lunes, 28 de diciembre de 2020

Fotografiando el jardín de invierno.


Comienza a salir el sol un día de invierno y la hierba se tiñe de esmeralda. Solo el rojo de las bolas de Berberis contrasta en color con el verde oscuro de los arbustos.


A muchos de nosotros puede parecernos que el jardín no tiene demasiado interés en invierno, especialmente los jardines del norte, cuando ya no hay flores y la mayor parte de las Vivaces han muerto y sus ramas yacen tumbadas por el suelo. Es cierto que en algunos grandes  jardines ingleses hay zonas especialmente diseñadas para lucir en invierno, con arbustos de ramas coloridas, e incluso plantas específicas que florecen en esa época, pero en la Barrosa no hay nada de eso, y aun así, basta un cierto conocimiento de las técnicas de fotografía para conseguir instantáneas que mantienen un indudable interés y transmiten esa sensación de paz y tranquilidad que es la función principal del jardín, la mayor parte del año.

 

En invierno recobran su importancia las ramas y troncos de árboles y arbustos, tanto perennes como caducos. El color de la corteza de los árboles y su forma, tiene mucho interés para la fotografía, especialmente los más viejos. También los líquenes y musgos que crecen en la corteza. Ponerlos en primer plano o reflejar el paisaje a través de ellos es una de las técnicas más comunes. También aquellos arbustos cuyas ramas tienen una coloración diferente, bien en tonos rojizos, amarillos o grises. Los arbustos y árboles perennes también cumplen su función, ya que ellos conservan sus hojas y su forma. Es el momento de destacar los arbustos con formas topiarias o las coníferas de diferentes tipos. Utilizar sus ramas o troncos para encuadrar paisajes es fundamental, así como utilizar sus volúmenes para crear profundidad o resaltar otras plantas. Las bayas o las pequeñas flores de algunas plantas tempranas como las primaveras o las azaleas son un buen motivo de muchas fotografías. También las gramíneas, phormium, yucas y otras plantas con formas arquitectónicas quedan muy bien en cualquier instantánea. La escarcha, la nieve y la niebla transforman el paisaje  creando sensaciones totalmente novedosas. Difuminan o resaltan los volúmenes y añaden colores nuevos y misterio o profundidad a las fotos.

 


Un arce de ramas rojas y las hojas secas de un haya destacan en el fondo oscuro



En el estanque un rayo de sol incide sobre unas hojas manteniendo el resto en penumbra.

La fotografía es principalmente luz reflejada y, como tal, es una parte fundamental para conseguir una buena foto que transmita algo más que el objeto que refleja. La luz en invierno es completamente diferente al resto del año. Si el día es gris y sin sol, las sombras desaparecen, y los volúmenes se difuminan y pierden consistencia. Si no hay niebla o, al menos un sol tibio, el paisaje puede resultar plano y sin interés pero basta el menos rayo de sol para que todo cambie. El mejor momento para hacer fotos de invierno es justo cuando el sol comienza a insinuarse en el horizonte o asoma detrás de una montaña, como ocurre aquí en el norte. Durante más o menos media hora la luz cambia y el paisaje se transforma creando contrastes que ya no vuelven a repetirse pasado ese tiempo. Justo cuando un rayo de sol incide en una planta o árbol, puede dejar otras partes en completa oscuridad. Es ese el momento que debemos buscar para resaltar ramas rojizas, bayas, pequeñas flores, cualquier cosa que tenga color y destaque sobre un fondo oscuro. Algunas de las fotos que veréis aquí utilizan esa técnica. También la hierba tiene una extraña luminosidad que  influye en su color a esa hora de la mañana. Si hay nieve o escarcha, las formas se acrecientan  y la luz reverbera incrementando los colores. En los estanques el agua se vuelve oscura y podemos fotografiar reflejos que de otra forma sería imposible. Siempre que queremos destacar algo, conviene buscar un fondo oscuro o neutro. A veces basta con cambiar de posición o moverse hacia un lado para lograr este efecto. Debemos acostumbrarnos a dedicar unos segundos  antes de disparar a contemplar en la pantalla o en el visor lo que de verdad estamos fotografiando en todos los detalles. No hace falta tener un gran equipo fotográfico para hacer buenas fotos pero si tenemos que acostumbrarnos a utilizar la forma manual, colocando nosotros la apertura y la velocidad.  En la posición automática nunca vas a lograr buenas fotos cuando los contrastes son muy pronunciados. Y sobre todo mucha práctica. El invierno es tan bueno como cualquier otro momento del año para hacer fotos en el jardín que tengan interés o tal vez mejor. Animaros a hacer fotos buscando ese momento mágico de la salida del sol y seguro que lograreis cosas magníficas. Espero que os gusten estas fotos de la Barrosa y el pueblo de Cuérigo.

Feliz año 2021.

 

 


Las bayas y ramas de la Nandina domestica son de una gran belleza en invierno.







El fondo oscuro acentúa el contraste entre el color del Berberis y el Acebo.



Escarcha en el tejado y ramas de arbustos.



                                Un acebo recortado que durante el resto del año es casi invisible




Boje y Phormium.



Bodegón.



Primavera y hojas secas.



Primeros brotes de una Azalea.


Flores secas de una Hortensia


Las hojas de las hayas permanecen en el árbol casi todo el invierno y son muy fotogénicas con luz frontal en invierno.



Viejos nogales.



Manzano ornamental con sus pequeños frutos.



Cerezo cubierto de liquen. Al fondo la nieve en las montañas.



Gramineas y plantas vivaces.



El huerto



Mirando a través de un cerezo cubierto de liquen.



Arboles enmarcando el paisaje.



Cortezas de Nogal y Abedul.



Figuras topiarias al fondo del jardín.



El macizo central de arbustos.



Cuérigo desde el Otero.



Los tres pueblos del valle: Cuérigo, Collanzo y Santibáñez de la Fuente.


Mirando a través de los árboles.


10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Teresa. Esperemos que el próximo año sea mucho mejor que este.
      Un abrazo

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  2. Las hojas y flores secas también tienen su atractivo.
    Muchos abrazos y mis mejores deseos de felicidad y salud para el 2021 ¡Feliz Año Nuevo!

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    1. Te deseo lo mejor para el próximo año. Esperemos que podamos seguir con nuestros jardines y aficiones y sobre todo con salud.
      Un abrazo

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  3. Sigue estando precioso amigo Jose, sea primavera, verano, invierno y hasta con nieve.
    Te deseo todo lo mejor para este Año Nuevo y que pronto podamos ver la luz de este interminable túnel.
    Un fuerte abrazo.
    ¡Feliz Año!

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    1. Gracias Juan. Ya tenemos ahí el año nuevo y todos cruzamos los dedos para que las cosas vayan a mejor y podamos volver a la vida de siempre y recobrar nuestra salud y nuestras aficiones. Cuídate mucho.
      Un abrazo

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  4. Quedan pocas horas de este 2020 y paso un momento por aquí para desearte un feliz año nuevo. Espero que 2021 sea mucho mejor y que La Barrosa siga así de bonita.
    Un abrazo muy fuerte, Jose Antonio

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    1. Gracias Mónica. Te deseo lo mejor para el próximo año. esperemos que las cosas nos vayan mucho mejor a todos y podamos continuar con nuestra vida normal y disfrutar de nuestros jardines y familia.
      Un fuerte abrazo.

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  5. feliz año nuevo y muchisiiiiiiiiiiiiiiima salud!!!!!!

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  6. Lo mismo digo. Mucha salud que el resto ya vendrá.

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