domingo, 9 de agosto de 2020

Dos plantas nuevas que florecen en Agosto: Heliopsis y Thalictrum.





Thalictrum rochebruneanum en el parterre del huerto.



Este Agosto florecen en la Barrosa dos plantas nuevas que han añadido color y variedad a las floraciones de verano. La Heliopsis helianthoides también llamada falso girasol es una planta de la familia de las Asteraceae, nativa del centro y norte de los Estados Unidos, que crece abundantemente en la pradera americana y cuyas flores, de un amarillo yema de huevo, duran algo más de un mes. Es una planta perenne de fácil cultivo en los jardines del norte y que alcanza entre 1.20 y 1.50 centímetros. Necesita pocos cuidados a lo largo del año. Un poco de riego, si el verano es muy caluroso, y un poco de abono o mantillo en primavera. En invierno la parte aérea de la planta desaparece y permanecen bajo tierra las raíces. La planta brotará en primavera, tan pronto la tierra se caliente. Como otras plantas de la pradera americana, aguanta temperaturas muy frías, aunque no le gusta los encharcamientos en invierno. Es una planta que funciona bien en el centro de los parterres, entre otras plantas de altura similar como las Echinaceas, o hierbas ornamentales. Es muy popular en los jardines europeos, aunque aquí es menos conocida. Este año, a la variedad de flor amarilla, acompaña otra llamada “Bleeding hearts”, una variedad única producida por Jelitto Seeds y que germiné de semilla el año pasado. Es de tamaño algo más bajo que las otras, con flores de color variable que van del amarillo al naranja oscuro, y los tallos y hojas de color casi púrpura. Ha crecido bien y las floraciones están siendo largas y duraderas. No necesita soportes así que es una planta muy recomendable para cualquier jardín. Queda por ver si es tan duradera como promete. Eso lo comprobaré a lo largo de los próximos años.

Echinacea purpurea y Heliopsis scabra, dos plantas de la pradera americana que combinan bien.


Otra planta que crece este verano en la Barrosa es el Thalictrum rochebruneanum. Es una planta de origen japonés de la familia de las Ranunculaceas, de porte alto y delicado, con una floración en espiga de color lila y amarillo claro. Las hojas son pequeñas y recuerdan las de algunos helechos.
Heliopsis scabra "Bleeding hearts".
Crece bien en semisombra o a pleno sol aquí en el norte. Tampoco necesita muchos cuidados, aunque si algo de riego. Se puede colocar en cualquier posición en los parterres, ya que es de esas plantas que se puede ver a través de ella, incluso en la parte frontal. Alcanza el metro o algo más de altura, así que la espiga floral puede necesitar algún tipo de soporte. Es mejor plantar varias juntas para que el impacto sea mayor. Germinada de semilla de Jelitto Seeds el año anterior, no he sabido muy bien donde colocarla este año ya que desconocía todo sobre ellas, incluida la forma de las flores. El próximo año es probable que haga algunos cambios de lugar. La floración dura unos quince días o algo más. Son muy fotogénicas ya que parecen casi transparentes. Creo que el resultado ha sido bueno. Aguantan bien el frío y, como todas las perennes, pierden la parte aérea durante el invierno. A pesar de su aparente fragilidad es una planta robusta y no necesita apenas cuidados, aunque no se nada sobre su durabilidad. Es una planta aún bastante desconocida en muchos países, aunque su popularidad está creciendo bastante en los últimos años.

