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Echium candicans (tajinaste azul) una planta endémica de la Macaronesia. |
Después de varias entradas sobre
algunos de los jardines que visité en la isla de Madeira, es hora de dedicar
otra más a la belleza de sus paisajes y de sus plantas. Uno necesitaría unos
cuantos viajes y unas buenas caminatas a pie para abarcar la
magnífica flora de esta isla, así que lo que intento con esta entrada es tan
solo una pequeña introducción para dejar constancia de la enorme variedad de
paisaje y plantas que crecen en esta isla de montañas, acantilados y barrancos
casi sin fin. En Madeira la orografía es tan abrupta y escarpada que apenas existe
terreno llano propiamente dicho así que las carreteras y caminos son un sinfín
de empinadas cuestas y túneles hasta llegar a la altura del Pico Arieiro a 1858
metros. Esta diferencia de altitud
influye enormemente en la climatología, sobre todo en el régimen de
lluvias y, obviamente, en las plantas que crecen en los diferentes lugares.
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La mayoría de los pueblos están situados a media ladera sobre el mar. |
Madeira pertenece a las llamadas
islas de la Macaronesia que incluye varios archipiélagos e islas como Canarias,
Azores, Cabo Verde, etc. Todas estas islas son de origen volcánico y tienen una
flora, fauna y paisaje relativamente similar, además de una climatología muy parecida, lo que hace que el
tipo de plantas y animales estén muy relacionados. Una diferencia en lo que
respecta a Madeira es que esta isla no fue habitada hasta el siglo XV, mientras
que en Canarias los seres humanos ya
llevaban unos cuantos milenios viviendo allí antes de la llegada de los
españoles. Se dice que cuando los portugueses llegaron a Madeira la vegetación
era tan impenetrable que solo mediante el fuego consiguieron desembarcar y
empezar a poblar la isla (el nombre de Madeira se refiera a la abundancia de bosques y madera). El fuego se extendió por toda la isla durante varios
años y gran parte de esa vegetación original –bosques de laurisilva- quedó
reducida a las zonas más escarpadas e inaccesibles. La llegada poco después del
ganado y la construcción de pueblos y terrazas agrícolas, redujo aún más la cubierta vegetal en los años sucesivos.
La isla de Madeira tiene una extensión de
unos 55 km. de largo y 24 de ancho. La población ronda los 270.000 habitantes de
la cual, algo más de la mitad, viven en la capital. La mayor parte de los pueblos
se encuentran en las laderas, a media altura, donde el cultivo en terrazas de
todo tipo de vegetales, frutos semitropicales y viñas prospera en un terreno
volcánico y muy fértil. Además la abundancia de agua conducida hasta las
terrazas de cultivo y los pueblos a través de canales llamados “levadas”, proporciona
un suministro constante de un agua de excelente calidad. La comunicación entre los
diferentes lugares y pueblos de la isla es fácil a través de carreteras
estrechas y un buen número de túneles. Para aquellos que no quieran conducir
hay decenas de compañías que organizan todo tipo de tours y caminatas por
diferentes partes de la isla así que es fácil llegar a casi todas partes, y
además son muy asequibles. Dado que apenas hay playas, este tipo de turismo de
naturaleza y montaña es casi el más abundante en la isla.
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Tajinastes y Hortensias al lado de una casa típica con techo de paja en Santana. |
En cuanto a la flora endémica de
la isla, destacan las diferentes variedades de “Echium” o Tajinastes, los
árboles de Dracaena draco, los Aeonium, Geranium (Geranium maderense).
Helichrisum, Pericallis, etc. Mayo y Junio son probablemente los mejores meses
para ver plantas en floración. También hay que tener en cuenta que la mayor
parte de las plantas utilizadas en jardinería son plantas foráneas, de países tropicales
o semitropicales, algunas de las cuales, como los Agapantos que se ven por
todas partes, se han naturalizado convirtiéndose en plantas invasoras. Por otra
parte resulta bastante obvio que, en esta isla, la población en general tiene
una gran afición por las plantas y la jardinería. Yo diría que mucho más que en
Canarias, donde viví varios años. Eso se ve en las plantas que crecen frente a
las casas y en los pequeños jardines delante de las iglesias y plazas de los
pueblos. En mi opinión Madeira es un lugar excelente para cualquier aficionado
a la jardinería tanto por su flora silvestre como por los buenos jardines públicos
y privados que se pueden visitar, así que os animo a ir y a disfrutar de su
naturaleza.
Precioso y muy bello reportaje amigo Jose. Gran cantidad de exuberante vegetación y belleza, es una isla encantadora. Da gusto ver un paisaje así de verde y tan denso en vegetación.
ResponderEliminarGracias por mostrarlo acompañado de unas muy buenas explicaciones.
Un abrazo
ResponderEliminarGracias Juan. Madeira es un paraíso de vegetación y plantas.
Saludos
Maravilloso este paseo por Madeira ¡he disfrutado muchísimo! gracias por el reportaje. Una amiga de Canarias me envió semillas de Tajinaste, del azul y del rojo, pero no conseguí que germinaran.
ResponderEliminarMuchos besos.
Muchas gracias Montse. En Madeira se pueden comprar Tajinastes y otras plantas en formato pequeño. Yo traje un Helecho arbóreo y alguna Protea y de momento están en el invernadero. Las semillas son difíciles de germinar.
ResponderEliminarUn abrazo.