El enorme Ficus del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, bordeado de Clivias. |
Guardo una idea muy borrosa de
haber visitado este jardín en 1980, mi primer año como profesor en la Orotava, aunque
sí recuerdo con nitidez las enormes raíces arbóreas del Ficus Benjamina que
tanto me impresionaron en aquél momento. Ahí sigue, en el mismo lugar donde lo
plantaron, hace más de 200 años, mucho mayor del que yo recordaba. He visitado
muchos jardines botánicos en diferentes países, pero esta miniatura de jardín
es uno de los más hermosos que se pueden ver ahora en este país, tan poco dado
a hacer jardines.
Vista del Teide nevado desde el Jardín Botánico |
Su construcción en el siglo XVIII
fue sin duda un momento especial en toda Europa, justo cuando la Ilustración
intentaba abarcar y comprender la enorme diversidad de la flora y fauna del
planeta. Los reyes competían en mostrar en sus jardines las especies más
exóticas posibles y los científicos en encontrar nuevas plantas útiles en todos
los aspectos de la vida. España, como el primer imperio colonial europeo,
llevaba una clara ventaja sobre los demás, aunque será Inglaterra la que sacará
más provecho de las “nuevas plantas” descubiertas a lo largo y ancho del planeta.
Esa es la realidad.
Dos muestras de la flor del "Erythrina crista galli", Arbol del Coral o Ceibo, uno de los árboles más comunes y vistosos en todos los países sudamericanos. |
En 1788 Carlos III firma la orden
de fundación de un “Jardín de aclimatación” en las islas Canarias, para las plantas
exóticas recolectadas en el Nuevo Mundo, con el fin de facilitar su posterior
traslado a los jardines reales de Madrid y Aranjuez. Unos pocos años antes, el
mismo rey había ordenado el traslado del primer jardín botánico de España, el
de Madrid, a su emplazamiento actual. No se sabe con certeza que plantas se
aclimataron y cuáles no. La mayoría de las plantas traídas de las colonias
españolas, en su mayoría países tropicales, tenían muy difícil su supervivencia
en un clima como el de Madrid, así que se quedaron de forma permanente en estos
jardines.
La atención al detalle, con numerosas plantas en floración como este Agave es fundamental para mantener el interés ornamental de un jardín botánico. |
La construcción del jardín la
llevó a cabo el marqués de Villanueva del Prado entre 1788 y 1791. El buscó los
terrenos más apropiados (por casualidad eran parte de la hacienda de su suegro
D. Francisco Benítez de Lugo, señor de Fuerteventura), no muy lejos del mar y
con agua abundante en las cercanías. El proyecto de construcción lo realizó el
arquitecto Diego Nicholas, quien dispuso zonas de siembra de forma geométrica
en torno a un eje central con un pequeño estanque. El jardín se rodeó de un
gran muro y en 1792 se plantaron las primeras plántulas. Gran parte de la
belleza de este jardín radica en el hecho de que conserva la estructura original
casi intacta, al igual que algunos de los ejemplares que se plantaron entonces,
aunque la información sobre le época de plantación de cada especie o las actividades
realizadas por el jardín en esa época es casi nula. Hay ejemplares sin duda muy
viejos de araucarias, mameys (Pouteria sapota), árbol del pan (Artocarous
utilis), árbol del caucho (Hevea barasiliensis), árbol de la vainilla (en
realidad una orquídea, Vanilla planifolia), diferentes tipos de palmeras de
utilidad en la alimentación, así como numerosas Bromeliáceas, Aráceas, Cactáceas,
etc. El jardín es de una belleza abrumadora y en la actualidad mantiene un gran
equilibrio entre la belleza puramente ornamental o estética y la conservación
de las exóticas especies originarias. No es fácil mantener ese equilibrio y
atraer a un buen número de visitantes (casi medio millón al año), aunque la
mayoría son extranjeros. Si algo es evidente es que el jardín, con sus algo más
de 20.000 metros cuadrados, se ha quedado pequeño y necesita a voces una
ampliación.
