una forma recortada. Aún así suele haber algunos destrozos todos los años, especialmente cuando nieva en primavera, con la hoja ya crecida. Los magnolios y los arces son los que más sufren y es frecuente que se desgajen algunas ramas como pasó ya con la primera nevada, hace poco más de un mes. Las podas frecuentes ayudan a fortalecer las ramas y el tronco sin duda. Creo que un buen control de la poda es una de las principales destrezas del jardinero, y eso lleva su tiempo de aprendizaje. En general, en climas fríos y con nieve, la poda de arbustos y vivaces debería hacerse durante los meses de Noviembre y Diciembre -exceptuando los que florecen en primavera, claro está- y no dejarla para el inicio de la primavera, como se recomienda a menudo. Yo lo hago así y me parece que obtengo mejores resultados y evito la rotura de muchas ramas.
Por lo demás es obvio que la nieve transforma el paisaje y le da ese aspecto de cuento infantil, de belleza efímera, que a todos nos gusta, tal vez porque nos recuerda nuestra niñez. Incluso la gente que vive en lugares donde no cae la nieve siente ese mismo placer al contemplar un paisaje nevado. El año pasado, justo en la primera semana de marzo, nevó con absoluto abandono sobre la aldea y dejo esa magia blanca y algodonosa envolviendo las casas y los árboles durante un tiempo. Por suerte estaba allí con mi cámara para dejar constancia de ello. Espero que os gusten estas fotos y os refresquen un poco la nostalgia. Nos vemos a la vuelta.
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El jardín con nieve recién caída. |
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El invernadero y el huerto. |
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El estanque helado. |
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Caseta de aperos y arce japonés. |
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Hotel Cá´l Xabu en Cuérigo. |
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Calle de la Iglesia. |
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Rincón de Cuérigo. |
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Capilla de la Fragua. |
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Río Aller. |
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Entrada a la aldea. |
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Hotel Ca´l Xabu. |
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Hórreos y casas en Cuérigo. |
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La Barrosa. |
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Camino a la Barrosa. |
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Vistas del pueblo desde la Barrosa. |
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Manzanos en la Barrosa. Al fondo el pueblo de Cuérigo. |