lunes, 30 de agosto de 2021

Hortensias en el Jardín de la Fonte Baxa ( y una reflexión sobre el futuro del jardín), Luarca. Verano del 21.


Hortensias en plena sombra en el Jardin de la Fonte Baxa.

Esta semana hice una nueva visita al Jardín de la Fonte Baxa, del cual hablé en una entrada anterior, y que hace unos años se consideraba unos de los jardines recientes más grandes de Europa. Tras morir el propietario y quedar abandonado durante más de 15 años, el Ayuntamiento de Valdés arrendó el jardín a la actual propietaria durante un año, con el fin de abrirlo al público. Cuando lo visité en la primavera de este año, varios obreros del Ayuntamiento llevaban meses cortando árboles caídos, podando miles de camelias que habían crecido fuera de control, abriendo caminos para poder circular, desbrozando zarzas y poniendo un poco de orden en lo que era un bosque casi impenetrable. En abril de este año estaban plantando miles de hortensias en las laderas recién desbrozadas para crear puntos de atracción de cara al verano.

 


Fuente ornamental con hortensias en la parte posterior.

En junio los periódicos dieron la noticia de que el Ayuntamiento de Valdés acababa de comprar por 260.000 euros la mitad del jardín y se comprometía a comprar el resto (excluyendo la vivienda y su entorno) por una cantidad similar en los próximos años. Sin duda es una buena noticia. Dado que el jardín ocupa más de 10 hectáreas de terreno próximo al mar y en un lugar excepcional sobre la villa de Luarca, el precio parece casi ridículo. Tras visitar el jardín esta semana, está claro que las cosas han cambiado un poco y que el Ayuntamiento ha hecho todo lo que ha podido, pero si no hay una inyección de dinero grande por parte del gobierno autonómico, el jardín nunca llegará a estar a la altura de un jardín europeo de similares características y se habrá desaprovechado una oportunidad única de tener un jardín de cierto nivel además de un gran atractivo turístico. Galicia ha creado su ruta de las Camelias con gran éxito. En Asturias se podría crear una ruta de jardines similar, juntando el Jardín Botánico de Gijón, los jardines del Palacio del Pitu, este de la Fonte Baxa de Luarca y algún otro jardín privado de la costa, que los hay, pero parece que ninguna consejería del actual gobierno tiene el más mínimo interés en desarrollar algo similar. La jardinería en esta región continúa siendo una labor menor, cosa de tener cuatro macetas y un par de manzanos cerca de la casa -de los que se ocupa la mujer-, que es lo que se ve en muchos chalets y casas recientes con finca, bien en los alrededores de las ciudades o en los pueblos. Sin embargo, si vemos las antiguas “casas de indianos” o las llamadas “casonas asturianas” de familias más o menos pudientes, de siglos pasados, entonces sí había una tradición de tener un buen jardín en torno a la casa, a menudo con especies exóticas , porque eso daba carácter y era motivo de orgullo y estatus para el propietario de la hacienda.

 


Comedero de granito usado como motivo decorativo. Al fondo la ciudad de Luarca.

Volviendo al Jardín de la Fonte Baxa, es cierto que se han restaurado algunos de los elementos arquitectónicos del jardín. Las camelias recién podadas comienzan a recuperar su forma, pero los miles de hortensias recién plantadas permanecen casi ocultas por la maleza y las zarzas que han crecido de nuevo. Se necesita una enorme labor para conseguir desenraizar el sotobosque de zarzas y malas hierbas que oculta cualquier cosa que se plante de nuevo. Permanecen las hortensias antiguas y resulta asombros la variedad de colores que se consiguen en este sustrato ácido formado por un subsuelo de pizarras mineralizadas que permite este asombroso crecimiento de las variedades de plantas que necesitan este tipo de sustrato: azaleas, rododendros, camelias, hortensias, etc. Hay pocos lugares similares donde se pueda crear un jardín con este tipo de plantas. Si añadimos a esto la climatología suave y la humedad constante que proporciona la cercanía del mar, la conclusión es que no se podría encontrar otro lugar mejor para hacer un jardín. Inglaterra acaba de invertir 35 millones de libras (40 millones de euros) en su nuevo jardín de Bridgewater cercano a Manchester, y se espera que genere 15 millones a la economía local cada año. Aquí mendigar un solo millón para un jardín parece cosa imposible. ¡Que inventen otros…! Aquí somos diferentes.


