lunes, 18 de marzo de 2019

La Barrosa comienza despertarse.


Magnolio soulangena y Prunus pissardi en la Barrosa

La Barrosa comienza a despertarse después de un letargo invernal relativamente largo. El invierno empezó de forma abrupta con una nevada a principios de Noviembre, que causó incontables destrozos entre los árboles frutales y en algunos de mis arces. Hemos tenido que reponer diez árboles grandes que quedaron destrozados o arrancados de cuajo y otros se han quedado casi sin ramas. También se fue uno de mis mejores Arces, un Acer palmatum Sango-kaku de unos seis años. Ese árbol es sin duda una de mis mayores pérdidas. Los frutales son fáciles de reponer y crecerán de nuevo en unos pocos años pero un Arce japonés lleva años de cuidados, mimos y adaptación. Aún no he decidido si comprar otro o poner en su lugar un espécimen diferente. Lo decidiré en las próximas semanas.

Arboles arrancados de cuajo en Noviembre por la nieve temprana.
Aunque yo no estuve aquí para verlo dicen que Enero y Febrero fueron relativamente benignos pero con muchas heladas nocturnas con temperaturas por debajo de los -5º y ya he notado que algunas de las plantas crasas que tengo en macetas bajo el porche se han muerto. Esas son fáciles de reponer, ya que siempre tengo otras de repuesto creciendo en el invernadero.  En cuanto a las plantas Vivaces aún es temprano para saber si alguna no ha sobrevivido. Por lo demás las floraciones de primavera parecen ir con un poco de retraso. Han comenzado a florecer algunos Narcisos y ya he notado que las flores son más bien escasas, un error por mi parte ya que corté las ramas demasiado pronto. Es uno de los errores más comunes. No tengo paciencia para esperar a que pase el tiempo necesario para que los bulbos acumulen bastante energía para las floraciones del año siguiente y suelo cortar las ramas para dejar sitio a las plantas Vivaces que pujan por ocupar su lugar. Esta vez tendré más cuidado.
 
 
Un manzano cargado de fruta, partido a la mitad por el peso de la nieve.

Las flores rosadas del Magnolio soulangena y dos Prunus pissardi que ya tienen bastantes años ocupan un gran espacio de color en el verde intenso de la Barrosa y contrastan con las ramas desnudas del resto de los árboles. Pocas cosas más hay en flor: Bergenias, Primaveras, y unos pocos Heléboros. Ahora es justo el tiempo para plantar bulbos de  verano, dividir las plantas Vivaces y plantar algunos semilleros de plantas de temporada. En el huerto han crecido bastante bien los puerros, ajos y brócoli y comienzan a nacer los guisantes. Trabajo no falta. Después de dos meses de ausencia necesito al menos tres días a la semana para poner todo  en orden. Sin duda Marzo y Abril son para mí los meses más intensos de trabajo en el jardín pero cuando uno disfruta con ello yo lo llamo simplemente actividad, como cualquier otra que haces a lo largo del día. Es curioso cómo, en este país, muchas personas aún  consideran la jardinería o el cultivo de un huerto como un trabajo penoso cuando, al contrario, son enormemente beneficiosos para la salud y el bienestar, y en muchos países europeos se considera un enorme privilegio poder dedicar tiempo a estas actividades. No aquí. Solo unos pocos lo entendemos así, y yo creo que somos bastante afortunados. Aquí os dejo unas fotos de esta semana en la Barrosa
  
Las flores rosadas del Prunus pissardi contrastan con las bayas rojas de la Nandina doméstica.

Bergenias al lado del estanque.

Helleborus niger.
Mis plantas crasas con coloración invernal.

El viejo manzano en medio de los Narcisos, quedó destrozado y sin ramas en Noviembre.


Brezos de invierno en flor.







 
Las flores del Magnolio son excelentes para fotografiar.

Delicadas flores del Prunus pissardi.

Verde intenso de primavera.

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Imbatibles Narcisos.

Alguna forsythia ha comenzado a florecer.
Con los árboles sin hojas aún se puede ver el pueblo allí abajo.



Un único ciruelo en flor. Al fondo las montañas con nieve del Puerto de Vegarada.

 

5 comentarios:

  1. Gracias por las bellas imágenes.
    Estuve en el alto Sil (Bierzo) hace un par de semanas y allí había ocurrido lo mismo. Una nevada ¿temprana? pilló a los árboles llenos de hojas. Encontré un paisaje que debe parecerse bastante al que deja un tsunami tras su paso. Enormes ramas de fresnos, castaños, encinas... esparcidas por el suelo. Muchos grandes ejemplares que habíamos conocido majestuosos, eran ahora astillas. Los que lo presenciaron, gente acostumbrada a la dinamita de las minas y a la dureza de la naturaleza, cuentan que pasaron mucho miedo.
    No sé. Quizás los viejos del lugar lo hayan conocido, pero resultan muy preocupantes estos desajustes.
    Menos mal que la vida encuentra resquicios para abrirse camino.
    Un saludo

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  2. Precioso despertar de tu jardín amigo Jose. ¡Qué gran pena la de esos árboles perdidos! debe ser muy triste máxime, cuando uno los plantó con tanto cariño y los ha ido viendo crecer poco a poco como a un hijo. La naturaleza, nos muestra muchas veces su cara más dura y amarga. Pero como tu bien dices, nos levantaremos de nuevo con ánimos para volver y seguir luchando y creando belleza.
    Ánimo y un abrazo amigo Jose.

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  3. Si, la nevada de Noviembre fue un auténtico desastre no solo en el jardín sino sobre todo en las plantaciones de frutales y en los bosques que están llenos de ramas rotas y de árboles desguazados. Los valles de montaña en Asturias tardarán un tiempo en recuperarse, pero la naturaleza tiene un enorme vigor aquí y suele reponerse en poco tiempo. El problema es que estos cambios climáticos repentinos, como tu dices, cada estación del año es una nueva aventura.
    Saludos

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  4. Se está poniendo precioso. Saludos.

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  5. Preciosos colores. El magnolio me encanta y ese pruno está fantástico. Ya tenemos aquí la primavera.
    Un abrazo!

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