martes, 10 de septiembre de 2024

Algunas variedades de Sedum que crecen bien en la Barrosa.

 


Hylotelephium Purple Emperor y Emperor Waves en macetas más pequeñas.


Los Sedum son plantas de la familia de las Crassulaceas que crecen a menudo entre las rocas en muchas partes del planeta. Aquí mismo en Asturias hay al menos una docena de Sedum creciendo en lugares rocosos de la cordillera Cantábrica. Casi todos son plantas perennes de pequeño tamaño que pierden la parte aérea durante el invierno para volver a resurgir en primavera. Algunos se utilizan como plantas de rocalla en jardines, macetas o tejados vegetales como los Sedum acre, álbum, fosterianum, sediforme, hirsutum etc, pero hoy quiero hablar de otros de mayor tamaño y que tienen más interés para utilizar en borduras o en macetas de mediano tamaño.


Sedum Matrona creciendo en una bordura entre Rudbeckia, Helenium y otras.


Un grupo importante de Sedum de mayor tamaño son los clasificados como Sedum Telephium (recientemente bautizados como Hylotelephium creando numerosas confusiones). Este Sedum puede alcanzar los 60 cm. o más de altura, formando matas de buen tamaño. Florecen en otoño y son una excelente compañía para otras plantas que florecen por esta época como Las Rudbeckias, Echinaceas o Aster. En la Barrosa crecen algunas variedades de este tipo de Sedum:

Hylotelephium ssp. Máximum, rastrero de flores blanco-amarillentas.



Hylotelephium Matrona. 50 cm de altura, hojas oscuras virando al morado y flores rosa fuerte.



Sedum Matrona en maceta.


Hylotelephium Herbsfreude, también llamado Autunm Joy, uno de los más interesantes que puede alcanzar los 60 cm de altura y forma matas de buen tamaño después de unos años. Florece en rosa claro.




La flor cambia el blanco al rosa según pasan los días.







Hylotelephium “Purple emperor”. Crece de forma rastrera en hojas y tallos de color rojo o morado muy oscuro. Florece abundantemente en otoño y es una planta excelente para macetas grandes o en el frente de las borduras.





Hylotelephium “Emperor Waves”. De menor tamaño, con hojas y tallos virando al rojizo. Flores rosadas en otoño. Es más apropiado para macetas o jardines de rocallas.


Todos estos Sedum pierden la parte aérea en invierno, pero aguantan muy bien las heladas y las lluvias, si la tierra tiene buen drenaje. Tan pronto calienta la tierra en primavera comienzan a brotar y crecen con gran rapidez. En los jardines del norte y, con lluvias o humedad abundante, suelen crecer de forma desproporcionada y tienden a caerse por todas partes, así que conviene darles una poda bastante drástica en junio para reducir la altura y para que mantengan un porte más erguido. Es absolutamente imprescindible y funciona bien. Se reproducen muy bien por esquejes, aunque debemos dejar los tallos durante unos días en seco para que formen un callo y no pudran.

 

Otros Sedum de menor tamaño que crecen en la Barrosa en maceta:

 

Sedum takeshimensis “Atlantis”, una variedad rastrera muy interesante y vistosa de hojas variegadas que se puede colocar al frente de las borduras o en macetas.




Esquejes de Sedum Takeshimensis.

Sedum palmeri. Muy conocido por su floración primaveral y su capacidad para aguantar heladas. Crece bien al frente de las borduras o en macetas. Sin duda una planta extremadamente útil en cualquier situación del jardín.


El Sedum palmeri florece en primavera. Aquí acompañado de tulipanes. 







En invierno las hojas del Sedum palmeri viran al rojo.

Sedum spurium “Dragon´s blood”. Variedad rastrera de pequeño tamaño muy apropiada para macetas y rocallas. Hojas de color oscuro que varían del verde al casi morado.


Sedum spurium en el centro acompañado de otros Sedum en macetas.

Sedum sieboldii. Otro sedum de pequeño tamaño para macetas. Tiene las hojas de color gris azulado y florece con abundancia en otoño. Muy duradero y útil para combinar con otras plantas crasas.





Sedum robrotinctum. Variedad rastrera y colgante. Muy útil en macetas. Crece en casi todas las situaciones, incluso a la sombra. No pierde la parte aérea si está protegido en patios o bajo un alero. Muy resistente. En invierno se tiñe de rojo purpura.








En invierno las hojas viran al rojo.

Sedum morganianum (burrito). Un sedum muy popular de color gris azulado. Es parecido al anterior y crece bien en casi todas partes con un poco de protección. Esencial en patios.




Sedum paraguayense (graptopetalum). Hay numerosas variedades de este Sedum de buen tamaño. Crece de forma rastrera o de pie. Excelente para macetas colgantes grandes. Aguanta heladas no muy fuertes y se puede mantener bajo un alero sin problemas. Las grandes hojas se tiñen de rojo o viran al gris dependiendo de la iluminación o la temperatura.

 




martes, 3 de septiembre de 2024

Pola del Pino: Fiesta de las “Polas” 2024

 


Una calle de la Pola del Pino el Día del Encuentro de las Polas.

Hace unos días fui a la celebración de la fiesta de las Polas, que hacía 20 años,  sin razón aparente, se había abandonado. Esta vez, por fin, le correspondió a  la Pola del Pino o Pola “Vieya” como también se conoce, una pequeña población a unos kilómetros de la Barrosa en dirección al Puerto de San Isidro.  Este encuentro de carácter cultural, gastronómico y festivo trata de mantener el contacto entre las seis localidades asturianas que mantienen hoy en día en el topónimo el término “pola” (Pola de Siero, de Laviana, de Lena, de Allande, de Somiedo, del Pino, más otra localidad en León –Pola de Gordón. Dicho término hace referencia a su fundación, entre el siglo XIII y XIV, por los monarcas castellano-leoneses que intentaban de ese modo favorecer el crecimiento de algunas zonas, a menudo periféricas, de su reino y al mismo tiempo combatir el poder de la nobleza feudal.

