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Una pequeña parte de los jardines Brindawan desde un mirador.
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En la India actual no abundan los
jardines de renombre bien sean públicos o privados y eso a pesar de los largos
siglos de tradición “Mughal” o incluso de la más cercana colonización británica. Si los hubo en el pasado. Los
emperadores mogoles fueron grandes constructores de palacios, jardines,
mausoleos y otros edificios públicos. De origen persa-turco con raíces mongolas
(El fundador de la dinastía, el emperador Babur, era descendiente directo de
Tamerlane, el llamado Azote de Dios
por los europeos), siempre añoraron los “Jardines Paraíso” de la tradición
persa, una utopía terrena en la que los humanos coexisten en perfecta armonía
con todos los elementos de la naturaleza. Una especie de puente poético entre
el cielo y la tierra.
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Jardines Shalimar, una de las obras maestras del
emperador Shah Jahan
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La mayoría de esos “Jardines paraíso” que
construyeron alrededor de sus palacios o mausoleos se perdieron a lo largo de
los siglos, pero los pocos que quedan en pie nos dan una idea de la enorme
belleza conceptual y física de esos jardines. Quizás el mejor ejemplo de jardín
“Mughal” que haya llegado hasta nosotros es el “Jardín Shalimar” en la actual
Lahore, Pakistán. Construidos en 1641 por el emperador Shah Jahan, el también constructor
del Taj Mahal, forman parte del complejo real en esa ciudad y tenían la función
principal de entretener a la familia del emperador y a los huéspedes durante
sus visitas. Fueron construidos en forma de terrazas con una gran abundancia de
canales y estanques, pabellones de mármol, puentes y pasadizos sobre el agua y parterres con todo tipo de flores y árboles frutales. 450 fuentes de mármol
dejaban caer sus chorros de agua sobre estanques y cascadas. Para ello hubo que construir un canal de más de 100 km. desde las montañas de Cachemira con el fin de transportar el agua
necesaria. Se decía que era la imagen más cercana del “Paraíso terrenal” jamás
construida por hombre alguno. Parte de esos jardines ha llegado hasta nuestros
días a pesar de que muchos de los mármoles y piedras semipreciosas utilizados
en su construcción fueron saqueados y utilizados en el Templo Dorado y en los
palacios de Amritsar por los Sijs
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Otra obra bien conocida de Shah Jahan. |
Cuando Sir Mirza Ismail, “diwan”
de Myosore, decidió diseñar y construir unos jardines con el fin de embellecer
los alrededores de la ciudad en 1925, tomo su inspiración de los jardines
de Shalimar y, con los medios
disponibles en aquella época, eligió un lugar justo debajo de la recién
construida presa sobre el río Kaweri, con el fin de tener el agua suficiente para sus
fuentes. Sir Mirza provenía de una familia de origen persa que había crecido y
se había enriquecido por sus servicios al maharajá de Myosore. Era un hombre de
una gran valía y un administrador extremadamente eficiente como lo atestigua el
hecho de fuese nombrado primer ministro de varios estados, entre ellos Jaipur y
Hyderabad, antes de la independencia de la India. Contribuyo enormemente a
modernizar el país y fundó un considerable número de empresas públicas y
privadas. Era además un gran amante de las plantas y de la jardinería. El
jardín que ha llegado hasta nosotros y que veis en estas fotos es el mismo que el
diseñó, aunque se nota bastante el deterioro y el paso de los años, así como el uso de materiales poco duraderos.
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En los jardines orientales les gustan los colores fuertes y contrastados. |
Los jardines Brindawan están
diseñados en forma de terrazas a lo largo del frente de la presa. La simetría y
el agua son parte fundamental en su estructura como en todos los antiguos jardines persas. No hay una gran variedad de
plantas y, en la mayoría de los parterres, se repiten o se alternan los mismos
colores y plantas con el fin de dar una sensación de uniformidad y simetría. El
verdadero protagonista es el sonido y la frescura del agua al precipitarse desde
las fuentes o cascadas. Es un jardín para contemplar desde miradores y
disfrutar de esa sensación de perfección y equilibrio que produce la simetría y
la repetición de formas y colores. También para recrearse en la impresión de
frescor que producen las gotas de agua sobre la piel en un clima caluroso como
el de la India. Supongo que es el tipo de jardín que sirve para embellecer un
gran palacio u otro edificio similar. Aquí solo hay un gran hotel situado en la
parte más alta del jardín que también se puede visitar sin ningún problema para
tomar algo en una de sus terrazas. Espero que os guste este débil reflejo de un
jardín paraíso mughal.
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Fuentes en la 1º terraza. |
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Canna atropurpurea de flores rojas, muy utilizada en toda la India. |
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Parterres de Salvias también de color rojo. |
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Al fondo las paredes de la presa.
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Una larguísima sucesión de fuentes y cascadas parte el jardín en dos mitades iguales.
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Cipreses y parterres geométricos son fundamentales en la jardinería mughal.
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Simetría y distribución del jardín desde la 2º terraza.
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Parterres de flores de temporada. |
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La tercera terraza forma una especie de circo en torno al Hotel situado en la parte superior. |
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Franjas geométricas de color.
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En la ultima terraza el jardín se allana en torno al hotel y hay varios parterres con topiaria y buganvillas.
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Las buganvillas de colores mezclados forman arcos de color que contrastan con los grandes árboles tropicales.
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Parte central del jardín con pabellones a ambos lados. |
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Un gran estanque parte el jardín en dos mitades. |
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La segunda parte del jardín en la parte derecha del estanque. |
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Arbustos de buganvillas recortados y otra sección de fuentes y estanques.
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Buganvilla de varios colores en la misma planta. |
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Parterres de buganvillas y cannas, en constante repetición. |
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A la noche las fuentes se iluminan y hay un espectáculo de luz y sonido. |
Unos jardines preciosos y qué manera tan inteligente de tapar la visión casi por completo del muro de la presa. Las fuentes nocturnas son una maravilla.
ResponderEliminarPrecioso reportaje, gracias por compartir.
Un abrazo y cuídate amigo de este maldito virus.
Estoy de acuerdo en que es muy acertado lo de construir estos jardines debajo de una presa y ocultar casi toda la pared. Tu cuídate también. Las cosas no pintan nada bien, especialmente para la gente de más edad, entre las que nos encontramos ya. Esperemos que encuentren pronto alguna solución. AL menos tenemos la enorme suerte de tener un respiro en el jardín, mientras que otra gente está encerrada entre las cuatro paredes de sus pisos. Lo siento mucho por ellos.
EliminarUn abrazo.
Preciosas también. Un beso.
ResponderEliminarGracias Teresa. Cuídate mucho que tenemos que sobrevivir a esta.
EliminarUn abrazo.