martes, 19 de abril de 2022

Un paseo por el paisaje de montaña del “Coto Bello” al inicio de la primavera.



Vista de algunas de las montañas que separan Asturias de León desde el Coto Bello (Aller)

 Espero que hayáis disfrutado, esta Semana Santa, de unos días de asueto en algún lugar. La montaña asturiana es sin duda uno de los lugares más hermosos para disfrutar de la naturaleza estos días de buen tiempo, y  en el Concejo de Aller, a unos pocos kilómetros de la Barrosa, hay montones de lugares, muy poco conocidos, que reúnen toda la belleza de la alta montaña asturiana pero con muy poca gente y por ello mucho menos stress. Uno de ellos es este lugar llamado “Coto Bello”, una antigua explotación minera a cielo abierto, que para mí es sin duda  uno de los sitios más hermosos y accesibles que uno puede visitar en Asturias. Situado en el centro del concejo y a una altura de unos 1200 metros, reúne praderías inigualables, vistas de  montañas nevadas y de algunos de los picos más altos de Asturias, bosques de hayas y abedules, decenas de pistas para caminar, fuentes de agua transparente y muchos kilómetros de praderías que ahora, recién derretida la nieve, se llenan de anemonas y margaritas. Sin duda todo un placer para los amantes de los espacios abiertos.

 


Caserías en la subida al "Coto Bello"



Vuelo de parapentes desde el "Coto Bello".

Cuesta trabajo creer que hace apenas quince años, gran parte de estas praderas estaban llenas de enormes camiones y máquinas que extraían cientos de toneladas de oscuro carbón de las entrañas de la tierra. La mina de Coto Bello, una de las mayores del país a cielo abierto, se cerró en 2008 y, tras un proyecto de restauración  llevado a cabo por Hunosa, la empresa pública del carbón, los resultados han sido bastante sorprendentes, aunque siempre habrá algunos que consideren que no ha  sido  suficiente. Durante dicho proyecto se rellenaron los socavones de la excavación y se moduló el terreno en decenas de terrazas. También se hicieron plantaciones extensivas de hayas y abedules además de una concienzuda siembra de gramíneas apropiadas a la zona. Hace algunos años que visito este lugar en primavera y verano y lo cierto es que me ha sorprendido la enorme resiliencia y eficacia de la naturaleza para recuperarse de los destrozos causados por el hombre. También ha contribuido mucho el ganado que todos los veranos pasta en la zona, aportando sus desechos a la nutrición del terreno y su eficacia a la poda de gramíneas y arbustos. Sea como sea y, obviando el hecho de que las caserías antiguas que había en la zona han desaparecido irremediablemente, el lugar puede considerarse un éxito en lo que se refiere a la restauración de una zona degradada por la minería, y un ejemplo para otros lugares similares. Cierto es que la zona central de Asturias, enormemente dañada por la minería del carbón que yo conocí de niño, ha cambiado mucho y  cuesta bastante recordar aquellos ríos teñidos de negro, o las montañas de escombros restos de la energía que movió el país durante muchos años. Hoy todo eso ha quedado atrás y el carbón ha desparecido definitivamente de la superficie y de las entrañas de esta tierra, esperemos que para siempre. Creo que este lugar es una muestra de que no todo se ha hecho tan mal como dicen algunos agoreros, y que, cuando nos lo proponemos, podemos hacer las cosas tan bien o incluso mejor que otros países más desarrollados y con más dinero que nosotros.

 


Anémonas creciendo en las praderas.

 Espero que os gusten estas fotos y os animen algún día a visitar y a disfrutar de este paraje del “Coto Bello”. Esta prevista la construcción en los próximos años de un gran mirador, y es un lugar muy apropiado para el ciclismo y otros deportes de montaña. La carretera de subida forma parte de varios pruebas ciclistas y protagonizó una etapa de la Vuelta a España hace unos años. También es un lugar muy apropiado para recoger setas o simplemente contemplar algunas de las montañas más hermosas de Asturias.




Los prados de montaña destacan por su verde intenso al inicio de la primavera.



Típica portilla de madera de entrada a una prado.



Caserías de montaña muy bien cuidadas, lo que indica el esmero con el que se mantiene el ganado.



Los prados y caserías van alcanzando altura hasta llegar a la zona de la explotación minera donde se expropiaron.


Varios pueblos del Concejo de Aller. En el medio Cabañaquinta, la capital.





Zona del Coto Bello restaurado cubierto de margaritas y matorral.




Las montañas aún conservan algo de nieve esta semana.





Hace apenas una semana que se ha derretido la nieve y las flores renacen entre la hierba.





Las Anémonas (anémona nemorosa) son de las primeras flores que crecen después de quitarse la nieve.


Hayas (fagus silvática) aún sin hojas.





Pueblos en el valle de Nembra.


Todo este terreno verde es parte de la restauración minera.


Detrás de las montañas aparece el macizo de las Ubiñas.


Vista de la parte central restaurada del Coto Bello.







Macizo del  Aramo cerca de la capital, Oviedo sobresaliendo sobre la bruma.


Otra vista de la restauración con laderas de praderías y matorral.


Al fondo puertos de San Isidro y Vegarada con sus picos de algo más de dos mil metros.



Dos últimas vistas del paisaje desde el "Coto Bello".





10 comentarios:

  1. me encanta cualquier lugar de montaña, pero asturias... es asturias jejeje

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  2. Sin duda. A ver si vienes más a menudo que por lo que veo bien te gusta viajar.
    Un saludo

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    1. en breve pasare por el botánico de Gijon ... visita expres motivo laboral...

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    2. No estaría nada mal que te ofrecieran el puesto de jardinero jefe, así podría pasar de vez en cuando a darte la vara.
      Saludos

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  3. Magnífico este paseo por el monte, me ha gustado mucho ver los paisajes, las anémonas y esa típica verja de madera que delimita un camino.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Montse. Me alegro de que te gusten estos paisajes. Da gusto ver las anémonas en prados y bosques estos días. Tras la floración desaparecen a los pocos días y ya no se ven hasta el año siguiente.
      Un abrazo

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  4. Un magnifico paseo y lugar que hace honor a su nombre. La montaña asturiana es preciosa.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Juan. La montaña asturiana en primavera es preciosa sin duda.
      Un abrazo

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  5. Una preciosidad esos paisajes. Besos.

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    1. Gracias Teresa, disfruta de la primavera donde quiera que estés.
      Un abrazo

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