Aquilegia Crysantha de flor más pequeña y delicada. |
Hace años que la aparición de las
flores de las Aguileñas en la Barrosa siempre me sorprende. Primero porque
nunca les presto ninguna atención hasta que de repente florecen. Después porque,
excepto un par de matas más grandes, nunca se dónde van a aparecer. Las
Aguileñas nunca duran más de dos o tres años, pero como sus semillas se
esparcen sin control, pueden aparecer en cualquier lugar del jardín, lejos de
donde estaban plantadas en origen. Además, están las Aguileñas salvajes que también pueden
crecer en cualquier lugar. La mayoría de las Aguileñas de la Barrosa
proceden de unas semillas que planté hace ya varios años, de la colección Aquilegia ex Swan que producen flores de
mucho colorido y de mayor tamaño que la Aquilegia vulgaris. Además, las matas
son más bajas y se pueden controlar mejor. También hay descendientes de una Aquilegia
Crysantha que planté hace ya más de diez años y que todavía aparece en otras
partes del jardín. El próximo año prometo prestarles algo más de atención y
comprar semillas de alguna variedad algo más vistosa como la serie Nora Barlow o la Aquilegia canadensis. Creo que merece la pena ya que alegran mucho
el jardín en esta época y sus flores duran bastante tiempo (en torno a las 3-4
semanas).
Aguileñas silvestres (Aquilegia vulgaris) creciendo en los prados cercanos a la Barrosa. |
Las Aguileñas pertenecen a la
familia de las Ranunculáceas, así que tiene unas raíces potentes y algo tóxicas.
Crece bien en toda la Europa templada además de Canadá y USA. Es una planta
perenne y muy fácil de cultivar. Aquí en el norte crece en pastizales y
caminos, a menudo en semisombra y hasta bastante altura (hasta los 1600 m o más). Le gusta la humedad y el clima templado, pero
sin exceso de calor. El mejor lugar para cultivarla es en semisombra (con unas
4 horas de sol florece bien). Prefiere una tierra arcillosa y con humus, pero
con un drenaje suficiente. Una vez terminada la floración conviene cortar los
tallos florales para evitar que las semillas se esparzan sin control. Por lo
general el follaje permanece verde hasta el otoño, así que no suele dejar un
hueco vacío en el jardín tras la floración. A veces, si hay mucha humedad,
tiende a coger Oídio, que cubre las hojas de una capa blancuzca con mancha negras. En ese caso lo
mejor es cortarlo a ras del suelo y esperar que crezca de nuevo. Después de la
floración ya no hay más que hacer hasta la próxima primavera. También hay que
controlar un poco las que van apareciendo en diferentes lugares del jardín y
arrancarlas o cambiarlas de lugar si no las queremos allí. También podemos
plantar Aguileñas salvajes de las plantas que crecen a lo largo de los caminos
o en pastizales. Se adaptan bastante bien si las sacamos con algo de raíz. Lo más
fácil es comprar un sobre de semillas y plantarlo a principios de primavera,
aunque en ese caso no suelen florecer hasta el año siguiente. Germinan con
mucha rapidez y no dan ningún problema. Hoy en día hay variedades muy vistosas,
de flores dobles o más grandes de lo habitual. También hay variedades de pequeño
tamaño o enanas, incluso algunas con follaje variegado o amarillo, muy vistoso.
Los colores de las flores son extremadamente delicados, sobre todo las
variedades que combinan dos colores diferentes. La Aguileñas a menudo
cross-polinizan en el jardín así que es probable que después de unos años tengamos
plantas de colores diferentes a los originales. Sin duda una de las mejores
plantas Vivaces de primavera que podemos cultivar, sobre todo en los jardines
del norte.
Sisyrinchium striatum y Polemoniun yezoense cultivados de semilla el año pasado.
No solo hay Aguileñas en la Barrosa
este final de primavera. En estos momentos el Azul y el amarillo es casi el
color dominante. Han florecido los Sisyrinchium que planté el año pasado y
lucen en todo su esplendor. También hay Nepetas, Lirios, Campanulas, Delfinios,
Polemonium, Primula y alguna cosa más. Las rosas también comienzan a florecer. Espero que
os gusten estas fotos de la Barrosa esta semana.
