martes, 29 de marzo de 2022

Villa de la Orotava, Tenerife, un paraíso de jardines y arquitectura colonial.



Un pequeño trozo del centro de la Orotava desde los jardines del Liceo Taóro.

El valle de la Orotava se asemeja bastante a ese Jardín de las Hespérides que la mitología griega situaba en estas islas, al menos para mí. Ciertamente hay pocos lugares más hermosos en todo el archipiélago. Un lugar donde abunda el agua y la tierra es tan fértil que puede producir hasta 4 cosechas de patatas en el mismo año. Eso me dijeron cuando llegué aquí en los años ochenta. Cuarenta largos años después, la villa ha crecido hasta ocupar gran parte del valle que se extiende desde el Puerto de la Cruz y el mar hasta la falda del Teide, pero continúa siendo de una belleza abrumadora y más aún cuando se han abierto al público los Jardines del marquesado de la Quinta Roja, los del Liceo Taóro y muchas palacios, casonas y antiguos molinos se han renovado y se pueden visitar. La pequeña ciudad rezuma belleza en medio de ese clima tan benigno y suave que parece casi un prodigio en medio del invierno peninsular. Camino por sus calles y plazas, casi hechizado, intentando estrujar la memoria de todo ese tiempo olvidado. La pequeña placita con el quiosco donde veníamos a tomar café en los recreos aún sigue igual, también la enorme iglesia barroca de la Concepción, pero el Instituto donde daba clases ha desaparecido. Ya hay otros nuevos en diferentes lugares, alejados del centro. La plaza del Ayuntamiento donde choqué con el coche del alcalde al dar marcha atrás, está en obras. En cuanto a los alumnos….., si me cruzara con alguno por la calle, probablemente nos los reconocería. Ha pasado demasiado tiempo.

 


Plaza con casa antiguas al lado de la iglesia de la Concepción

Un poco de historia: el valle de lo Orotava fue antes de la conquista una de los menceyatos guanches más poderosos. Ocupado por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo, quien repartió las tierras del valle entre los nobles que le acompañaban, pronto se convirtió en un bastión de la economía de las islas y del poder de la nobleza que en poco tiempo construyeron palacios e iglesias y se dedicaron a explotar las fértiles tierras, primero plantando caña de azúcar y más tarde vides. En poco tiempo este valle producía algunos de los mejores vinos para la exportación a Inglaterra y otros países europeos. Tras un breve intervalo de tiempo, a principios del XIX, cuando vino el boom de la cochinilla utilizada en el teñido de telas, pronto fue sustituido por las plataneras que constituyen la base de la agricultura actual.  La explotación del agua, a través de galerías excavadas bajo la base del Teide, siempre abundante gracias a la acumulación de nieve en invierno, aún era, cuando yo estuve allí, una parte importante de la riqueza de las familias pudientes que habitaban los palacios y casonas de la villa y se reunían en el casino todas las tardes a jugar a las cartas. Supongo que ahora la riqueza viene ya, en su mayor parte, de los servicios, la construcción y el turismo. Hoy, muchos de aquellos palacios de la nobleza son de propiedad pública y contienen museos en su interior, otros se han reconvertido en hoteles y tiendas, pero a principios de los ochenta aún viví un diminuto resplandor de la vida antigua de la más rica de las villas canarias. Ese gran poderío económico se manifestaba también en las grandes fiestas y ferias por las que la villa era famosa. En la semana de Pascua las alfombras de flores de la Orotava cubrían gran parte de las calles y plazas de la villa y eran de una enorme magnificencia al igual que la procesión del Corpus. La semana terminaba con un enorme desfile de carrozas y ferias de ganado para festejar a San Isidro Labrador.  Ciertamente, para una villa pequeña, como era la Orotava entonces, esas fiestas me impresionaron profundamente.

 


Drago en el jardín "Hijuela del Botánico". Está igual que yo lo conocí hace 40 años.

Macetas en un molino de gofio.