 


Grupos folclóricos para animar la fiesta.

Un buen número de las llamadas “pueblas nuevas” fueron creadas por el rey Alfondo X en torno a 1270, con la intención de controlar el territorio, afianzar el pode real y mermar el poder de los señores feudales: nobles, monasterios y obispados, que competían por el dominio del territorio y de la población asturiana con el propio rey. El reconocimiento de estas “polas”, la mayoría creadas sobre núcleos de población ya existentes, implica la concesión de una serie de derechos a un determinado núcleo poblacional, que actúa como capital de la zona, con funciones jurisdiccionales y administrativas, constituyéndose en lugar de mercado y favoreciendo el desarrollo del comercio y la artesanía y sirviendo también de núcleo integrador de la zona rural colindante. Estas poblaciones solo responden ante el rey y no deben pleitesía a ningún otro señor feudal. Si en esa época se crearon unas 20  poblaciones nuevas en Asturias, la mayoría perdieron el término “pola” del topónimo original y solo 6 de ellas lo conservan en la actualidad. La mayoría de estas poblaciones aún son actualmente capitales del alfoz o del concejo correspondiente y han crecido hasta convertirse en villas o pequeñas ciudades.

 


Interior de una de las casas "vieyas" abierta para la ocasión.

No ha ocurrido lo mismo con la Pola del Pino, que fue capital del concejo de Aller hasta el siglo XVI, pero perdió la capitalidad a favor de Collanzo, siendo trasladad más tarde a la actual Cabañaquinta. Tal vez ese hecho se debió a estar demasiado cerca de las montañas y con poca posibilidad de extenderse más allá de su territorio de influencia, el hecho es que el crecimiento de la población del alfoz de Aller en los siglos siguientes a su fundación, tuvo lugar principalmente en la parte baja del concejo, más cercano a la capital, Oviedo, con vegas más extensas en torno al río Aller. Siglos más tarde el desarrollo de la minería del carbón, impulsó aún más el acrecimiento de la zona baja del concejo, mientras la alta se estancaba y la Pola Vieya se quedó convertida en lo que es hoy: una pequeña aldea asturiana que parece  anclada en un tiempo inmemorial y lejano, sujeta a los ritmos pausados de la vida rural. Tal vez por eso la Pola del Pino sea el mejor ejemplo para perderse en aquellos tiempos lejanos de los reyes asturianos, un paraíso de la etnografía viva para quien sepa y quiera interpretarla.

 


Uno de los  participantes en el concurso de pintura.

El encuentro de las “polas” tuvo un enorme éxito, principalmente porque todo el pueblo y todo el concejo se implicó en ello. El ambiente no pudo ser mejor, con actos culturales de todo tipo desde concursos de pintura y fotografía, actividades de la vida en el campo, música y folklore y excelente gastronomía, incluida la preparación del “panchón” uno de los dulces que más se identifican con el concejo y con su antigua historia. El pueblo se engalanó como nunca. Casas y hórreos adornados de flores, los huertos a rebosar, las antojanas relucientes y llenas de artilugios y enseres de otra época. Puestos de artesanía e información de las diferentes polas, bandas de música y baile y además una gran carpa con comida y bebida “abondo”. Sin duda un día excepcional del que disfrutamos todos los alleranos. Espero que os gusten estas fotos.



Panel con fotografías antiguas del pueblo.


Grupo de teatro callejero con personajes de otros tiempos.


Stands informativos de las diferentes "polas" distribuidos por el pueblo.


Puestos de miel allerana.


Ca´l Xabu de Cuérigo hace una recreación sobre la mejor forma de elaborar el "panchón", el típico postre allerano, a la antigua usanza.


Stand de Ca´l Xabu bajo un hórreo.


Casas típicas con corredores abiertos.


Interior de una de las casas viejas abiertas al público, magníficamente conservadas.

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Mobiliario de una cocina de anataño.


Delante del "Moyon de la Corralá".


Casas del pueblo con aperos antiguos, bien conservados.




"Faciendo cestos" con tiras de madera de castaño.


Carreña y cebato, tal como se han hecho siempre con varas de castaño trenzadas.



Sorprenden las bien cuidadas plantas por toda la aldea.





La escuela se conserva tal como debió ser hace unas décadas.



Frente a la iglesia de San Esteban, construida sobre restos anteriores del siglo XIII.


Animadas calles con grupos folclóricos enviados por las diferentes "polas".





Aperos de labranza  expuestos al público en cada esquina del pueblo. Un auténtico museo etnográfico al aire libre.




Gaiteros animando la fiesta.


Trajes de la diseñadora allerana Paola Santín Pelaez.


No faltan hórreos bien conservados en la Pola Vieya.


Stand con frutos agrícolas de una de las "polas".




Vista de la "reguera" que cruza el pueblo.





La escalera circular de una conocida casa del pueblo.


Grupo de pandereteras.


Calle del pueblo con balconadas.


Muestras de la obra del escultor Grela, que construyó la "gaitona" que decora la plaza frente al Ayuntamiento de Cabañaquinta.


Demostración del antiguo oficio del herrero.



Casa con tabiques de "cebato", en madera y argamasa.


"Faciendo una vara de yerba" a la antigua usanza.