Acer palmatum "Blodgood", con hojas de color granate intenso. |
Desde que comencé en esto de la jardinería me di cuenta de que el color granate de la hoja de algunos árboles, arbustos y plantas herbáceas lograba un buen contraste con el verde y amarillo intenso tan común del resto de la vegetación del jardín, sobre todo aquí en el norte. Ese color no solo creaba un punto de interés donde descansar la vista de “tanto verde”, sino que además ofrecía una superficie oscura y neutra que resaltaba el resto de los colores, bien de las hojas de otras plantas como de muchas de las flores, especialmente las de color rosa, amarillo y naranja que son una gran mayoría. No es un color estridente sino más bien neutro y cálido. El hecho de que hubiera un buen número de variedades de árboles, arbustos y vivaces cuyas hojas son de ese color, hace que resulte fácil crear esos puntos de interés que mantienen la estructura y el ritmo del jardín. Ciertamente puede que no a todo el mundo le guste. Tampoco he leído nada al respecto, en ningún libro de jardinería, exponiendo que tal combinación funciona bien. Simplemente he llegado a ese convencimiento tal vez por pura casualidad y más que nada observando el paisaje. El hecho es que, casi desde el principio, he utilizado ese color con un fin determinado, no sé si de forma acertada o no, pero es obvio que define este jardín, o al menos yo lo pienso así.
Acer Bloodgood y Prunus pissardii envolviendo la caseta de madera. Acer palmatum "Atropurpureum" y Nandina. |
Tal vez todo comenzó con la compra de mi primer arces japonés: un Acer palmatum “Bloodgood”, el que veis en la primera fotografía, que hoy luce espléndido. Más tarde vendría otro arce Acer palmatum “Atropurpureum”. Luego tres “Prunus Pissardii”, cuya hoja tiene una coloración muy similar al arce japonés. Más tarde añadí un Acer platanoides “Crimson King” y una Haya purpura (fagus silvatica purpurea) también. Estos siete pequeños árboles forman una estructura de contraste y sus copas de color granate se ven desde casi cualquier parte del jardín. Casi al principio también, me encontré por primera vez con un “Berberis thumberguii” ese arbusto con espinas cuyas hojas tienen un fuerte color granate oscuro. Al principio respeté su forma de crecimiento un poco desordenado, pero me di cuenta de que era inviable y peligroso por sus espinas y terminé dándoles forma de bola o de cubo, mucho más manejable y efectivo. A ras del suelo los bérberis van creando puntos de atención y contraste para el resto de las plantas. Más adelante añadí los Physocarpus “Red Baron” y “Little Devil” cuyas hojas son también de color granate. Hay sin duda algunos arbustos más de color granate, como el Pittosporum Purpurea, Weigela purpurea, Corylus, Loropetalum, etc, pero creo que con estos es suficiente.
Una solitaria Haya púrpura en medio del intenso verde. |
En cuando a las plantas Vivaces de color purpura o granate, de momento tan solo tengo un par de Euphorbias purpurea y algunas Heucheras, pero hay un buen número de ella y no descarto ir añadiendo alguna más en el futuro.
Dos bolas de Berberis Thumberguii en contrate con el blanco de los Iris y el amarillo intenso del Evonimus rastrero. |
Puede que el color purpura no sea del gusto de todos, pero mi opinión es que en los jardines del norte, unas pocas variedades de árboles o arbustos de ese color, crean un buen contraste contra la saturación de verde. Algunas de estas fotos muestran muy bien ese contraste al inicio de la primavera en la Barrosa, que es cuando alcanzan su máxima intensidad. Espero que os gusten estas fotos.
Verde, amarillo y purpura en un día lluvioso. |
Prunus, Potinia y Lilas en la entrada. |
Alissum "Gold Kobold" y Heuchera "Caramel" |
Unos pocos tulipanes entre Carex y Heuchera "Lime marmalade". |
De nuevo el granate del Prunus y Potinia en medio de diferentes tonos de verde y amarillo. |
Todo precioso. Saludos.
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