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Rama de peral con fondo de otoño. |
Los Otros colores del otoño o porqué
la jardinería puede mejorar el espectáculo visual y cromático del otoño.
Siempre me ha gustado el paisaje
otoñal. No sé por qué nunca me canso de contemplar los bosques en otoño,
especialmente los bosques caducifolios del norte. De alguna manera me producen
una sensación de relajación y sosiego similar a la del mar en calma en una
playa vacía. Cuando me inicié en esto de
la jardinería siempre sentí una atracción especial por aquellas plantas o
arbustos que cambian el color de las hojas en otoño. En realidad, siempre me
gustaron más esas plantas por el color de las hojas que por la producción de
flores. Ya puse no hace mucho una entrada sobre los arces japoneses, que de
alguna manera marcan el culmen de la coloración otoñal, pero unas semanas
después, desaparecidas esas hojas, son los arbustos los que mantienen ese
cromatismo durante más tiempo: Weigelas,
lagestroemias, parrotia, berberis, viburnum, espireas, etc. compiten en
dorados y ocres bajo la luz cenital, especialmente en las mañanas frías de
escarcha. Quedan también las hojas de las plantas perennes: nandinas, acebos, thuyas, hebes, etc., y
las ramas y cortezas de algunos árboles. Creo que, de alguna manera, la función
de la jardinería es mejorar la naturaleza, y en estos últimos días del otoño el
espectáculo de color de este pequeño jardín de la Barrosa se acerca bastante al
objetivo deseado. Tal vez para algunos sea demasiado artificial en comparación
con el paisaje natural, pero también los artistas utilizan “artificios” para
lograr armonía y ritmo. Hace unos día leía en el blog inglés “ThinkinGarden”
(está en mi lista de blogs favoritos en esta página) una discusión sobre el
propósito de la jardinería. Presentaba dos modelos o formas de pensar: por una
parte están aquellos que ven el jardín como “una obra de arte similar a la pintura o la escritura”· y por otra,
aquellos para los cuales “el jardín es
una colección botánica para el aprendizaje, uno de cuyos objetivos primordiales
es la propagación y conservación de especies”. No sabría con cual quedarme
ya que yo intento hacer un poco las dos cosas. Espero que os gusten estas
fotos.
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La "Lagestroemia indica" tiene una buena coloración otoñal. |
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Un níspero europeo ("mespilus germánica") con sus frutos de color ocre y su preciosa coloración otoñal. |
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"Berberis thumbergui". |
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Nandina doméstica "Fierpower" a punto de convertir sus flores en bayas rojas. |
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Spiraea y Hebe franciscana en flor. |
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Algunos de mis "arbolitos pequeños". En primer término una haya.
Tres hayas ("fagus sylvatica") recortadas.
Haya de tronco doble.
"Spiraea japónica"
Acebos, Aucubas, Nandinas, etc.
Un arce "Sango kaku" de corteza carmín en medio de otros arbustos.
Parterre con Weigelas, Berberis, Chrisantemun, etc.
Berberis thumbergii "Sunjoy gold"
Spiraeas, Cornus, Lagestroemia, etc.
Spiraeas, berberis y arce.
El abedul tiene una buena coloración otoñal además de su corteza blanca.
El arbusto de hojas amarillas es una "Parrotia pérsica". Más tarde las hojas se vuelven rojizas o malvas.
Parterre mixto.
Los "Bérberis" en forma de bola crean buenos contrastes todo el año.
Todavía aguantan las Cannas y Salvias.
Los acebos variegados lucen ahora en su mejor momento.
El "Viburnum opulus" también tiene una buena coloración otoñal.
Un último rayo de sol iluminando algunos arbustos.
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