Mesa de piedra y cruceiro al lado de hortensias ya secas.


Camino escoltado de hortensias.



Elementos de piedra en una parte de jardín aún sin desarrollar.


La llamada pirámide es un elemento ornamental rodeado de una pequeña laguna ahora seca.


Vista de Luarca desde el jardín, con el cementerio y su ermita de la Virgen Blanca al fondo. 


Vista de playa de Luarca desde el jardín.


Este puente cerca del estanque se ha restaurado y pintado.



También se ha restaurado este mirador de hierro forjado.


Aspecto actual de la casa del Jardín de la Fonte Baxa.



Entrada monumental a uno de los paseos cerca de la casa.



La variedad de colores azules y malvas es ciertamente notable y muy difícil de conseguir.



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Nunca había visto este color azul cielo en una hortensia con anterioridad.





En algunos lugares la maleza casi oculta las hortensias.



Columnas de un templo romano en la parte más alta del jardín, mirando al mar.



Estanque.


Este drago es una muestra de lo benigno del clima en esta zona.


Otro de los paseos en mejores condiciones.


Gruta y escultura en una zona casi salvaje dle jardín.


Se han plantado hortensias entre la hierba que casi no se ven aún.


Fuentes y otros elementos ornamentales.






Estas hortensias crecen en el cercano pueblo de Somao, famoso por sus casas de indianos. Aquí el sustrato no es ácido así que la mayor parte de las hortensias son blancas o rosadas.





Hortensias a través de las verjas de las casa de indianos de Somao.




Hórreo rodeado de hortensias.






martes, 24 de agosto de 2021

Pueblos de Aller: Serrapio y su extraordinaria iglesia de origen románico.

 


El 23 de Mayo de 1966, la real Academia de Bellas Artes, aprueba un dictamen de la Comisión de Monumentos en el que se recomienda la declaración de la iglesia de Serrapio, en el concejo de Aller, como Monumento histórico artístico.

Según la ponencia presentada por D. Luis Menéndez Pidal: la iglesia de San Vicente de Serrapio, situada en el Concejo de Aller, se asienta sobre lo alto de una colina que se alza a un costado de la carretera, ya próxima a Cabañaquinta, bordeando el angosto desfiladero por donde corren las aguas del río Aller. Su espléndido emplazamiento, rodeado de verdes praderías cubiertas de espesos bosques milenarios, componen aquel bellísimo lugar, consagrado posiblemente a los dioses antes de la cristianización de Asturias como es frecuente en otros muchos lugares donde hoy se encuentran muchas iglesias españolas. Nuestra sugerencia tiene por base la curiosa lápida funeraria dedicada a Júpiter hallada entre los muros del templo, que dice: IOVI. OPTIMO £T, MAXSVMO SACRVM. ARRO NIDAECI. ET. COL IACINI PRO. SAL VTE. SIBE ET SV IS. POSVERUN. Que viene a decir: «A Júpiter Optimo y Máximo, levantaron esta ara en demanda de protección para sí y para los suyos, los Arronio, hijos de Dacio y sus colonias o allegados.


Lápìda funeraria dedicada a Júpiter encontrada en la iglesia.
Pasarían aún casi 20 años hasta que la declaración de monumento se hizo efectiva en 1983 y casi otros tantos hasta que se iniciaron las obras de restauración de la iglesia, durante las cuales se hicieron unas someras excavaciones que confirmaron la presencia humana en el lugar desde casi la Edad del bronce. Lo que hoy vemos son las huellas que fueron dejando el paso de los años en esta preciosa iglesia que guarda una lápida de época romana, restos prerrománicos en la factura de las naves y en el ábside, unos excelentes capiteles románicos, pinturas medievales y sucesivas remodelaciones y ampliaciones hasta bien entrado el siglo XVIII. Del bosque milenario que la rodeaba ya no queda nada, pero el emplazamiento y las vistas desde el lugar hacia el valle del río Aller son tal como describe Menéndez Pidal en el inicio de su ponencia. A un lado el pueblo de Soto y su extensa vega con su torre medieval de la que hablé en una entrada anterior y al otro el puerto de San Isidro y el emblemático Pico Torres coronando la cadena de montañas que nos separa de León. Sin duda uno de los lugares más extraordinarios para ver y sentir la historia de este concejo tan olvidado.


