lunes, 23 de noviembre de 2020

Viajes en el pasado: El Gran Cañón del Colorado. USA 1990

El Gran cañón del Colorado. Invierno de 1990.


A principios de los 90 marché para estados Unidos como profesor, gracias a un convenio entre el Ministerio de Educación español y algunos estados Americanos, entre ellos el de California, que contaban con un gran número de hablantes hispanos. El programa, que aún existe, intenta promover y conservar el español mediante la Educación Bilingüe en Escuelas e Institutos públicos de diferentes estados. De esta manera viví y trabajé en la ciudad de los Ángeles durante cinco años. Fueron años de mucho trabajo y aprendizaje, y también de muchos viajes a lo largo y ancho del país y también de Sudamérica. Tengo que decir que la experiencia en mi caso fue extraordinaria en todos los sentidos, tanto en el profesional como en el personal. 

 
Yo con un grupo de profesoras del programa
Bilingue de California

Quizás una de las cosas que más me impactó es la enorme influencia que los españoles tuvimos en la historia y desarrollo de gran parte de ese país y en el poco conocimiento que se tiene de ello en España. Casi todo el centro y oeste americano fue “pateado “por españoles, que de una forma u otra, dejaron su impronta en ese territorio, creando ciudades, pueblos y ranchos, construyendo iglesias y edificios públicos, y organizando la actividad económica de esas áreas durante casi 300 años. No hay más que ver los decenas de miles de nombres hispanos que aún perduran para darse cuenta de que un español tuvo que poner nombre a ese río, montaña o pueblo y dejar constancia de ello. Tal es el caso del Cañón del Colorado. 

 Esta gigantesca garganta, una de las maravillas naturales de este planeta, fue visto por primera vez  y nombrado por un extremeño natural de la ciudad de Llerena, García López de Cárdenas, en 1540. García participaba en la expedición de Francisco de Coronado en busca del reino de Cíbola, que se suponía que contaba con siete ciudades de oro. Esta expedición partió de Jalisco, en Méjico y, tras pisar Arizona y Nuevo México, decidió enviar pequeñas partidas exploratorias, en diferentes direcciones, a la búsqueda de las ciudades. Coronado mandó a García con doce hombres con la intención de explorar esa zona desconocida, donde se hablaba de la existencia de un gran río y tal vez de una ciudad. En realidad se toparon con una “gran barranca” y, por más que lo intentaron, no lograron llegar hasta el río para abastecerse de agua, regresando al poco tiempo al encuentro con Coronado un poco decepcionados. Días después sería Fernando de Alarcón (quien participaba en el viaje de exploración pero por vía marítima) el primer europeo en tocar y navegar las aguas del río Colorado, pero a cientos de kilómetros del Gran Cañón. Por otra parte Francisco de Ulloa tomó posesión de la desembocadura del río en beneficio de la Corona Española, el 28 de septiembre de 1539, aunque no navegó aguas arriba como lo hizo Fernando de Alarcón. La primera expedición americana al Gran Cañón no tendría lugar hasta 1869 a cargo de John Wesley Powell. Hoy en día el territorio del Gran Cañón es uno de los mayores parques nacionales americanos visitado cada año por millones de personas. En el desértico territorio del parque aún quedan varias poblaciones de indios nativos de las tribus Hopi, Navajos y Apaches.


Desde un pequeño abrigo rocoso se ve el río en una de las partes más extensas del recorrido.


 Visité el Cañón del Colorado en dos ocasiones. Una durante el invierno. Hacía bastante frío y la nieve estaba relativamente cerca. Los colores de otoño realzan los ocres y rojizos de las enormes paredes rocosas. Se ven numerosos ciervos y otros animales rondando por los alrededores en busca de comida. La segunda vez fue durante la primavera y esa vez bajamos hasta el río de aguas verdes y bravas. Es una caminata extenuante para realizarla en un solo día y apenas tuvimos tiempo para permanecer unos pocos minutos cerca del río. En esta ocasión el paisaje es bastante verde y una vegetación abundante cubre las laderas rocosas. El sendero serpentea entre las rocas hasta descender los 1.600 m. que hay hasta la orilla del agua. La subida como podéis suponer es agotadora. Volvimos al día siguiente para montar en un helicóptero y ver el cañón desde el aire. Impresiona bastante aunque no añade nada nuevo a la experiencia. Las fotos son diapositivas escaneadas. Todavía no había llegado la fotografía digital y la calidad no es demasiado buena. Aun así creo que merecen la pena por la enorme belleza de este impresionante paisaje. Espero que os gusten.



