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Interior del Orquidario. |
Como
muchos otros jardines botánicos en diferentes países, éste fue en sus orígenes una
finca privada, propiedad del naturalista británico Charles H. Lankester, quien
a su muerte la cedió a la Universidad de Costa Rica con el fin de que
continuara sus investigaciones sobre orquídeas y plantas epifitas de las cuales
era especialista.
Es
un jardín no muy grande, de unas diez hectáreas, en las cuales conviven partes
dedicadas a diferentes tipos de plantas y otras en estado de bosque semisalvaje.
Está situado a unos kilómetros de la ciudad de Cartago, la que fuera
capital de Costa Rica desde su fundación
en 1563 por Juan Vázquez de Coronado hasta 1823 que se trasladó a San José. La
ciudad fue destruida numerosas veces por terremotos y poco queda de sus
edificios históricos pero es un importante centro universitario ya que alberga
el Instituto Tecnológico de Costa Rica del que depende el Jardín Botánico.
El jardín es bien conocido por su colección de
orquídeas con más de 8000 ejemplares en exhibición, la mayoría de las cuales
son nativas de Mesoamérica. El lugar donde están expuestas no es demasiado
escénico y podría mejorarse bastante. El parque cuenta además con importantes
colecciones de bromelias, bambúes, cactus, suculentas y un gran número de
epífitas que tal vez sea uno de sus mayores atractivos. La mayoría de los árboles
y arbustos del parque están totalmente cubiertos de todo tipo de bromelias y tillandsias
dando la impresión de que el jardín se prolonga de forma vertical y horizontal en
todas las direcciones sobre nuestras cabezas. A pesar de que, en algunas partes, el jardín da cierta sensación de abandono o de
falta de mantenimiento, en su conjunto posee una buena estructura y una gran variedad
de paisajes. La mayoría de las plantas parecen saludables y en buen estado y el jardín sorprende por la variedad y calidad de sus plantas.
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Bromelias (Neoregelias) en el tronco de un árbol. |
También es una sorpresa encontrar un jardín japonés dentro de este
botánico. Fue construido en 2009 con ayuda del gobierno japonés. Diseñado por
el maestro paisajista Mamoru Tsunoda quien se inspiró en el famoso jardín de su ciudad natal
el Jardín Korakuen. Está
bastante bien integrado en el diseño general del Botánico donde abundan los
bosques de bambúes, y las construcciones
se han realizado con materiales naturales del lugar, lo que les da un aspecto más
atractivo. No estaba demás un poco más de cuidado ya que esta parte del jardín
es la más utilizada y transitada por el público en general.
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Las estrambóticas flores de la Calliandra Calothyrsus, una de las flores más extrañas que he visto nunca. |
Tiene una parte dedicada a
los helechos con buenos ejemplares de helechos arborescentes, muy llamativos.
Quizas el jardín de cactus y suculentas sea la parte donde se ha puesto más
esfuerzo en el embellecimiento del entorno. Algunos ejemplares son magníficos. Como
en otros jardines botánicos la parte etiquetada es bastante escasa, con lo cual
uno se queda con las ganas de saber el nombre de muchas plantas más allá del
genérico. Si algún día pasáis por Costa Rica creo que merece la pena visitarlo,
ya que solo hay dos o tres jardines más en todo el país, abiertos al público. Os dejo unas fotos para que
os hagáis una idea de este jardín Botánico.
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Jardín con macetas a la entrada del Jardín botánico. |
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Terraza del café desde donde se contempla un excelente ejemplar de la Enredadera del jade (Eastrongylodon macrobotrys) |
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Vriesa imperialis (Bromelia imperial). |
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Vistas del Orquidario. Marzo es el mejor mes para ver orquídeas en flor. |
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Flor de la orquídea Cattleya Gaskelliana |
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Orquídea Catleya Labiata. |
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Jardín de Bromelias con diferentes variedades en flor. |
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Jardín de Zingiberaceas. |
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Flor de una Bromeliácea. |
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Las Heliconias se desarrollan bien a la sombra de árboles más altos. |
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Las enormes flores de la Zingiber officinale, un tipo de jengibre. |
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Flores de la Strelitzia o flor del paraíso. |
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El jardín de Cactus y plantas similares está bien diseñado con ejemplares de buen tamaño. Aquí un ejemplar de Euphorbia Milli |
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Gigantescos Agaves. |
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Jardín de Cactus. |
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Monstera deliciosa, también llamada Costilla de Adam, a punto de abrir sus flores. |
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Colocasias moradas en el jardín de Helechos. |
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Excelentes ejemplares de Helechos arborescentes. |
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Ni siquiera los helechos se libran de las plantas Epifitas. |
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Flores de la Brugmansia. |
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Flores de un Iris tropical. |
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Todos los grandes árboles del jardín están cubiertos de Bromelias y Tillandsia usneoides (barba española). |
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Al fondo un gran ejemplar Erythrina de flores naranja |
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Preciosas bromelias en un árbol. |
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Un extraordinario ejemplar de bambú. |
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Caminando hacia el jardín japonés. |
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Pequeño estanque en el Jardín japonés. |
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Puente japonés sobre el estanque. |
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Uno de los edificios del jardín japonés. |
Efectivamente amigo Jose, el jardín da como una sensación de abandono que para nada tiene que ver con la realidad.
ResponderEliminarEs un lugar precioso y encantador. Gracias por mostrarlo.
Un abrazo
Gracias por el comentario, Juan
EliminarAmei a diversidade de espécies.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar este blog.
EliminarSaludos
Un jardín realmente encantador y con una colección de plantas muy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo, José Antonio.
Me alegro que te guste Montse.
ResponderEliminarUn abrazo.