martes, 6 de mayo de 2025

Viajes recientes: Casco histórico de Sto. Domingo. República Dominicana 25.

 


Atardecer en la ciudad de Santo Domingo.

    Durante el pasado invierno pasé un tiempo en República Dominicana y entre las muchas cosas que me sorprendieron fue el casco histórico de la capital, Santo Domingo. Esta ciudad fue la primera sede del gobierno de Castilla en el Nuevo Mundo. La fundó Bartolomé Colón, hermano de Cristóbal, en 1492, en la desembocadura del río Ozama, al lado del mar Caribe. Destruida por un huracán poco después, su nuevo gobernador Nicolás de Ovando la traslado a la situación actual en 1502.


Fortaleza de Ozama, el primer castillo medieval del Nuevo Mundo.

    Durante muchos años fue el puerto de entrada al continente americano. Asombra llegar al puerto y ver un castillo medieval con su torre del homenaje tan similar a  muchos otros de Castilla. La ciudad también se rodeó de una gran muralla de la que aún quedan algunas puertas y pequeños trozos desperdigados. A pesar de sufrir incontables vicisitudes y pasar de manos varias veces a lo largo de la historia, incluidos 50 años bajo el “gobierno”  del pirata Drake, la mayor parte del casco histórico se conserva relativamente bien, con calles trazadas a cordel, numerosas plazas para encuentro de la gente, un buen número de palacios y edificios históricos, incluido el alcázar de Colón, la gran catedral, varios monasterios e iglesias, etc. Este casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990. En estos momentos se está haciendo un gran esfuerzo de recuperación de numerosos edificios y calles, y gran parte de este espacio está en obras, pero eso no impide el disfrute y el paseo por una ciudad en la que uno se encuentra a gusto casi de inmediato, y en la que todo resulta muy cercano.



Edificio aún sin restaurar en el casco histórico de la ciudad.

    A pesar de que Santo Domingo es una ciudad enorme, de más de 4 millones de habitantes, casi la mitad de la población del país, y sin duda uno de los motores económicos de la isla que parece extenderse interminablemente, el centro histórico es bastante pequeño y aquí la vida parece discurrir al margen del resto de la ciudad. La estrechez de las calles y la peatonalización  hace que el tráfico sea relativamente escaso. Hay un buen número de hoteles pequeños y restaurantes, algunos en preciosos edificios coloniales. También se concentran aquí la mayor parte de los museos, salas de arte y muchos edificios históricos de interés, así que no hay mucha necesidad de salir de aquí. En la Plaza central frente al Ayuntamiento siempre hay música y un buen gentío que llena las terrazas de bares y restaurantes. Se puede ir a casi todas partes caminando y es un placer ir descubriendo calles, plazas y edificios durante unos días. Por otra parte, toda la zona histórica es muy segura ya que hay numerosos policías. Lo extraño es que de los más de 10 millones de turistas que visitan la República Dominicana cada año, muchos de ellos españoles, son aún muy pocos los se acercan por aquí, así que se pierden una parte importante de la historia de este país y del nuestro. A mí me ha gustado mucho y espero que estas fotos animen a otras personas a visitarle. Sin duda merece la pena.



Calle arzobispo Meriño o de los Plateros y plaza del Padre Billini.






Calle de las Damas. La primera calle del Nuevo Mundo.



Capitanía General o Palacio del Gobierno. Hoy museo de las Casas reales.



Patio interior.





Dependencia en Capitanía General.



Una calle del centro.


 Plaza al lado del Panteón de la Patria, antigua iglesia jesuita.



Calle peatonal en Sto. Domingo.



Casa del Cordón de 1506 y la primera casa de dos pisos en piedra. Fue residencia de varios personajes históricos. Hoy alberga el Museo Taino.



Catedral Primada de Sto. Domingo.



Las buganvillas son omnipresentes en la ciudad.


Pequeña plaza al lado de la iglesia de los Dominicos.



Restauración de la iglesia convento de los dominicos.


Balcones con plantas.




Ruinas del convento de los Franciscanos. Fue una de los mayores edificios de la ciudad. Destruido por varios terremotos, saqueado por el pirata Drake y los haitianos que se llevaron muchos de sus esculturas y obras decorativas e incluso utilizado como emplazamiento artillero por los franceses en 1809 sigue a la espera de una posible rehabilitación de sus restos arquitectónicos. 





Monumental entrada a la Iglesia del convento de San Francisco.



El alcázar de Colón está en plena rehabilitación. Aquí desde las murallas.



Puerta de San Diego de entrada a la ciudad, con el escudo de Carlos V. La ciudad contaba con 7 puertas de entrada, muchas de las cuales sobrevivieron hasta bien entrado el siglo XIX.



Puerta de la Misericordia o Puerta Grande.


Museo de la porcelana, en una casa de estilo hispano-morisco.



Vista del centro histórico desde el otro lado del río Ozama.



El gigantesco Faro a Colón cuya luz se proyecta 65 Km. Convertido hoy en museo. Se empezó la construcción en 1948 y se terminó en 1992 para los 500 años del Descubrimiento de América. Alberga, en teoría el sepulcro de Colón y un destartalado museo de las Américas.



Sepulcro de Colón en el centro del Faro.


Casa de Francisco Tostado del siglo XVI, con balcón gótico.



Monumento a Colón en la Plaza del Ayuntamiento.


Terrazas al atardecer en las plaza.


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