Unos ciervos aparecen de improviso entre los pinos.






Cerca del Cañón aparecen algunas de las montañas de las Rocosas.



El juego de luces y sombras creadas por las nubes se intensifica al atardecer.





Una ardilla en un saliente rocoso.



Con el sol de atardecer los colores de las rocas resultan impresionantes.






Primavera y bajada al río Colorado.


Inicio del camino de bajada al río Colorado.






La bajada al río lleva unas cuantas horas y se hace a través de empinadas laderas. Sorprende la casi exuberante vegetación.


El sendero desciendo vertiginoso por un barranco. 


Trazado del camino.


Caminando hacia el río.



Sorprende el color verde el agua. Bajar el río en barca es uno de los grandes atractivos del Cañón.







Mi amigo Frutos y yo contemplando el Cañón del Colorado desde un helicóptero.





8 comentarios:

  1. Precioso reportaje amigo Jose, seguro que fue una etapa de tu vida de las que no se olvidan y quedan para el recuerdo toda la vida.
    Por desgracia como bien dices, son pocos los que saben algo de historia de buena parte de Estados Unidos, máxime, cuando encima se trata de no divulgar y restar toda la importancia posible a la gran historia que tiene este país llamado España. En algunas zonas de Estados Unidos rinden más honores a nuestra bandera que la que se rinde en nuestro país. Algo incomprensible, pero es lo que hay, ¡así nos va!
    Un abrazo.

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    1. Gracias Juan. Lo cierto es que en este país hemos olvidado la historia y nada tiene valor más que móviles y redes sociales. Hemos dejado un enorme patrimonio cultural en decenas de países del mundo donde se nos aprecia y valora, pero aquí ni el gobierno ni la gente tiene mucho interés por ello. Mientras millones de jóvenes ingleses viajan a sus excolonias cada año con el fin de conocer su historia y como viaje de iniciación al mundo, la juventud española prefiere ir a las discotecas de Ibiza o todo lo más a Cancún con sus colegas. Hay un abismo entre estas dos actitudes que marcan una enorme diferencia. Así son las cosas.
      Un abrazo

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  2. has viajado mas que un feriante!!! la presencia española fue abundante, hasta el punto que los indios de muchas tribus hablaban castellano como lengua para comunicarse, tengo entendido que pasado el tiempo fueron castigados por ello por los "estadounidenses", fueron los primeros cow boys vaqueros españoles, indios o mestizos... hasta los caballos asilvestrados o las vacas longhorn tienen algo de spanish...

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    1. Eso sin olvidar los miles de emigrantes españoles (vascos, asturianos y gallegos principalmente) que se fueron a trabajar a los ranchos como pastores y ganadores a principios del siglo pasado y hasta después de la Guerra. Aún quedan cientos de ellos viviendo en pueblecitos por todo el Oeste americano.
      Saludos

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  3. Preciosas fotografías y me encanta lo que disfrutaste por esas tierras. Besos.

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  4. Menudos viajecitos te has pegado, Jose Antonio! :-) Mil gracias por compartir tus experiencias y hablarnos de la historia de estos lugares. A mi me apasiona, pero no puedo viajar tanto como quisiera. Estuve una vez en EEUU y aproveché el viaje al máximo. Mi sueño era conocer NY y lo hice. También recorrimos un poco la costa de Florida y visitamos Nueva Orleans. En esta ciudad quedan muchos vestigios de la ocupación Española, sobre todo en el French Quarter, donde hay muchas calles con nombre español.

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    1. Ya veo que también conoces parte de Estados Unidos. Este país tiene muchas cosas que visitar, especialmente los parques nacionales que son impresionantes. También hay bastantes lugares históricos de la época colonial, o de las tribus nativas americanas. Eso sin contar las grandes ciudades y sus imponentes museos. Sin duda un país para hacer varios viajes. Gracias por tus comentarios.
      Saludos

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