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Escultura de la loba romana Luperca amamantando a Rómulo y Remo en medio de la terraza superior. |
De todos los jardines ingleses
que visité el año pasado, si hay uno que perdura en la memoria, este es Iford Manor.
Quizás porque es un jardín relativamente pequeño y asequible. Quizás porque más
que un jardín es una escenografía de todo lo que uno imagina que debe ser un
jardín inglés, donde la arquitectura, los elementos decorativos y las plantas
forman un todo unitario. Quizás por la sensación que evoca de “temps perdu”,
donde se mezclan la historia, la literatura y la imagen romántica de un tiempo pasado
donde habitan nuestros mejores recuerdos. Iford Manor no deja a nadie
indiferente. Y a ello contribuye no solo el jardín y la casa sino el entorno de
una belleza abrumadora. El puente medieval sobre el río Frome. Los árboles que
escoltan el murmullo del agua, los prados que se extienden en ligera pendiente
hasta perderse en un horizonte gris-azulado. No es extraño que cuando el arquitecto
y paisajista Harold Peto vio la propiedad en 1899 se quedara prendado de
inmediato y decidiese comprarlo para construir su obra maestra.
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El puente medieval que cruza el río Frome y da entrada a Iford Manor. |
Iford Manor Estate es una
propiedad de unas 25 hectáreas, aunque la casa y jardín apenas ocupan algo más
de una. La primera construcción data del siglo XV, aunque fue muy remodelada en el XVIII. Cuando Peto la
adquirió, decidió utilizar la ligera pendiente detrás de la casa para construir
un jardín de estilo italianizante donde utilizar, de paso, la gran colección de
antigüedades y memorabilia que había ido
adquiriendo durante sus frecuentes viajes a Italia y a otros países. El jardín,
diseñado en forma de terrazas para acomodarse al terreno, es casi una disculpa para
crear una escenografía inventada que recuerda vagamente el jardín romano
clásico tamizado por los jardines del renacimiento y barroco italianos. La
genialidad de Peto es lograr que todos esos elementos decorativos y el paisaje
se complementen hasta lograr una extraña armonía donde todo parece haber estado
ahí desde siempre. Nada parece ajeno y nada sobra. Ni siquiera la escultura de
la loba romana amamantando a los gemelos Rómulo y Remo, fundadores de Roma,
parece extraña en medio del paisaje de Wiltshire. Harold Peto, conjuntamente
con otros arquitectos, diseñadores y paisajistas de su época como Luytens o
Gertrude Jekyll, fueron los principales exponentes del movimiento “Arts and
Crafts”que cambiaron la forma de construir, decorar e imaginar el paisaje, la
arquitectura y la jardinería inglesa, dando un gran valor a la tradición, a los
elementos decorativos de tipo historicista, a la conservación de los vestigios
del pasado, al entorno natural, a los materiales propios de la zona, etc. que
ha calado profundamente en la forma de ser de la Inglaterra actual, cuando no
en la imagen que todos tenemos de ella.
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Gran parte de la propiedad está rodeada por una pared de piedra seca donde las plantas se han instalado y crecen con profusión. |
Harold Peto vivió en Iford Manor hasta
1933. Poco después la propiedad se vendió y el jardín cayó en un auténtico
abandono hasta su adquisición en 1963 por la familia Cartwright-Hignett,
actuales propietarios, que desde entonces llevan años trabajando en la restauración
del jardín y en mantener la propiedad. Resulta casi asombroso ver la
implicación de esta familia en la conservación y mantenimiento de este jardín
histórico. Ellos mismos hacen de guías con un enorme entusiasmo, atienden el
pequeño café donde sirven un té y unos “scones” con mermelada excelentes, producen
una sidra magnífica, trabajan en los jardines, y dirigen a unos pocos
trabajadores en la enorme propiedad. Sin duda son un gran ejemplo de cómo mantener
una propiedad histórica y conservarla para el futuro. Aquí os dejo algunas
fotos de esta visita.