Mata de Aguileñas al lado de una bola de Berberis thumbergui. |
Aquileñas creciendo entre una Weigela variegata. |
Aguileñas y Heuchera Caramel. |
Aquilegia Crysantha al lado de una Arce. |
Esta mata más grande de Aguileñas, es las original donde planté las primeras semillas. Cada año se reproducen en otras partes del jardín. |
La Aquilegia Chrysantha es bastante más alta que las otras. Aquí al lado de un Polemonium. |
Esta mata de Aguileñas ha salido de forma inesperada entre otros arbustos. |
Aguileñas y Peonía Sarah Bernardt. |
Campánula, Helechos y Hostas debajo de un Arce. |
Sisyrinchium, Lirio y Polemonium yezoense. |
El macizo que hice el años pasado ahora en azul y amarillo. |
Primulas Buyleyanas. |
Esta Rosa rugosa tiene un perfume muy intenso. Sueles ser la primera en florecer. |
Clavel chino (Dianthus chinensis) plantados el año pasado en macetas. |
Una mesa de café nueva con un Sempervivum en maceta. |
Claveles chinos en macetón. |
El estanque comienza a coger forma rodeado de Bergenias. |
Acer palmatum "Bloodgood". |
Spiraea nipponica "Snowmound y Weigela. |
Mi pequeña rocalla de plantas silvestres. |
Lirios y Allium "Purple sensation". |
Mi único Rododendrum creciendo en una maceta. |
Precioso amigo Jose, las Aguileñas están todas preciosas, aunque precioso está todo. Una vez coloqué unas cuantas matas de Aguileñas, pero nada, no duraron ni ese año. Quiero volver a intentar en una zona algo más de sombra, ya veremos si tengo suerte.
ResponderEliminarUn abrazo amigo y buen fin de semana.
Gracias Juan. Supongo que las Aguileñas crecen mejor en climas fríos aunque hay tantas especies que seguro que alguna crece bien por ahí a la sombra. Son muy agradecidas y las flores duran casi dos meses.
EliminarUn abrazo
Preciosas tus aguileñas, Jose Antonio, y muy bien acompañadas por todo un vergel. Me encanta el ambiente de tu jardín, muy bien reflejado en las fotos. Esos rinconcitos de descanso, la mesa de café, el banquito..., me fascinan. Lo a gusto que me sentaría ahí a contemplar tu paraíso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Mónica. Los lugares de descanso hacen al jardín más agradable. Hasta ahora no había les había prestado mucha atención pero hay un momento para todo.
EliminarUn abrazo.
¡ Que bonitas se ven tus flores ! Besos.
ResponderEliminarGracias Teresa. Me alegro de que te gusten.
EliminarUn abrazo.
Que envidia (de la sana )de esa preciosidad de jardín . Yo tengo una en Cantabria y me sirve de referencia para ver lo que se te da bien y a pequeña escala copiar.Le dedicas mucho tiempo?? Se puede visitar si fuera por allí. Bueno enhorabuena precioso el jardín
ResponderEliminarUn saludo
Me alegro que te guste mi jardín. Estoy seguro de que en Cantabria pueden crecer las mismas plantas que yo tengo en la Barrosa. En primavera es cuando más tiempo le dedico. Luego ya es mucho menos. Si te acercas por aquí sin duda puedes visitarlo aunque recuerda que esto es una segunda residencia y no siempre estoy. Tendrías que mandarme un email para decírmelo. En verano es cuando más tiempo paso aquí.
EliminarSaludos
esta precioso!!!! las aguileñas siempre me han parecido unas flores que aportan ambiente silvestre y a la vez exotico y sofisticado... ya ya se que las podemos encontrar silvestres en nuestros campos pero pese a ello me hacen pensar en algo exotico y escaso, distinguido... bueno lo dicho tienes el jardin precioso, el trabajo dedicadp se ve recompensando con las flores!!!
ResponderEliminarGracias Mario. Tienes razón que las aguileñas siempre sorprenden por ese toque exótico y multicolor, y además las flores duran mucho tiempo lo cual es un añadido.
ResponderEliminarUn saludo