Estado actual de la ampliación de Jardín, con parte de los edificios ya construidos. |
En 1990 se planeó ya la
ampliación del Jardín con la compra de otros 40.000 metros cuadrados de
terrenos colindantes y se comenzaron las obras. Se planificó un gran espacio, con un edificio de entrada, laboratorios, salón de actos y grandes parterres de
vegetación por continentes, además de un espacio para la flora autóctona de las
islas. Tras diez millones de euros de inversión, cambios en la planificación y
varias fechas consecutivas para la supuesta inauguración, la ampliación del
jardín botánico está aún sin concluir. Se ha terminado la construcción de los edificios,
pero a día de hoy no hay ni una sola planta en los parterres. ¿Falta de dinero?
¿Desinterés por parte de la administración autonómica o del Ayuntamiento? Es
difícil de saber. No será por falta de público ya que a media mañana el jardín
está a rebosar de visitantes. Por poner otro ejemplo la Royal Horticultural Society de Inglaterra acaba
de terminar, en apenas 3 años, la construcción de su quinto jardín, en
Bridgewater, tras una inversión de 35 millones de libras. Creará 100 puestos de
trabajo y aportará 13 millones anuales a la economía local. Mientras, en
Asturias, se presupuestan 45.000 euros para el “Jardín de la Fonte Baxa” en
Luarca, con una superficie de diez hectáreas. ¿Alguien en su sano juicio piensa
que se puede mantener un jardín de esa superficie con esa propina, y además mantenerlo
abierto al público? Ciertamente las comparaciones ofenden y dan muestra del marginal interés en el que se mantiene la jardinería en este país por parte de la administración.
En el jardín no hay ni un solo espacio vacío bajo los grandes árboles, como se muestra en estas fotos. |
Bromelias y otras plantas epífitas o de sotobosque, llenan todo el espacio, lo que contribuye a crear un jardín de una gran belleza y equilibrio. |
Floración de una Bromeliácea. |
Si hay una flor que la gente asocia con estas islas, es la "Sterlitzia reginae" o ave del paraíso, que en realidad es nativa de Sudáfrica. |
Variedades de Zingiberáceas en flor. |
Arbusto originario de Mejico "Odontonema Callistiachyum" |
Este embalse, en la parte alta del jardín, se utilizaba originariamente para almacenar agua para el riego. |
Extraña planta de la que olvidé apuntar el nombre. |
Hay una buena colección de helechos arbóreos, de diferentes partes del mundo. Este es el "Cibotium Scheidei". |
Preciosos helechos arbóreos. |
Anthurium creciendo en el sotobosque. Una planta que estamos acostumbrados a ver en el interior de las casas. |
Esta pequeño estanque, es el eje de distribución del jardín. |
Numerosas variedades de Agaves, Aloes, Bromelias y Yucas de gran tamaño crecen en distintas partes del jardín. |
Variedad de Cordyline y Anthurium. |
Una preciosa orquídea en flor. |
justo lo visité cuando comenzo la fatidica erupcion de la palma... como dices no es muy grande pero muy coqueto. El ficus impresionante! de hecho estoy pensando que publique al respecto hace no demasiado.
ResponderEliminarun saludo !
Coincido contigo en que es coqueto y está muy bien cuidado.
EliminarSaludos
Quizás sea Haemanthus puniceus
ResponderEliminarHe mirado esa planta y sin duda parece la más apropiada. Gracias por la identificación.
EliminarSaludos
Bonito reportaje....me asombra que se puedan dar los helechos arbóreos en Canarias.... y también en mi tierra gallega....
ResponderEliminarGracias Juve. Los helechos arbóreos se adaptan bastante bien a cualquier zona húmeda y con heladas débiles como es la costa gallega o asturiana. En canarias sobreviven muy bien en los jardines. Yo he intentado hacer crecer uno un par de veces y siempre terminan muriéndose. Tengo uno pequeño en el invernadero, el tercera. A ver si esta vez llega algo más eljos.
EliminarSaludos
Una maravilla este jardín botánico de Tenerife, has hecho un reportaje estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Mónica. Me alegro que te guste el reportaje.
EliminarUn abrazo
Me encantan los jardines botánicos, cuando vuelva a Tenerife iré a verlo. Besos.
ResponderEliminarGracias Teresa. Si visitas Tenerife no dejes de ir a verlo. Seguro de que te encantará.
EliminarUn abrazo