domingo, 31 de marzo de 2019

Viajes recientes. Jardín Botánico Lankester en Costa Rica


 

Interior del Orquidario.
Como muchos otros jardines botánicos en diferentes países, éste fue en sus orígenes una finca privada, propiedad del naturalista británico Charles H. Lankester, quien a su muerte la cedió a la Universidad de Costa Rica con el fin de que continuara sus investigaciones sobre orquídeas y plantas epifitas de las cuales era  especialista.

Es un jardín no muy grande, de unas diez hectáreas, en las cuales conviven partes dedicadas a diferentes tipos de plantas y otras en estado de bosque semisalvaje. Está situado a unos kilómetros de la ciudad de Cartago, la que fuera capital  de Costa Rica desde su fundación en 1563 por Juan Vázquez de Coronado hasta 1823 que se trasladó a San José. La ciudad fue destruida numerosas veces por terremotos y poco queda de sus edificios históricos pero es un importante centro universitario ya que alberga el Instituto Tecnológico de Costa Rica del que depende el Jardín Botánico.

El jardín es bien conocido por su colección de orquídeas con más de 8000 ejemplares en exhibición, la mayoría de las cuales son nativas de Mesoamérica. El lugar donde están expuestas no es demasiado escénico y podría mejorarse bastante. El parque cuenta además con importantes colecciones de bromelias, bambúes, cactus, suculentas y un gran número de epífitas que tal vez sea uno de sus mayores atractivos. La mayoría de los árboles y arbustos del parque están totalmente cubiertos de todo tipo de bromelias y tillandsias dando la impresión de que el jardín se prolonga de forma vertical y horizontal en todas las direcciones sobre nuestras cabezas. A pesar de que, en algunas partes, el  jardín da cierta sensación de abandono o de falta de mantenimiento, en su conjunto posee una buena estructura y una gran variedad de paisajes. La mayoría de las plantas parecen saludables y en buen estado y el jardín sorprende por la variedad y calidad de sus plantas.
Bromelias (Neoregelias) en el tronco de un árbol.
También es una sorpresa encontrar un jardín japonés dentro de este botánico. Fue construido en 2009 con ayuda del gobierno japonés. Diseñado por el maestro paisajista Mamoru Tsunoda quien se inspiró en el famoso jardín de su ciudad natal el Jardín Korakuen. Está bastante bien integrado en el diseño general del Botánico donde abundan los bosques de bambúes, y  las construcciones se han realizado con materiales naturales del lugar, lo que les da un aspecto más atractivo. No estaba demás un poco más de cuidado ya que esta parte del jardín es la más utilizada y transitada por el público en general.
Las estrambóticas flores de la Calliandra Calothyrsus, una de las flores más extrañas que he visto nunca.
Tiene una parte dedicada a los helechos con buenos ejemplares de helechos arborescentes, muy llamativos. Quizas el jardín de cactus y suculentas sea la parte donde se ha puesto más esfuerzo en el embellecimiento del entorno. Algunos ejemplares son magníficos. Como en otros jardines botánicos la parte etiquetada es bastante escasa, con lo cual uno se queda con las ganas de saber el nombre de muchas plantas más allá del genérico. Si algún día pasáis por Costa Rica creo que merece la pena visitarlo, ya que solo hay dos o tres jardines más en todo el país, abiertos al público. Os dejo unas fotos para que os hagáis una idea de este jardín Botánico.

Jardín con macetas a la entrada del Jardín botánico.


Terraza del café desde donde se contempla un excelente ejemplar de la Enredadera del jade (Eastrongylodon macrobotrys)

Vriesa imperialis (Bromelia imperial).


Vistas del Orquidario. Marzo es el mejor mes para ver orquídeas en flor.
Flor de la orquídea Cattleya Gaskelliana

Orquídea Catleya Labiata.

 
 

Jardín de Bromelias con diferentes variedades en flor.







Jardín de Zingiberaceas.

Flor de una Bromeliácea.

Las Heliconias se desarrollan bien a la sombra de árboles más altos.

Las enormes flores de la Zingiber officinale, un tipo de jengibre.

Flores de la Strelitzia o flor del paraíso.
 

El jardín de Cactus y plantas similares está bien diseñado con ejemplares de buen tamaño. Aquí un ejemplar de Euphorbia Milli

Gigantescos Agaves.

Jardín de Cactus.


Monstera deliciosa, también llamada Costilla de Adam,  a punto de abrir sus flores.
Colocasias moradas en el jardín de Helechos.

Excelentes ejemplares de Helechos arborescentes.

Ni siquiera los helechos se libran de las plantas Epifitas.

Flores de la Brugmansia.

Flores de un Iris tropical.


Todos los grandes árboles del jardín están cubiertos de Bromelias y Tillandsia usneoides (barba española).

Al fondo un gran ejemplar Erythrina de flores naranja

Preciosas bromelias en un árbol.
Un extraordinario ejemplar de bambú.

Caminando hacia el jardín japonés.

Pequeño estanque en el Jardín japonés.


Puente japonés sobre el estanque.


Uno de los edificios del jardín japonés.


6 comentarios:

  1. Efectivamente amigo Jose, el jardín da como una sensación de abandono que para nada tiene que ver con la realidad.
    Es un lugar precioso y encantador. Gracias por mostrarlo.
    Un abrazo

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  2. Un jardín realmente encantador y con una colección de plantas muy interesante.
    Un abrazo, José Antonio.

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  3. Me alegro que te guste Montse.
    Un abrazo.

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