domingo, 10 de septiembre de 2023

Jardines de la Bahía de Singapur, el mayor complejo de jardines tropicales del mundo.

 

 


Uno de los lagos. Al fondo, el edificio Marina Bay.

Desde su fundación por los británicos a comienzos del XIX, Singapur tuvo la intención de convertirse en la ciudad jardín por excelencia, creándose al poco tiempo uno de los primeros jardines botánicos de Asia y poniendo especial empeño en rodear la ciudad de jardines y de naturaleza. Esa idea inicial de los fundadores de la ciudad, ha ido creciendo a lo largo de los años hasta culminar en el último decenio en la construcción de uno de los mayores complejos de jardinería del mundo. Los llamados “Jardines de la Bahía” comenzaron su construcción tras un concurso internacional de ideas en 2006, en la zona frontal de la ciudad. Se utilizó para ello terreno ganado al mar y una zona de marismas, en total unas 110 hectáreas. En realidad, son varios jardines que se fueron desarrollando por etapas y que se pretende seguir ampliando de cara al futuro. Entre el 2011 y el 12 se abrieron la parte central de los jardines con dos grandes lagos, los llamados superárboles, y dos gigantescos invernaderos dedicados a dos tipos diferentes de biomas: el tropical de montaña y el mediterráneo y árido. Más tarde se abrió un tercero con exposiciones de plantas en flor de todo el planeta.

 


Las cúpulas de dos de los grandes invernaderos sobresalen sobre los árboles.


Ventana en el jardín chino.

Dado que, como podéis comprender, el conjunto de jardines y viveros es inmenso, y se necesitan varios días para visitarlo en su totalidad, voy a dividir la información en tres entradas, comenzando esta en plan general y siguiendo con la visita a los dos grandes biomas. Ciertamente para los que nos gusta la jardinería y las plantas, hay pocos lugares como esta ciudad para quedarte absolutamente deslumbrado por la variedad de plantas y jardines. Llega un momento en que casi sientes el “síndrome de Sthendal” abrumado por la gigantesca variedad de plantas y flores: más de 250.000 especies, un millón de plantas, mil millones de dólares de coste del proyecto, varios millones de visitantes cada año, etc. Hay que reconocer que cuando las cosas se hacen bien, y en esta ciudad saben cómo hacerlo, la botánica y la jardinería se convierten en una atracción tan grande como el mejor de los museos, o el más reconocido monumento histórico de cualquiera de las grandes ciudades europeas.

 


Árboles artificiales.

Dejando aparte los grandes invernaderos con sus biomas, los propios jardines de la Bahía, que son gratis para todos los visitantes, tienen un enorme interés. Sus grandes lagos no solo funcionan como elementos paisajísticos, sino que además sirven como un gigantesco sistema de filtrado de todas las aguas residuales que produce el complejo. Hay que prepararse para caminar durante horas a través de caminos serpenteantes, bosques de diferentes especies de árboles tropicales y decenas de gigantescas esculturas dispersas por todo el paisaje. Una enorme variedad de pájaros, reptiles y vida salvaje en general te acompaña durante todo el recorrido. Es un lugar para perderse y se necesita mucho tiempo para verlo en su totalidad. Reconozco que solo he visto una parte de estos jardines porque no tenía suficiente tiempo.

 


El jardín está muy cerca del centro financiero de Singapur.

La parte central del jardín, y máxima atracción, son sus gigantescos “árboles”. Construidos en metal y recubiertos de una ingente cantidad de plantas, producen electricidad, filtran el aire de los invernaderos y cumplen muchas otras funciones. Ciertamente son espectaculares y uno no puede perderse el espectáculo de luz y sonido que cada noche producen estos irreales árboles del futuro.



Vista desde uno de los invernaderos.

En conjunto tengo que reconocer que, ahora mismo, la ciudad de Singapur es el mayor foco mundial para cualquiera interesado en la jardinería y en las plantas. Si hay algo que he echado de menos ha sido la escasa o inexistente venta de semillas o plantas que debería acompañar esas muestras de jardinería, pero dado que hablamos de un material biológico y de lo fácil que es llevar plagas o plantas a otros lugares del mundo tal vez sea mejor así. Espero que os gusten las fotos y esta entrada.


Cruzando el puente de entrada al parque.


Las diferentes variedades de  palmáceas son parte fundamental de la vegetación del parque.



Escultura de piedra con el fondo del edificio Marina Bay.





El agua es parte fundamental en todo el parque.








De cerca los árboles aparecen recubiertos de plantas epífitas en toda su estructura.



Un pasadizo suspendido permite caminar entre las copas de los árboles.





Reloj con decoración de plantas.


Frondosidad en torno a los árboles con varios jardines temáticos.


El edificio Marina Bay con su gran sombrero con piscinas y árboles es sin duda uno de los más emblemáticos de Singapur.


Esculturas de búfalos de bronce en torno al lago.



Gigantesca escultura denominada "Planet" del inglés Marc Quinn"


Otra escultura entre los árboles. Hay decenas de ellas repartidas por todo el parque.


Vistosa escultura de un tigre de Sumatra hecha con materiales reciclados.


Otra vista de la misma escultura.




Árboles recortados al estilo de bonsáis.




Coleus y Palmáceas.






Bletilla striata.





Escultura de una sirena.


Justo antes de la caída del sol los árboles comienzan a iluminarse.







El espectáculo de luz y sonido es muy vistoso y dura una media hora. Es gratis y cualquiera puede acercarse a verlo.



Los cambios de luces son espectaculares.






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