A punto de llegar a mitad de Agosto, durante esta última quincena, el calor que asolaba gran parte de España ha llegado también aquí al norte, y el jardín ha perdido algo de vigor, y muchas floraciones han comenzado a agotarse. No ha habido más remedio que ponerse a regar y a cortar algunas de las plantas que ya habían dado todo de sí. La hierba también comienza a amarillear, pero lo cierto es que nos hemos salvado de las altísimas temperaturas que han asolado gran parte del país durante el mes de Julio. Tampoco ha caído una gota de agua. Tan solo una única tormenta de unos pocos minutos hace una semana. Cada verano que pasa resulta un poco más difícil mantener las plantas que hasta ahora eran comunes en los jardines del norte. Las Hortensias que aún llenan muchos jardines aquí, comienzan a ser un gran estorbo por su continua demanda de agua. Lo mismo pasa con las rosas y algunas plantas perennes. Está claro que tenemos que buscar otro tipo de plantas que exijan menos agua para crecer y, sobre todo, tenemos que olvidarnos de las grandes extensiones de césped o hierba verde que eran comunes hasta ahora en muchos jardines del norte. Mantenerlos resulta prohibitivo.  Tendremos que hacer otro tipo de jardinería, eso es un hecho. Espero que os gusten estas fotos de la Barrosa de estas últimas semanas.

El porte aéreo de la floración del Thalictrum hace resaltar los colores de las otras plantas.

Las flores de la Heliopsis se pueden ver perfectamente a través del Thalictrum.

La Salvia "Amistad" combina bien con la Heliopsis "Bleeding hearts".

Los dos tipos de Heliopsis scabra en un macizo

Dos tipos de Plox paniculata en flor.



Macizo de colores cálidos.



Echinacea y Lobelia.
Plox paniculata y Perovskia.

Canna atropurpurea y Agastache "Blue fortune".
La Canna sirve de escolta al Agastache. Creo que combinan bien.



Plox, Perovskia, Thalictrum, Rosas, etc.

Variación en el color de las flores de la Helopsis scabra "Bleeding hearts".



Combinación de Opiohogon, Carex y Anthirrinum.

Vista del macizo central con Hortensias.

Lobelia speciosa "Tania"
Hibiscus siryacus de dos colores.



Desde el mirador.

Macizo central de arbustos.

Floración de la Yuca.

En el estanque: Alocasias, Nenúfares y Pontederia cordata de flor azul.





domingo, 2 de agosto de 2020

Viajes recientes. Dos playas del Sur de la India: Palolem y Gokarna.

Amanecer en la playa de Palolem (Goa)


El sur de la India tiene un buen número de playas de arena dorada y palmerales, especialmente en los estados de Goa y Kerala, que poco a poco se están convirtiendo en grandes competidores en el mercado mundial del turismo. Su momento álgido son los meses que coinciden con el invierno occidental, de Enero a Marzo. En esos meses las temperaturas en torno a los 25-28 grados, los días luminosos y el mar en calma son un reclamo para un buen número de turistas y para los propios Indios, cuyas vacaciones escolares suelen coincidir con estos meses. No esperemos grandes desarrollos turísticos al estilo de Benidorm o de la costa española, sino un ambiente que recuerda un poco la España de los años 70.

Barcas de pescadores en la playa de Gokarna (Kerala)

 Hace muchos años que la costa de Goa se hizo popular entre los jóvenes europeos, especialmente los hippies de la época, atraídos por el ambiente relajado, la cultura exótica y la mística religiosa.  Aún quedan algunas playas donde sobreviven un buen número de ellos, pero en la mayoría, el turismo de invierno es de jubilados occidentales y jóvenes europeos que se han tomado unos meses de descanso. Últimamente abunda el turismo ruso que ha popularizado algunas playas como lugares de diversión y descanso muy adecuados a su bolsillo, ya que los precios son bajos en comparación con los europeos, pero hay tantas playas y tan diferentes que es probable que cada uno encuentra un lugar donde sentirse a gusto. Hoy os presento dos de estas playas en las que pasé unos cuantos días el pasado invierno, cada una muy diferente de la otra, pero ambas son seguras, tranquilas, de aguas limpias y excelentes para pasar unos días de descanso y empaparse de la cultura y la gastronomía de la India.

Palolem (Goa).