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Entrada a la propiedad con edificios de diferentes épocas. |
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El río y la propiedad forman un conjunto de enorme naturalidad. |
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La casa principal de tipo Eduardiano. La glicinia de la derecha es la original de la época de Harold Peto. |
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Iris y Allium en un jardincillo interior. |
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El grupo al que acompaño escuchando a William Cartwright-Hignett que hace de guía. |
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Detalle decorativo de ventanas con rosal trepador y glicinia. |
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Escalera de entrada a las terrazas superiores. |
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El gato de la familia nos acompaña a todas partes. |
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Rincón con esculturas y pila de piedra. |
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Estructura del jardín en la primera terraza. |
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Las paredes laterales con esculturas y columnas separan el jardín de los prados creando al mismo tiempo diferentes estancias. |
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El uso de cipreses y columnatas recuerda vagamente el paisaje de la Toscana. |
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Uso magistral de la Piracanta y un Rosal blanco sobre la pared de la casa. |
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Escalinata de subida a la terraza superior |
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Las plantas de la terraza son bastante sencillas, predominando el romero, tomilla, salvia, etc. |
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La terraza superior es de una gran monumentalidad. En la plantación predominan Salvias, Euphorbias, Geranium, Nepeta, Astrantias, etc. |
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En uno de los lados de la Gran terraza, un balcón deja ver los campos de la propiedad. Detalle decorativo: capitel y columna con león veneciano. |
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En la escenografía se mezclan estructuras nuevas, construidas para el lugar por canteros de la zona, y piezas antiguas. |
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Pabellón de tipo romano con detalles antiguos. |
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En la parte izquierda de la terraza la jardinería es clásica y de tipo renacentista, mientras que la parte derecha es abierta, tipo "cottage". |
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Detrás de la Gran terraza hay un jardín japonés, aún en restauración, que se pierde en el bosque. |
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El jardín japonés se integra totalmente en el bosque circundante. |
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Escultura antigua. |
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Este edificio conserva en su interior un claustro románico completo. Aquí Peto solía exponer sus antigüedades para la venta a amigos y visitantes. En la actualidad se utiliza para conciertos de música. |
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Relieve romano utilizado como banco.
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Estanque. |
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En la parte izquierda de la casa, al lado del río, estaba el antiguo jardín hortícola o huertos. En la actualidad hay varios jardines de topiaria, huerto, invernadero y clínica para las plantas. |
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Sobre el dintel de la puerta hay una preciosa escultura clásica. |
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Boje en forma de tablero de damas. |
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Puerta de entrada a una de los edificios laterales. |
Amigo Jose, con tan buena explicación dada aún creo te has quedado corto, verdaderamente son una maravilla, ¡preciosos jardines! Y doblemente meritorio si a su vez son mantenidos aunque lógicamente con ayuda por sus propietarios.¡Chapeau!
ResponderEliminarUn abrazo
Sin duda es uno de los jardines que recomiendo visitar si se tiene la oportunidad.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Saludos
Muchas gracias por el reportaje, estaba escribiendo en otro blog q si fuese a inglaterra no podría visitar todos los jardines... y que tendria que empezar a ahorrar... ahora llego a tu blog y me encuentro con otra entrada sobre otro bonito jardín... no se igual es mejor no pensar en ir a inglaterra no voy a querer salir de tantos espacios ajardinados jejejej Un saludo, gran reportaje y buenas fotos.
ResponderEliminarGracias Mario. Hay muchos jardines en Inglaterra para visitar y tu todavía tienes todo el tiempo del mundo para visitarlos, así que tómatelo con calma.
EliminarSaludos
COMENTARIO EN TWITTER:
ResponderEliminar@IfordManor
Thank you for a lovely write-up with super photos in the blog post below
El Jardín de la Barrosa: Jardines ingleses: Iford Manor https://labarrosagarden.blogspot.com/2019/01/jardines-ingleses-iford-manor.html?spref=tw
Gracias por el comentario, Fernando.
ResponderEliminarSaludos