En la jardinería, como todo en esta vida, algunas plantas pasan de moda durante un tiempo, nadie sabe muy bien porqué, para reaparecer años después. Algo así les ha pasado a los claveles que, más que nada, ya solo los vemos como planta de flor cortada en las floristerías, que hacen su agosto durante el Día del libro o el de Difuntos, por decir solo algunos.
Sin embargo, últimamente han sido sobre todo los bazares chinos los que popularizado la venta de plantas de clavel baratas, en pequeñas macetas, para llevar a casa y colocar en un balcón, o en una ventana. A menudo el destino de esa planta, tras florecer durante un tiempo, suele ser la bolsa de la basura, esa es la realidad.
Los claveles son, todo el mundo lo sabe, un enorme negocio en el mundo de la floristería, y se crían en gigantescos invernaderos industriales, a veces en países lejanos, para transportarlos en aviones refrigerados hasta los mercados europeos o americanos. Como las macetas de los bazares chinos, tras pasar unos días en un jarrón, lo más probable es que también termine en la bolsa de la basura.
Sea como sea, ya casi no se ven claveles en los jardines y es una pena porque es una planta muy agradecida, muy fácil de cultivar y que, en el caso del Dianthus cariophyllus, mantiene su interés incluso el resto del año.
Desde que comenzó mi interés por las plantas perennes, en el jardín de la Barrosa cultivo dos tipos de Dianthus y dentro de sus diferencias mantienen la floración durante gran parte del verano.
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Clavel silvestre en una zona de rocas |
Dianthus cariophyllus (clavel común)
Es el clavel que todos conocemos, el más parecido al que se vende en las floristerías. Es una planta perenne de hojas estriadas y de un color gris-azulado. Es originaria de todo el sur de Europa y aquí tenemos variedades que nacen de forma natural en roquedales. Se reproducen con mucha facilidad de semillas o por esquejes. Mi experiencia es que los de flor sencilla son más fragrantes y la floración resulta más larga -de 4-6 semanas-. Necesitan un suelo bien drenado y agradecen algo de riego durante el verano. Tras la floración conviene podarlos de inmediato para que la mata adquiera una forma agradable o incluso una segunda floración más escasa en otoño. No tienen problema con el frío o las heladas. Algunas matas necesitan sujeción ya que sino se desparraman sobre las demás plantas ahogándolas. Aquí os dejo unas fotos:
Dianthus barbatus (clavel del poeta)
No he logrado encontrar ninguna información de porqué recibe ese nombre. Su aspecto es muy diferente del anterior ya que florece en forma de cabeza con múltiples florecitas pequeñas. Dicen que es bianual o perenne de corta duración aunque las mías ya llevan 3-4 temporadas. Se cultivan muy bien de semilla aunque el primer año no suelen dar flores. Cada planta suele producir cabezas de diferentes colores, al menos las que yo tengo en mi jardín que proceden de una paquete de semillas comprado en Lidl. No requieren ningún cuidado especial, aunque si agradecen el riego. La floración es bastante larga y sigue produciendo cabezas de flor nueva hasta el otoño. La mata es más baja que la del clavel común, con lo cual se sustentan con facilidad y se pueden colocar en la parte frontal de los parterres sin problemas. Combinan muy bien con "gauras" como las de la foto de abajo.