miércoles, 26 de octubre de 2022

Pueblos de la Gomera.

 


Llegando a la Gomera en el ferry desde Tenerife.

La Gomera es una isla pequeña de unos 375 km cuadrados y poco más de 21 mil habitantes. Sin embargo su extraordinaria orografía hace que cada valle parezca un mundo diferente y se necesitan 3 o 4 días para ver con tranquilidad sus pueblos, barrancos y bosques. En las dos entradas anteriores hablé del Valle del Gran Rey, ese valle mítico que me cautivó en mi primera visita a la isla, sin duda el más hermoso de todos, y del gran Parque nacional de Garajonay que ocupa toda la parte superior de la isla, pero en las laderas y medianías de sus barrancos quedan un buen número de pueblos, algunos de los cuales llevan varios siglos de existencia, sin duda ya habitados por los nativos gomeros antes de la llegada de los españoles. Quiero centrarme en unos pocos,  los que más me han llamado la atención, los que cualquier visitante debería conocer o al menos detenerse durante un par de horas y disfrutar de su arquitectura y paisaje.


San Sebastián de la Gomera, fue la capital de la isla desde la llegada de los españoles aunque no se sabe la fecha exacta de su fundación. En 1447 Juan Peraza “el viejo” inicia la construcción de una torre de defensa y pactó con los gomeros una cierta convivencia que se rompería años después con su despótico hijo, Hernando Peraza “el joven” y su mujer Beatriz de Bobadilla, quienes decidieron vender un buen número de los habitantes de la isla como esclavos. Una rebelión de los gomeros acaba con su vida y será su mujer la que exterminará a casi todos los jefes nativos y continuará al mando de la isla cuando Cristóbal Colón arriba a la Gomera con sus naves antes de su 1º viaje a América en 1492.



San Sebastián de la Gomera. El paseo y la playa son relativamente recientes. No estaba así hace 40 años

La pequeña ciudad ha cambiado mucho desde que estuve aquí la primera vez en el 80. Se ha modernizado y ampliado, ganando terreno al mar y encaramándose en las colinas. Hay una nueva playa y la torre del Conde está en medio de un parque y no en un pedregal como cuando yo la conocí. El Parador de la Gomera que entonces, hacía poco que se había inaugurado, es hoy un edificio esplendido. Se han restaurado muchos edificios en el barrio antiguo que ha perdido algo de carácter así como sus barrios marineros de las laderas.

 


La pequeña ciudad se va extendiendo por las laderas. Gran parte de los edificios que se ven son de nueva construcción.


El casco histórico está hoy rodeado de edificios nuevos.


El Parador de la Gomera construido en 1973 sobre un acantilado, es un precioso edificio que se tuvo que ampliar en el 2003 dado su gran éxito. Lo recuerdo muy bien de mi primera visita en el 80.




Típica casa de planta baja, de época colonial.


La torre del Conde, del siglo XV, perteneció a los Condes de la Gomera y fue el refugio de Beatriz de Bobadilla tras  el asesinato de su esposo por los gomeros, rebelados contra su despótico dominio. 


Iglesia Matriz de la Asunción del siglo XVIII sustituye a la antigua del siglo XV. 

Hermigua es hoy uno de los puertos de entrada al parque de Garajonay y una de las poblaciones más hermosas de la isla. Dispersa en un encajonado valle que se abre hacia el mar, tiene una larga historia desde principios del XVI cuando se construyó la iglesia y convento de Sto. Domingo.  Es un valle extremadamente fértil con palmerales y plataneras, numerosas casas antiguas y una playa rocosa al fondo. Es un lugar ideal para residir en alguna casa rural mientras se visita la isla y además tiene un clima dulce y agradable difícil de resistir.



El valle de Hermigua.



Mirador rodeado de retamas de flor blanca (Citysus multiflorus) antes de llegar a Hermigua


Casa rodeada de plataneras.


Convento de San Pedro Apóstol cuya construcción comenzó en 1611.


El valle es muy agradable y está lleno de huertos y palmerales.


Dos magníficos ejemplares de dragos en Hermigua.




Centro de la ciudad.


Plantaciones de plátanos junto a la pedregosa playa de Hermigua

Agulo, otro pequeño pueblo en dirección norte y muy cercano al parque de Garajonay, cuenta con uno de los miradores más imponentes de toda la isla. Ocupa una meseta fértil llena de huertos y tiene una bonita iglesia de arquitectura muy novedosa y un Ayuntamiento del siglo XVIII. Es un lugar tranquilo con calles empinadas y casonas con corredores de madera. Otro lugar muy conveniente para residir mientras se visita la isla.


El pueblo de Agulo, desde su magnífico mirador de cristal.


El mirador de Agulo es toda una experiencia. Magníficamente construido sobre el acantilado y rodeado de un precioso jardín


Vista de Agulo construido en una pequeña meseta sobre el mar.


La iglesia de Agulo construida en 1901 sobre la antigua del siglo XVII, está rodeada de algunos edificios de la época colonial, incluido el Ayuntamiento.


Una de las empinadas calles del pueblo.

Vallehermoso es sin duda uno de los valles más amplios y fértiles de toda la isla. El pueblo cuenta con varios edificios interesantes, incluida la iglesia de San Juan Bautista y varias casonas del siglo XVIII. Hace ya unos cuantos años se construyó un “Jardín Botánico del Descubrimiento” que, desgraciadamente, nunca ha tenido financiación suficiente y está en la actualidad en estado de semiabandono. No me he parado a verlo, pero es probable que algún día se recupere. Casi nunca hay dinero en este país para los jardines, esa es la realidad.

 


Vallehermoso.


Rodeado de altas montañas el municipio es el más grande de la Gomera, también el más fértil y rico siglos atrás.


El centro de la pequeña villa conserva varios edificios históricos que dan una muestra de su riqueza anterior.


Roque Cano vigilando la villa.


Arure no es más que un grupo de casas con una preciosa ermita cerca de un arroyo que recoge el agua en una presa. Me sorprendió la vegetación y las flores creciendo en torno a las casas y en las laderas. Está a 1000 metros sobre el nivel del mar  y es extremadamente soleado. No muy lejos del pueblo comienza el barranco que conduce hasta el Valle del Gran Rey y hay varias rutas y caminatas que llevan a la llamada Cascada de Arure. Un pueblo para disfrutar de una luz preciosa, un paisaje algo más seco y unas magníficas vistas.



Ermita de la Virgen de la salud en Arure.




Situado a 1000 metros sobre el nivel del mar. Arure es un pueblo muy soleado y lleno de flores.


Pequeñas casita de piedra volcánica.


Huertos en terrazas y numerosas plantas en flor,




Matas de margaritas creciendo de forma silvestre sobre las laderas en torno al pueblo.


2 comentarios:

  1. Precioso reportaje de una encantadora y maravillosa isla. Como bien dices tenemos dinero para todo menos para jardines. Esa isla debería tener unos maravillosos jardines que podrían ser punto de atracción turística también, pero como siempre ocurre, queda aparcado en un segundo plano.
    Un abrazo y buen fin de semana.

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  2. Gracias Juan. Aquí pasa lo mismo que en el Puerto de la Cruz que hace 30 años que comenzaron la ampliación del jardín botánico y aún no han terminado, por falta de presupuesto. Desgraciadamente nuestros políticos son incapaces de ver el enorme atractivo turístico que puede representar la jardinería para muchos de los visitantes extranjeros. Simplemente no les entra por la cabeza porque es algo totalmente ajeno a ellos. Esa es la realidad.
    Un abrazo

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