Si hay una playa en Goa que aún no ha sucumbido al turismo de masas y al ruido del ambiente nocturno esta es Palolem Beach. Una playa relajada y tranquila, llena de jubilados, mochileros, algunas familias indias, barcas de pesca y vacas. Las vacas de Palolem se han hecho famosas porque nadie ha sido capaz de echarlas de la playa por muchos turistas que haya. Al atardecer salen de los palmerales y en fila vienen a tumbarse en ciertos lugares de la playa donde la brisa les debe resultar extremadamente agradable. Dormitan un par de horas y poco antes de la puesta del sol se van tranquilamente por donde vinieron. Es lo que llevan haciendo desde siempre, desde mucho antes de que hubiera turistas y hoteles en Palolem. En Palolem no hay grandes hoteles sino grupos de bungalows, la mayoría de madera, que se montan y se desmontan cada año en primera y segunda línea de playa. Tienen todas las comodidades y se agrupan en torno a restaurantes y bares con jardines interiores y palmerales. Hay que reconocer que son agradables, y suelen tener precios muy competitivos. Al anochecer la mayoría de los restaurantes montan decenas de mesas sobre la misma playa y se cena tranquilamente bajo las estrellas. Abunda el pescado y las carnes a la brasa además de todas las especialidades de la comida india. Uno de los mejores lugares para disfrutar de la gastronomía del país a excelentes precios. Un ejército de mujeres con escobas y cestas se dedica mantener la playa en perfecto estado convirtiéndola en una de las playas más limpias de este país. El agua, a pesar del gran número de barcas, está limpia y transparente. Es un placer bañarse y nadar. Sin duda una de las playas más recomendables del sur de la India.

Restaurante en la playa de Palolem.

Bungalós y barcas de alquiler.

Un trozo de la playa de Palolem.

Vacas y turistas en la playa de Palolem.



La playa a media tarde.



Aspecto de la playa en su momento de mayor ocupación.

Bungalós y palmeras.



Barcas llegando al atardecer.



Puesta de sol en la playa de Palolem.


Gokarna (Kerala).

Barcas en la playa de Gokarna.
En los últimos años Gokarna se está convirtiendo en uno de esos lugares que los turistas independientes recomiendan de boca en boca. Es una playa inmensa y muy poco desarrollada , donde conviven algunos de los últimos hippies con turistas de mochila, jubilados occidentales y, durante el día, familias indias que vienen a visitar algunos de los templos sagrados del pueblo, además de toda una flota de pescadores que llenan con sus barcas partes de esta interminable playa. Una docena de hoteles con cabañas y bungalós se esconden entre los palmerales y los huertos cercanos a la playa. Se llega a ellos a través de pistas de tierra, ya que la carretera termina en el pueblo. Cada hotel tiene su propio restaurante porque no hay otros sitios donde comer excepto en el centro del pueblo. La playa es tan extensa que apenas se ve gente, excepto delante de los hoteles. La mayor parte de éstos ofrecen clases de yoga y meditación, tratamientos Ayurveda y, en general, hay un ambiente de cierto misticismo. Es un lugar muy relajado para caminar y disfrutar del mar y de unos amaneceres y atardeceres interminables. El pueblo se anima bastante durante el día, cuando llegan decenas de autobuses con peregrinos. Curiosamente a los occidentales no se les permite visitar los templos. Muchos de los extranjeros que hay en esta playa suelen pasar temporadas largas, a veces de varios meses. Es un lugar recomendable para descansar y olvidarse del tiempo, leer, pasear, aunque también hay algo de vida nocturna y, en algunos restaurantes, hay conciertos de música y sesiones dedicadas al jazz o a la música india. También hay buena comida, sobre todo pescado y productos de los huertos cercanos. Sin duda un lugar diferente que también merece la pena conocer.



Camellos para pasear a turistas locales.


La enorme playa de Gokarna a cualquier hora del día.



Algunos turistas occidentales en la playa de Gokarna.

Poblado de pescadores en una parte de la playa de Gokarna.

Trabajando las redes en la playa.





Una vaca paseando por la playa.

Huertos en la parte posterior de los hoteles.

Frondosidad de los huertos detrás de la playa.




Interior del pueblo de Gokarna.

Un grupo de visitantes de los templos delante de un carro ceremonial.

Una calle de Gokarna.

Atardecer en la playa de Gokarna.