También recuerdo pasear o sentarme a la sombra de grandes árboles en aquél jardín, justo al lado del Ayuntamiento, que llamaban la Hijuela del Botánico. Me asombraba ver el enorme drago que aún hoy ocupa el mismo lugar, o las grandes raíces de un enorme Ficus, un árbol tropical que jamás había visto. Hoy el jardín parece más pequeño que el que yo recordaba. Está bien cuidado y, aunque ya ha perdido su uso como lugar de aclimatación y estudio de la flora traída de américa, aún tiene un enorme interés. En cuanto a los famosos jardines del marquesado de la Quinta Roja, hoy públicos, entonces estaban cerrados a cal y canto y en estado de semi abandono. Espero que os gusten estas fotos que tienen mucho de nostalgia para mí. Si vais a Tenerife no dejéis de visitar esta preciosa villa y caminar por sus plazas y jardines. Estoy seguro de que os encantará.

 


Vistas de la Orotava desde la Plaza de la Constitución.






Iglesia y Convento de San Agustín (S:XVII) hoy Casa de la Cultura.



     Palacio de la Sociedad Cultural Liceo de Taóro. Antes un lugar muy elitista. Hoy está abierta a todos los públicos y se dedica actividades culturales y deportivas. Hay incluso un bar restaurante en el edificio.


Interior del Liceo Taóro.
                                                       


Jardines del Liceo.



Vista de la Orotava desde los jardines del Liceo.



Jardines, mausoleo y Palacio de la Quinta Roja, hoy abiertos al publico. También se les llama jardines de la Victoria. Construido a finales del XIX para albergar el mausoleo del marques Diego Ponte del Castillo, al que se le había negado sepultura en el cementerio por ser masón.



Casa en el entorno del jardín.



El jardín está construido en varias terrazas con fuentes y árboles en topiaria.



Al fondo del jardín, el edificio del Liceo Taóro.



Jardín con el mausoleo al fondo.


Desde los jardines hay una extensa vista hasta el mar. Hoy hay calima y no se aprecia.



Parte posterior del palacio de los marqueses de la Quinta Roja.


Entrada al jardín "Hijuela del Botánico".


Interior del jardín.


Estanque con nenúfares.


El jardín fue construido en 1788 como parte del botánico del Puerto de la Cruz, aunque a mayor altura sobre el nivel del mar. Parte del jardín fue ocupada por el nuevo Palacio del Ayuntamiento de 1888. Aquí se aclimataron plantas para su posterior traslado a la península.



Interior del jardín con plantas tropicales.







Uno de los varios molinos de gofio que funcionan en la villa, gracias a la abundancia de agua.


La principal iglesia de la villa, iglesia de la Concepcion, de estilo barroco y enormes dimensiones.



Una de las calles de la ciudad.



Dos grandes casas palacio, una frente a otra.



Interior de la llamada Casa de los balcones. Los enrejados y grandes balcones de pino canario, una especie muy resistente y de madera de gran calidad, es muy común en todas las islas,  y es una muestra de la gran maestría de los artesanos de la época.


Antigua cocina de la Casa de los Balcones.



                                         Palacio Casa Lercaro, uno de los mejores ejemplos de casa nobiliaria isleña.


                 ( Unas pocas fotografías del 80/81, hechas durante mis años de profesor en las islas.)


Mis alumnos de entonces trabajando en una alfombra de flores, durante el Corpus.



Desfile durante la romería de San Isidro labrador.


Alumnas vistiendo el traje regional.


Romería de San Isidro en la Orotava.



 Participando en la romería.




Yo, con camisa azul y algunos alumnos y personal del Instituto en la Romería de San Isidro.


domingo, 20 de marzo de 2022

Por San José, florecen los narcisos en la Barrosa

 


Brezos y narciso "Replete" bajo un nogal.

Hace tiempo que dejé de plantar nuevos narcisos, en parte porque su floración siempre coincide con abundantes lluvias, viento y un tiempo primaveral inclemente, con lo cual las cabezas florales se caen por el suelo y da pena verlos más que otra cosa. Sin embargo, este año, el inusual tiempo cálido y la falta de lluvias les mantiene erguidos, y lucen por San José mejor que nunca. Un problema de las nuevas variedades de narcisos, del que ya hablé en otra ocasión, es que los tallos son demasiado débiles para soportar las flores dobles e incluso triples que están de moda ahora. Ciertamente las flores son vistosas, con combinaciones de amarillos o naranja pero no han conseguido crear una planta fuerte, que soporte el peso de esas enormes flores. Tampoco es fácil encontrar modos de sujetarlos de forma discreta, que hagan lucir la planta. Al menos yo no lo he conseguido. He intentado utilizar rejillas, pero no sirven. Si alguien conoce algún método que funcione me encantaría que me lo comunicara. Una vez que las floraciones acaban, conviene descabezar la flor del tallo para que la energía regrese al bulbo.

