martes, 6 de septiembre de 2022

Viajes en el pasado: Indonesia. Yogyakarta y el templo budista de Borobudur.


 


Desde la estupa de Borobudur el verde valle de Kedu envuelto en la niebla.

He hecho tres viajes a Indonesia, el cuarto país más poblado del planeta, y apenas he visto una pequeña porción de este enorme archipiélago de mayoría musulmana, pero con una extensa cultura budista, hinduista, animista e incluso cristiana a sus espaldas. Con 260 millones de habitantes, es sin duda el país culturalmente más variado que existe en el planeta y uno de los más extensos. Su población se haya esparcida por una decena de grandes islas como Bornero, Sumatra,  Sulawesi o Papúa y cientos de otras islas pequeñas. Desde el punto de vista turístico el único lugar que llama la atención es la isla de Bali, que sin duda recibe varios millones de turistas internacionales al año, pero el resto de este enorme país es muy poco visitado por el resto del mundo occidental a pesar de sus enormes atractivos culturales y paisajísticos.

 


Estudiantes hacen de guías y practican inglés entre sonrisas.


Una de las numerosas estatuas de Buda.

Hoy quiero mostraros unas pequeñas pinceladas de Yogyakarta, la antigua capital cultural de la isla de Java y el precioso templo de Borobudur, el mayor templo budista que se conoce, y que se encuentra a unos pocos kilómetros de esta ciudad. Esta ciudad de tipo medio (unos 300 mil habitantes), fue durante unos pocos años capital del país, siendo poco después sustituida por Jakarta. La ciudad aún conserva un régimen especial, siendo la única donde el actual sultán aún mantiene un cierto poder político. Se la considera un gran centro cultural de la antigua cultura budista, de las artes, las letras, la música, la educación y todos los oficios artesanales relacionados con ese pasado. Aún conserva un buen número de monumentos, incluido el kraton o palacio del sultán, y a unos pocos kilómetros en el valle de Kedu, llamado el jardín de Java, se hallan los templos de Borobudur y de Pranbanam auténticas joyas de la cultura budista construidos durante los siglos VIII al XII.

 

La estupa de Borobudur, Patrimonio de la Humanidad, es el mayor templo budista del mundo. Se sabe relativamente poco de su construcción, situada entre 750 y el 850, durante la dinastía Sailendra. Es una gigantesca pirámide de forma cuadrada con una base de 118 metros por lado y seis niveles cuadrados que van disminuyendo de tamaño, y dos redondos que culminan en un templo central donde se encontraba una gigantesca estatua de buda hoy desaparecida.   La estructura tiene forma de mándala y representa la cosmología budista y la naturaleza de la mente. En su construcción se utilizaron más de 55.000 metros cúbicos de piedra y en sus paredes se tallaron varios miles de paneles en relieve que narran toda la historia y creencias de la cultura budista. Sus numerosas capillas se adornaron con más de 500 estatuas de Buda. Escaleras y pasadizos comunican los distintos niveles y el recorrido implica un largo peregrinaje y aprendizaje de las creencias y conocimientos de esta religión o filosofía. Nada está construido al azar y todo en ese gigantesco templo tiene un significado.  Desde el punto de vista arquitectónico es de una asombrosa perfección, hasta el punto de que los numerosos terremotos y erupciones volcánicas que ha habido desde su construcción apenas la han deteriorado. Una muestra de su ingenio son los cientos metros de cunetas y gárgolas y que instantáneamente drenan el agua de las enormes tormentas del monzón. A pesar de su enorme importancia, los templos del valle del Kedu se abandonan hacia el siglo XV, cuando gran parte de la población del país se convierte a la fe musulmana. Algunos arqueólogos hablan también de alguna erupción volcánica que hizo inviable la agricultura en el valle durante un tiempo.


En las calles de Yogyakarta gran parte del transporte es de tracción animal.

A principios del XIX, durante la colonización británica, el templo fue redescubierto por el gobernador inglés Thomas Raffles quien comenzó las primeras labores de excavación de la estupa que se hallaba cubierta por ceniza volcánica y una espesa vegetación al modo de las pirámides mayas. Se tardaron varias decenas de años en descubrirla por completo y durante este tiempo desaparecieron algunas estatuas y grabados. Hoy es uno de los monumentos más visitados del país y sin duda una de las grandes maravillas arqueológicas del mundo. Espero que os gusten estas fotos.

 


El kratón o palacio del actual sultán que hace funciones de gobernador.



El palacio funciona como museo y centro cultural.



La orquesta del palacio en una de sus recitales de música clásica.


Exposiciones del palacio.


La estupa de Borobudur está construida sobre una colina.


La estupa tiene forma piramidal con varios niveles y cientos de capillas en cada lateral.



Las paredes laterales de los pasadizos están totalmente cubiertas de bajorrelieves.


Escaleras de acceso a los pisos superiores.


Dos muchachas me hacen de guía y ciertamente saben muchas cosas sobre el templo.



Entrada a la parte superior donde se hallaba una gran estatua de Buda hoy desaparecida.


Estas pequeñas estupas  se repiten en los niveles superiores.



Dos muestras de los cientos de bajorrelieves que cuentan episodios de la cultura y la religión budista.





El paisaje entorno a la estupa es de una gran belleza también.





Escenas en las calles de Yogyakarta. La ciudad aún conserva numerosos edificios coloniales.






Motos y tuk-tuks en una calle de la ciudad.



La ciudad es un centro del batik, lujosas telas pintadas a mano con motivos geométricos en su mayoría..



El ambiente en las calles es muy agradable y apenas hay turismo extranjero.





Un mercado de la ciudad.





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