lunes, 7 de diciembre de 2020

Viajes recientes. Los sorprendentes monumentos del sultanato de Bijápur (India)


Gol Gumbaz, uno de los mayores edificios del sultanato de Bijápur

    Bijápur, en el estado de Karnataka, es una ciudad media y provinciana, como tantas otras en la India, que durante apenas doscientos años, entre el siglo XV y el XVII tuvo su momento de gloria gracias a ser la capital de la dinastía Adil Shah. En ese momento, el sultanato de Bijápur se extendió ocupando territorios en el sur de la India hasta que el temible Aurengzeb, del que hablé en una entrada anterior, acabó con su independencia en 1686 y pasó a formar parte del imperio mogol que controlaba la mayor parte de la India. En ese breve espacio de tiempo, los sucesivos sultanes de la dinastía construyeron  monumentos de una gran delicadeza y perfección arquitectónica: palacios, mezquitas, jardines, embalses,  así como una enorme muralla que rodeaba toda la ciudad. Hoy, apenas quedan unos pocos en pie, pero son suficientes para darnos una idea de la enorme proeza que significó construir la 2 ª mayor cúpula  del planeta,  (la 1º es la del Vaticano terminada en 1607)  construida entre 1626 y 1657, como mausoleo para la familia del sultán Adil Shah.

 


Mausoleo Ibrahim Rouza.

Bijápur está demasiado lejos de las rutas principales de los turistas que visitan la India y la ciudad parece decidida a abrazar la modernidad mientras gran parte de su pasado permanece en ruinas. La mayor parte de lo que fue la ciudadela antigua así como la muralla y sus puertas monumentales permanecen a la espera de tiempos mejores. Necesitaría una lluvia de dinero para restaurar sus monumentos y atraer turistas que traigan divisas y recursos, pero eso no ha llegado todavía. Mientras, debemos conformarnos con los dos monumentos que se conservan en pie y, gracias a los cuales, un goteo de turistas despistados se acercan a la ciudad durante unas pocas horas, o todo lo más una noche para irse al día siguiente. Ambos son grandes mausoleos de la dinastía reinante en aquellos siglos. El primero de ellos es el mausoleo Ibrahim Rouza, construido por el sultán Adil Shah II para su reina Taj Sultana. Irónicamente el murió antes, y tuvo que terminarlo su esposa. Son un par de edificios el uno frente  al otro, con un estanque para las abluciones en el centro. El conjunto es de una enorme y delicada belleza, que en nada tiene que envidiar al Tah Mahal de Agra (el arquitecto del Tah  se inspiró en este mausoleo para construir los minaretes así como los estanques que lo reflejan). Toda la superficie exterior está decorada con intricados motivos florales y caligrafías del Corán. Levantados sobre una gran plataforma de piedra y rodeados de jardines y fuentes (hoy sin agua), dan la impresión de flotar en el aire  (lo mismo que el Tah Mahal). Sus cúpulas y minaretes acentúan aún más esa imagen etérea e ingrávida tan característica de la arquitectura oriental.  En su época, una parte de los edificios debió de estar cubierta de estuco blanco, similar al mármol, contrastando con el color casi negro de la piedra e incrementando la sensación de sutilidad y belleza. Hoy en día ese efecto se ha perdido. Tampoco los estanques que debieron reflejarlo tienen agua. Es el mismo destino de muchos otros monumentos del pasado.

 


Ruinas de la muralla y edificios abandonados.

    En cuanto al otro gran mausoleo, Gol Gumbaz, construido por el hijo de Adil Sahh, aquí la fragilidad y la belleza se sustituyen por el tamaño y la monumentalidad. El gigantesco cubo de piedra rodeado de cuatro torres y con la mayor cúpula de la India, y segunda del mundo, como dije antes, se asienta en un gran parque rodeado de jardines, salas de descanso, puertas monumentales, una escuela coránica, etc. Su construcción duró más de treinta años, y nunca fue terminado del todo. Para hacernos una idea, la superficie de su cúpula es de 1.695 metros cuadrados (el Panteón de Roma es de 1393). El edificio central es un gigantesco cubo sin pilares, de siete pisos de altura, sobre el que descansa la enorme cúpula construida con una técnica de pechinas entrelazadas que van rotando. El edificio, cuyas paredes alcanzan los tres metros de grosor, está flanqueado por cuatro torres hexagonales con escaleras interiores por las que se accede a la azotea y al interior de la cúpula. La técnica utilizada es bastante diferente a la europea de la época, pero es un ejemplo del gran nivel de las técnicas de construcción en la India del siglo XVI y XVII. Tal vez dentro de unos años haya muchas más cosas que visitar en esta ciudad, si algún día consiguen los fondos suficientes para restaurar gran parte de su historia pasada. Espero que estas fotos os den una idea de la belleza de estos monumentos.



Entrada al mausoleo Ibrahim Rouza.



El mausoleo consta de dos edificios, uno mirando al otro que parecen iguales, pero en realidad no lo son. Estanque en el centro, desgraciadamente sin agua.


Interior de uno de los edificios con las tumbas de la familia del sultán Adil Shah.


El exterior de los edificios está decorado con tallas de flores y caligrafías del Corán
.








Puerta de entrada a uno de los panteones con decoración geométrica y caligrafías..



El segundo edificio. Un grupo de Cannas rojas es todo lo que queda de la jardinería interior. 



Decoración exterior del segundo de los edificios.



Entrada al Gol Gumbaz



El gigantesco edificio de cerca, flanqueado por la torres hexagonales, impresiona por su imponente fuerza y tamaño.



Interior del mausoleo desde la galería de los susurros.



La galería de los susurros, justo en la base de la bóveda, recibe ese nombre por su extraordinaria sonoridad, ya que se puede escuchar el más mínimo sonido a decenas de metros de distancia y de un extremo a otro. 



Cúpula de una de las torres hexagonales. Desde la azotea se puede ver gran parte de la ciudad.


Una estrecha ventana en la escalera de una de las torres hexagonales del Gol Gumbaz.


Una sala des descanso en uno de los lados del Gol Gumbaz.


El extenso parque alrededor del mausoleo.


Puerta monumental en la entrada a la ciudad vieja.


Escena del interior de la ciudad vieja.


Restos de otra mezquita antigua, rodeada de edificios nuevos.


La ciudad es un laberinto de construcciones donde se mezclan edificios recién construidos con otros más antiguos.



Vacas y cabras en el interior de la ciudad junto a una motocicleta.


Chavales saliendo de la escuela posan para una foto.


Otra escena del interior de la ciudad.


Mezquita de Jama Majsid construida por Adil Shah en 1558 es una de las mezquitas del centro de la ciudad que aún permanece en uso. Abajo mihrab de esta mezquita.




3 comentarios:

  1. Es precioso todo, me encantaría verla. Saludos.

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  2. que pasada, como siempre dando envidia sana y contandonos la historia del lugar y tus impresiones.

    No dejes de hacerlo!!!

    saludos

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