 


Narciso moderno de flor doble "Replete"


Narciso clásico de tubo grande y flor amarilla.

Otro problema con los narcisos es que en pocos años se multiplican de manera asombrosa y en muy  poco tiempo invaden una gran área del parterre, con lo cual hay que sacar un buen número de bulbos para que no oculten el resto de las plantas vivaces. Lo mejor es tenerlos en grupos de 10/12 bulbos, en distintas zonas, con plantas vivaces muy próximas que ocuparán el lugar de los narcisos cuando las hojas se sequen. Después de la floración yo suelo esperas 4/5 semanas y luego corto los tallos a unos 10 cm del suelo para dejar que las plantas vivaces vayan ocupando ese lugar y no quede un gran hueco en medio del parterre. Por lo general funciona bien y no he observado merma en las floraciones de los años siguientes. Los narcisos van bien al pie de grandes árboles, en parterres circulares, como veis en las fotos. En ese caso, y una vez las hojas han desaparecido o se han secado, suelo plantar alguna planta de temporada para que el espacio no quede vacío durante el verano. En este tipo de parterre funciona muy bien el brezo como bordillo, ya que sirven para sujetar un poco las cabezas florales y además florece durante todo el invierno hasta la llegada de la primavera, coincidiendo con los narcisos.

 


En dos o tres años unos pocos bulbos pueden crear una gran mata como esta. Debajo de estos narcisos hay Cannas y alguna planta vivaz que empezaran a ocupar su lugar tan pronto corte la hoja dentro de un mes.

 Los narcisos se pueden plantar sin problemas al sol o en lugares de sombra, bajo árboles de hoja caduca. El sol del invierno es suficiente para que florezcan sin problemas. Conviene enterrar los bultos a unos diez centímetros. Esto permite luego plantar vivaces o anuales en el mismo lugar o por encima. No suelen tener enfermedades, ni pudrirse, ni los comen los caracoles. Son casi indestructibles. Una vez plantados florecerán durante muchos años, pase lo que pase. Se naturalizan con mucha facilidad y, al contrario que los tulipanes, las flores no son más pequeñas según pasan los años, sino al contrario.  Hay una enorme variedad de narcisos y se distinguen mucho unos de otros por la forma de la flor o el tamaño. Se venden en todas partes, incluidas las grandes superficies. Aun así, no es fácil encontrar los narcisos de flor pequeña, ya que la mayoría de los vendedores se inclinan por las variedades más vistosas, de flores dobles. No todos florecen al mismo tiempo, y algunos de los que crecen en la Barrosa, aún tardarán unas semanas en florecer, coincidiendo con los tulipanes. Esos ya los veréis en la próxima entrada. En la Barrosa la floración de los narcisos coincide con la de las primaveras, magnolios de hoja caduca, camelias, heléboros, forsithias, membrillero japonés, verónica rastrera y algunos tulipanes tempranos. Espero que os gusten estas fotos.



Narciso clásico de tubo medio en diferentes lugares del jardín.






Narcissus "White marvel"


Narciso de tubo corto "Thalia"



Narcissus "Replete"




Narcisos y Bergenias junto al estanque.


Heleboro oriental.


Vista del jardín.


Magnolio Soulangena Liliflora "Nigra".


Magnolio Soulangena.


Las hojas de los arces japoneses comienzan a salir.


Mahonia Aquifolium comenzando su floración.


Verónica peduncularis "Georgian blue".


Macizo detrás de la casa. Floración de los ciruelos.


Narcisos y primaveras.



Narcisos y Brezos.


Narciso "Replete" con restos de tulipanes antiguos que van desapareciendo.



Narciso y Heuchera "Caramel".


Narcisos y Spiraea.


Membrillero japonés y Primaveras.



Forsythia.




Comienzan a florecer algunos tulipanes.