jueves, 27 de julio de 2017

Naturaleza y paisaje: Puertos de Agueria

Vacas descansando entre Senecio y Cardos azules (Eryngium bourgati)
Hace un tiempo oí hablar por primera vez, en uno de mis blogs recomendados, sobre la belleza de los Puertos de Agueria, en el cercano concejo de Quirós. Es el blog de Ignacio "Flores y paisajes de Asturias"( ignacio56.blogspot.com. ). Ese puerto forma parte del Parque Nacional de las Ubiñas y como tal, es un paisaje protegido. Destaca sobre todo por la belleza de su paisaje natural y por la gran variedad de especies vegetales que viven en esa zona, con grandes bosques de acebos, tejos, hayas, abedules, serbales, etc. Tras el breve periodo de industrialización basado en la minería del carbón del siglo pasado, la estructura social y económica se ha centrado de nuevo en la ganadería y la agricultura, que ha sido el sustento y forma de vida del concejo durante siglos.
 
Como muchas zonas de la Asturias rural, Quirós sufre una despoblación galopante y un creciente abandono de sus pueblos y caseríos. El turismo, centrado sobre todo en el núcleo rural de Llanuces y en el pueblo de Cortes, lugar de nacimiento de Fray Melchor, misionero canonizado en 1988, están intentando hacer frente a ese mal que padece toda la provincia, sin demasiado éxito.
 
El puerto de Agueria hace de linde con la provincia de León, de la que lo separa el gran macizo rocoso de las Ubiñas. Si durante la época medieval fue centro de pastoreo de los rebaños del arzobispado de Oviedo -al cual perteneció todo el concejo hasta el siglo XVI- hoy pacen los rebaños de vacas de los pocos habitantes que van quedando en los pueblos.
 
Ignacio menciona en su blog la preciosa variedad de plantas y flores que crecen en las orillas del rio Lindes y en las sucesivas vegas y "mayaos" del puerto. Lo cierto es que yo llegué un poco tarde y las vacas ya se habían comido gran parte de esa abundancia vegetal, así que tal vez deba volver en otra ocasión. Aún así la belleza del paisaje es sobrecogedora. Quizás aún más acrecentada por el vacío humano. Solo encontré un ganadero, viajando en una mula, en todo el trayecto hasta el nacimiento del río Lindes.
 
La mejor forma de llegar hasta aquí es ir en coche hasta el pequeño pueblo de Lindes donde se inicia el camino hasta la ultima majada, la Cardosina,  a casi 1600 metros de altura. A lo largo de las casi tres horas que dura la larga y agotadora caminata, se atraviesan espesos bosques de hayas, desfiladeros de paredes calizas y una sucesión de precisas majadas -mayaos- donde las vacas pacen y dormitan con absoluto abandono. Es la Asturias de siempre.
 
Iglesia en el pequeño pueblo de Lindes, inicio de la ruta.

Casona en el pueblo de Lindes, donde solo viven de forma permanente un par de vecinos.

Inicio del camino cuajado de flores.

Cerca del pueblo hay casi media docena de cuadras o establos cubiertos de maleza, una muestra del abandono del medio rural.
Un haya centenaria a la vera del camino.

Bosques con hayas y niebla en la primera parte del recorrido.


Puente de tablones en el río Lindes.

Portilla al inicio del puerto para que el ganado no abandone los pastos de verano. Estos cierres son tradicionales en muchos puertos de Asturias. Antes esa portilla solo se abría y cerraba en fechas determinadas y estaba fuertemente castigado el dejarla abierta.


Flores de Campanula glomerata en el camino.


Astrantia major, muy abundante en  las zonas de sombra del camino


Desfiladero antes de la llegada a los "mayaos" 


Vacas pastando en el primero de lo "mayaos". Algo común en Asturias es que, a pesar de que en las zonas bajas la niebla puede durar todo el día, en los puertos el sol inunda las praderas.


Restos de cabañas abandonadas. Apenas un puñado de cabañas permanecen en pie en todo el puerto y la mayor parte de los ganaderos regresan al pueblo en el mismo día, tras visitar el ganado .


Cabaña abandonada al lado de un tejo (Taxus baccata")
 
 
Al mediodía las vacas dormitan -"sestian"- y -"rumian"- la hierba engullida durante el día. En las laderas bosques de acebos y tejos.

Mata de Solidago virga-aurea  (Vara de san José) al lado del río.

 El pequeño río Lindes meandrea entre los "mayaos".
 
Cascada y vegetación del río Lindes.

Bajo la gran pared rocosa se extiende un gran "mayao", restos de un circo glaciar.


Al inicio del verano el curso del río esta cubierto de ranúnculos y otras flores. Ya no.

Vaca de la raza asturiana con unos "señores" cuernos.


Cardamine rapanifolia a la orilla del río.


Contraste entre el sol del "mayau" y la niebla en el desfiladero de vuelta al pueblo.

4 comentarios:

  1. El paraje precioso, cada valle en asturias tiene lugares mas que interesantes...

    Por cierto ¿¿¿Esa vaca no será de raza cachena???? no es tan astur... jejeje

    Saludos

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  2. Tienes razón en lo de la vaca. Me parece que las de raza asturiana no tienen unos cuernos tan grandes, o eso me dijeron.
    Saludos

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  3. Buena excursión Jose Antonio, ahora ya sólo te quedan otras tres (primavera, otoño e invierno). La de otoño hay que hacerla a principios de noviembre, si me avisas, te acompaño y te enseño algunos rincones del valle que seguro te van a gustar.
    Saludos.

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  4. Gracias Ignacio. Daría algo por ver esa foto que has puesto tú de portada en el blog con el río cubierto de flores. Ya me pondré en contacto contigo para Otoño. Saludos

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