Por debajo de la iglesia se extiende el pequeño pueblo de Serrapio, quizás posterior a la construcción originaria de la iglesia, que debió de ser un lugar de reunión y peregrinaje para los habitantes del concejo durante la época medieval.  El pueblo debió de tener una buena época de actividad económica hacia los siglos XVII y XVIII como lo confirman la existencia de varias casas solariegas de buen tamaño y factura (El Castañiu, La Rectoral, etc.) además de un importante número de hórreos. Hay buena pradería alrededor y la vega junto al río debió de ser muy fértil. Hoy se han restaurado algunas de estas casas y un par de ellas se han convertido en hoteles rurales.  También se mantienen en pie y en buenas condiciones numerosos hórreos, lo cual es casi un milagro. Sin duda el turismo generado alrededor de la iglesia ha sido un factor importante en la conservación de este pequeño pueblo que muestra con orgullo sus huertos y casas bien cuidadas. Un ejemplo para otros pueblos de esta zona. Os animo a visitar este precioso pueblo y su iglesia. El Ayuntamiento de Aller también organiza visitas guiadas gratuitas, varios días a la semana, durante el verano. Cualquier momento es bueno para visitarlo, aunque tal vez el otoño sea  el mejor momento para sentir la belleza del paisaje y del entorno.


La iglesia de San Vicente de Serrapio levantada en un cerro y rodeada de bosques y praderías.



Interior de la iglesia con el ábside central y dos capillas laterales decoradas con pinturas.


Las pinturas del ábside, de factura medieval fueron repintadas numerosas veces a lo largo de los siglos.


Los dos capiteles que coronan las columnas son de una enorme belleza. En este se representa una sirena de dos colas amamantando a otra. La acompañan un grifo y un basilisco. Representan el mal y el pecado.


En este segundo capitel Sansón pelea con un león escoltado por una harpía y un soldado con cota de malla.


Lápida fundacional incrustada en la sacristía. El presbítero Gagius hizo la basílica. Fue hecho a mediados de julio en la Era DCCCCLXXXII (año 944) Mellitus hizo.



El techo de la nave principal es de madera, probablemente del XVI o XVII.


Puerta de entrada al templo.


La pila bautismal es otra pieza románica de gran interés con decoración de rombos y sogueado.



Todas estas lápidas incrustadas en una pared de la sacristía fueron encontradas durante una reparación  por el párroco D. Pedro Zapico entre 1880 y 1886



Antigua sacristía medieval con decoración geométrica en la bóveda y paredes.



Dos de los canecillos exteriores muestran un atlante y dos gemelos que miran en direcciones opuestas.



El gran porche que vemos al frente de la iglesia fue construido en el siglo XVIII.



Desde el alto donde está emplazado la iglesia se contempla el valle del río Aller y el pueblo de Soto con un castillo de origen medieval.


Parte central del pueblo de Serrapio.


Huertos y casas  bien cuidadas en el pueblo.





Un buen ejemplo de Casona del siglo XIX con corredor y solana.






Hórreo de buena factura y conservación con pegollos de madera.



Vista del pueblo recostado en una ladera. Al fondo se ve la cada de la Rectoral con un pequeña capilla al lado.


Panera con corredor corrido y grandes pegollos de piedra incrustados en una pared posterior.


Otra buena casona con el corredor muy modificado.


En la parte baja del pueblo hay otro conjunto de casona y hórreo muy bien restaurados.


Imponentes hórreos de recias vigas de castaño.






Aperos de labranza abandonados debajo de un hórreo. En primer término una carreña para el transporte del "cucho" -abono- a los prados y huertos.



Dos vistas del pueblo de Serrapio con sus huertos y casas.






Esta preciosa fuente al lado de la capilla de   fué donada por el magistrado D.Pedro Ordóñez de Campomanes en  1876 "para beneficio de sus paisanos" según inscripción. Al lado la ermita de Santa Rita de Cassia.