jueves, 7 de marzo de 2019

Viajes recientes. Jardinería popular Caribeña, I

Una casa perdida en medio del bosque ,a la entrada del Parque Nacional Gandoka Manzanillo.
Acabo de regresar de mi viaje de invierno y, aún con la luz del Caribe en los ojos, quiere poner en esta primera entrada unos pinceladas de color de ese exuberancia que le envuelve a uno tan pronto pone sus pies en uno de estos países de la franja tropical Centroamericana.

Por jardinería popular entiendo la que se ve delante de cualquier casa, en cualquier pequeño pueblo del Caribe, en este caso principalmente de Centroamérica. No es una jardinería sofisticada ni planificada de antemano. La gente planta a menudo lo que le pasa la vecina de al lado o simplemente, en muchos casos, los árboles y arbustos nacen por si solos o ya estaban allí antes de construir la vivienda. No puede faltar nunca uno o varios bananos y, por supuesto, alguna palmera o cocotero cuya leche o jugo se utiliza abundantemente en la cocina. En la costa del Caribe de Nicaragua, Costa Rica o Panamá, la población es a menudo Creole y abundan los descendientes de antiguos esclavos africanos traídos aquí para trabajar en las plantaciones de bananos y plataneros hasta mediados del siglo XIX (principalmente por la todopoderosa United Fruit Company). A menudo conservan su lenguaje: una mezcla de Inglés (por haber sido trasladados aquí desde Estados Unidos o Jamaica), vocablos africanos y español y, en sus gustos culinarios, abundan la mandioca, raíces de jengibre y cúrcuma, batatas, camote, tupinambo, etc. que a menudo crecen en sus jardines o frente a sus casas. Sea como sea es raro no encontrar algunas plantas de vistosos colores delante de sus casas, por muy humildes que sean: jengibres, hibiscos, crotones y sobre todo buganvillas o allamandas cubren a menudo sus verjas y entradas de vivos colores. En el interior, las grandes hojas de los bananos, palmeras y ficus proporcionan la sombra adecuada para que a su alrededor crezcan  todo tipo de plantas de hojas verdes o variegadas: Cúrcumas, Calateas, Caladium, Spahifillum, etc.


Banano y Cordyline en medio de la exuberante la vegetación.
 
Os dejo aquí una primera entrada de fotografías y espero más delante poner otra con algo más de planificación. Espero que estas imágenes os traigan un poco de luz y color cuando aún en los jardines del norte apenas los narcisos empiezan a despuntar.


Los arbustos de "Caesalpina pulcherrima" son muy comunes en todo el Caribe a las entradas de las casas.

Alpinias, Cocoteros, Plumerias, etc.

Phyllostachis aurea (bambú de tronco amarillo)  y Calatheas.

Entrada de una casa con Crotones y Cordyline.

Bambú amarillo y Alpinias.

Típico seto de una finca con Crotones, Cordyline y Caesalpinas.


Hibisco frente a una casa.

Las buganvillas a menudo invaden los árboles y verjas de las casas.

Ravenala madagascarienses o palmero del viajero. Llamada así por la orientación Este-Oeste con la que crecen sus hojas.

Interior de un jardín tropical.

Alguien plantó este Eucaliptus deglupta en esta finca. Llega a alcanzar los 75 metros y es un árbol con un tronco muy vistoso.

Acalypha hispida (muy parecida al Amaranto).

Interior de un jardín con plantaciones al azar entre la hierba.

Excelente Ficus, tal vez Ficus religiosa en un jardín semiabandonado.

Un mono aullador desciende por una liana en un jardín de una casa.

Hibiscus al lado del mar.

Alpinia zerumbet.

Excelente Palma del viajero y Alpinias.

 

Gigantesca flor de la Etlingera elatior.

Típico jardín interior con plataneras, crotones y cocoteros.

Cabaña entre hibiscus y palmerales.


La flor del Clerodendrum paniculatum puede medir 50 cm. o más.

Una calle escoltada de Caesalpinas y Crotones.

El Clerodendrum trichotomun es uno de los arbustos más vistosos que he visto nunca.

Típica casa caribeña al lado de una laguna.
Un mono cariblanco comiendo las bayas de una palmera en un jardín.

Interior de jardín con plantaciones de arbustos al azar.

A los caribeños les gusta pintar sus casas de vivos colores que contrastan con el verde de la vegetación.

Aphelandras creciendo salvajes en medio del bosque.


Heliconias y Cordyline ponen una nota de color al verde tropical.


Una gratificante combinación  de color frente al mar.
 

5 comentarios:

  1. Precioso reportaje amigo Jose. Es digo de admirar esos países caribeños la exuberante y bella vegetación que tienen. Has realizado un bello viaje de invierno. Seguramente por tu zona aun puede que quede algo de nieve. Por esta zona del levante estamos de mañana con manga corta y de tarde con algo de ropa de abrigo, pero la primavera creo, la tenemos ya mismo.
    Un abrazo

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  2. Juan, muchas gracias por tu comentario. la jardinería tropical es un consuelo para estos días de invierno. Aún no he estado en la Barrosa pero espero que cuando llegue comiencen a despuntar los primeros narcisos y otros bulbos de invierno.
    Saludos

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  3. Qué fotos tan maravillosas, Jose Antonio. Seguro que ha sido un viaje fantástico y te agradezco que compartas las imágenes de ese lugar paradisíaco. Me encantan esos jardines espontáneos, bellos y funcionales. Me alegra que estés de vuelta y espero que nos cuentes muchas más cosas.
    Un abrazo!

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  4. Gracias Montse. Espero poder contar cosas de los jardines que he visto y que los disfrutéis.
    Un abrazo!

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  5. Gosto desta explosão! de arbustos grandes e pequenos juntos;
    Vou passar nestes posts mais vezes porque quero mostrar para
    alguns amigos k.
    Obrigada por partilhar.

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