lunes, 28 de octubre de 2019

Viajes recientes. Paisajes y algunas flores silvestres de la isla de Madeira.


 

Echium candicans (tajinaste azul) una planta endémica de la Macaronesia.

 
Después de varias entradas sobre algunos de los jardines que visité en la isla de Madeira, es hora de dedicar otra más a la belleza de sus paisajes y de sus plantas. Uno necesitaría unos cuantos viajes y unas buenas caminatas a pie para abarcar la magnífica flora de esta isla, así que lo que intento con esta entrada es tan solo una pequeña introducción para dejar constancia de la enorme variedad de paisaje y plantas que crecen en esta isla de montañas, acantilados y barrancos casi sin fin. En Madeira la orografía es  tan abrupta y escarpada que apenas existe terreno llano propiamente dicho así que las carreteras y caminos son un sinfín de empinadas cuestas y túneles hasta llegar a la altura del Pico Arieiro a 1858 metros. Esta diferencia de altitud  influye enormemente en la climatología, sobre todo en el régimen de lluvias y, obviamente, en las plantas que crecen en los diferentes lugares.
 
La mayoría de los pueblos están situados a media ladera sobre el mar.

Madeira pertenece a las llamadas islas de la Macaronesia que incluye varios archipiélagos e islas como Canarias, Azores, Cabo Verde, etc. Todas estas islas son de origen volcánico y tienen una flora, fauna y paisaje relativamente similar, además de una  climatología muy parecida, lo que hace que el tipo de plantas y animales estén muy relacionados. Una diferencia en lo que respecta a Madeira es que esta isla no fue habitada hasta el siglo XV, mientras que en Canarias  los seres humanos ya llevaban unos cuantos milenios viviendo allí antes de la llegada de los españoles. Se dice que cuando los portugueses llegaron a Madeira la vegetación era tan impenetrable que solo mediante el fuego consiguieron desembarcar y empezar a poblar la isla (el nombre de Madeira se refiera a la abundancia de bosques y madera). El fuego se extendió por toda la isla durante varios años y gran parte de esa vegetación original –bosques de laurisilva- quedó reducida a las zonas más escarpadas e inaccesibles. La llegada poco después del ganado y la construcción de pueblos y terrazas agrícolas, redujo aún más la cubierta vegetal en los años sucesivos.
 
La isla de Madeira tiene una extensión de unos 55 km. de largo y 24 de ancho. La población ronda los 270.000 habitantes de la cual, algo más de la mitad, viven en la capital. La mayor parte de los pueblos se encuentran en las laderas, a media altura, donde el cultivo en terrazas de todo tipo de vegetales, frutos semitropicales y viñas prospera en un terreno volcánico y muy fértil. Además la abundancia de agua conducida hasta las terrazas de cultivo y los pueblos a través de canales llamados “levadas”, proporciona un suministro constante de un agua de excelente calidad. La comunicación entre los diferentes lugares y pueblos de la isla es fácil a través de carreteras estrechas y un buen número de túneles. Para aquellos que no quieran conducir hay decenas de compañías que organizan todo tipo de tours y caminatas por diferentes partes de la isla así que es fácil llegar a casi todas partes, y además son muy asequibles. Dado que apenas hay playas, este tipo de turismo de naturaleza y montaña es casi el más abundante en la isla.


Tajinastes y Hortensias al lado de una casa típica con techo de paja en Santana.
 
En cuanto a la flora endémica de la isla, destacan las diferentes variedades de “Echium” o Tajinastes, los árboles de Dracaena draco, los Aeonium, Geranium (Geranium maderense). Helichrisum, Pericallis, etc. Mayo y Junio son probablemente los mejores meses para ver plantas en floración. También hay que tener en cuenta que la mayor parte de las plantas utilizadas en jardinería son plantas foráneas, de países tropicales o semitropicales, algunas de las cuales, como los Agapantos que se ven por todas partes, se han naturalizado convirtiéndose en plantas invasoras. Por otra parte resulta bastante obvio que, en esta isla, la población en general tiene una gran afición por las plantas y la jardinería. Yo diría que mucho más que en Canarias, donde viví varios años. Eso se ve en las plantas que crecen frente a las casas y en los pequeños jardines delante de las iglesias y plazas de los pueblos. En mi opinión Madeira es un lugar excelente para cualquier aficionado a la jardinería tanto por su flora silvestre como por los buenos jardines públicos y privados que se pueden visitar, así que os animo a ir y a disfrutar de su naturaleza.

 
Poblaciones sobre los acantilados y terrazas de cultivo.
 
Sterlitzias creciendo al lado de un barranco.
 
Plaza e iglesia de Ribeira Brava.
 
Los Agapantos se han naturalizado convirtiéndose en una planta invasora.
 
Caminando a lo largo de una "levada" en el bosque de laurisilva.
 
El Geranium palmatum crece abundantemente en los bosques de laurisilva.
 
Cascada do Risco.
 
Pericallis handrosoma?, no estoy seguro de esta identificación.
 
Típica vegetación al lado de los canales de agua con helechos y Geranium.

 
Geranium y Helechos al lado de un canal de agua.


Las terrazas de cultivo se levantan por las laderas. Muchas ya abandonadas.

Paisaje de montaña cerca del Pico Ariero.

Retama amarilla (Retama sphaerocarpa) a 1.700 m. de altura.

Los Echium crecen en medio de la retama.

Flor del Echium candicans (tajinaste azul).

Creo que esta planta es el Crepis versicaria subsp andryaloides.



Rosa silvestre blanca y Crepis de flor amarilla.


El Geranium Palmatum crece silvestre en muchas partes de la isla. El Geranium Maderense no estaba en floración en esta época. Ambas son especies autóctonas  y se utilizan mucha en jardinería, sobre todo este último, extremadamente llamativo. He traído uno y espero verlo florecer el próximo año. Ya os lo mostraré.

Echium y Helecho arbóreo.



Casas típicas en el pueblo de Santana.


Agapantos al lado de un molino.


Lantanas y Hortensias crecen por todas partes. Las hortensias también se han naturalizado y se ven creciendo al lado de las carreteras y en los barrancos.
 
El pueblo de Porto Moniz es muy conocido por las piscinas naturales que se ven al fondo.

Fuerte de Sao Joao Baptista del siglo XVIII. Alrededor del edificio, árboles de Metrosiderus y Agave Attenuata.


Al fondo pueblo de Seixal.

Catarata en Seixal.

Pequeños pueblos en las laderas.


Este extraño paisaje reseco es la Ponta de Sao Lourenzo, al extremo sur de la isla.
 

4 comentarios:

  1. Precioso y muy bello reportaje amigo Jose. Gran cantidad de exuberante vegetación y belleza, es una isla encantadora. Da gusto ver un paisaje así de verde y tan denso en vegetación.
    Gracias por mostrarlo acompañado de unas muy buenas explicaciones.
    Un abrazo

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  2. Gracias Juan. Madeira es un paraíso de vegetación y plantas.
    Saludos

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  3. Maravilloso este paseo por Madeira ¡he disfrutado muchísimo! gracias por el reportaje. Una amiga de Canarias me envió semillas de Tajinaste, del azul y del rojo, pero no conseguí que germinaran.
    Muchos besos.

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  4. Muchas gracias Montse. En Madeira se pueden comprar Tajinastes y otras plantas en formato pequeño. Yo traje un Helecho arbóreo y alguna Protea y de momento están en el invernadero. Las semillas son difíciles de germinar.
    Un abrazo.

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