Cuando falta la luz, se impone una poda drástica.

En la parte baja del jardín, estos dos nogales han recibido una poda drástica.

Ya he mencionado en más de una ocasión que un problema frecuente en los jardines, según pasa el tiempo y maduran, es la falta de luz, y en la Barrosa, ese problema ha ido incrementándose en los últimos años. En gran parte ha sido error mío, al no ser consciente del tamaño que alcanzarían muchos árboles en su etapa adulta, pero el crecimiento de esos árboles varía enormemente, en muchos casos debido a circunstancias fuera de tu control como la fertilidad de la tierra, la meteorología, un lugar resguardo de vientos y heladas, alteraciones en el patrón de crecimiento de cada especie y hasta errores de información por parte de los viveros. Hace bastantes años el dueño de un vivero me aseguró que la “Picea pungens Hoopsii enana” que acababa de comprar nunca alcanzaría más de dos metros y medio, y eso después de muchos años. Hoy mide 7 o 8 metros y continúa creciendo. Sea como sea se impone tomar medidas y este año he comenzado con la poda drástica de tres grandes árboles: dos nogales y una haya. Podar grandes árboles es una labor de especialistas y no conviene tomárselo a la ligera, ya que puede ser muy peligroso, especialmente si hay construcciones cerca. Ya está hecho y espero que el próximo año tenga más luz en algunas partes del jardín. 

La Parrotia pérsica tiene unas diminutas flores de color rojo en invierno.

Iris Katherine Hodgkin en una maceta.

Probablemente la cosa no acabe ahí y tendré que deshacerme de algún árbol más. Ya veremos. Puesto que el coronavirus nos mantiene a todos encerrados en las casas, este invierno me he dedicado a germinar un buen número de semillas de plantas perennes. Esto de comprar semillas puede convertirse en una adicción y yo siempre peco en exceso y compro más de las que debería. Aunque lo normal es comenzar a plantarlas ahora en el invernadero, decidí plantar la mitad a finales de septiembre y la otra mitad en primavera, para comparar resultados y adelantar el crecimiento, y no me ha ido mal. De las que he plantado, han tenido un buen comportamiento: Salvia nemorosa “Violetkoningin”, Helenium bigelovi “Tip-Top”, Anemanthele lessoniana, Lupinus perennis “Russell mixture”. En menor medida han germinado unas pocas plantas de Potentilla nepalensis “Miss Wilmont”, Penstemon mexicale “Sunburst Amethist” . Espero conseguir alguna más en la siembra de esta semana. En los próximos días haré semilleros también de algunas plantas anuales o bianuales: Cosmos bipinnatus “Rubenza”, Digitalis purpurea “The Shirley” mixed, Centaureas cyanus “Classic fantastic” y Achillea millefolium “Colorado”. Como dije al principio muchas más de las que necesito. 

El invernadero es el único sitio con flores en ese mes de Enero.

 Estos últimos días, después de la nieve y las terribles heladas de hace un par de semanas, parece que el tiempo comienza a templar y los bulbos han sacado sus cabezas de la tierra y comienzan a crecer con lentitud, pero apenas hay atisbos de primavera aún, así que las únicas flores a la vista son las de los geranios en el invernadero. He tenido un montón de trabajo tras la poda, ya que he triturado todas las ramas y he cubierto todos los parterres de una buena capa de corteza y madera astillada. En la Barrosa nada se desperdicia. Todo lo que se poda se tritura y vuelve a la tierra o al huerto. Es la mejor forma de reciclar. Ni siquiera es necesario esperar todo un año para que composte la madera. He descubierto que la madera astillada se descompone mucho más deprisa en contacto con la tierra que en un compostador, y el efecto es el mismo. Aquí os dejo unas fotos de estos días en la Barrosa.

Las ramas de este Acer Palmatm retiene las gotas de lluvia y parecen transparentes.

Hace unas semanas el estanque estaba cubierto con una capa de hielo. Hoy los peces salen a la superficie a calentarse con el débil sol del invierno.

Muchas plantas crasas se ha muerto este año. Solo han aguantado Sedum y Sempervivum.

Evonimus rastrero y Brezos spoportan el frío con mucha armonía.

Comienzan a despuntar las hojas de los Narcisos.

Las flores de los Heleboros asoman tímidamente la cabeza.

Las primeras Primaveras.

Mi única Camelia está cubierta de brotes a punto de florecer.

Las hojas de esta Nandina "Firepower" adquieren una bonita coloración en invierno.

Este manzano fue destrozado por la nieve temprana hace un par de años. Ahora comienza a tomar forma de nuevo.

Este brezo necesita más sol para florecer. El nogal de la foto ha sido podado drásticamente. Veremos si cambia el próximo año.

Sedum palmieri con su color de invierno.

Los Carex aún se ven aplastados por la nieve.

Este Hebe florece en invierno.

En el interior del invernadero, los Geranios y algunas otras plantas siguen floreciendo sin pausa.

Este Cactus de navidad acaba de empezar a florecer.

La Primula sieboldii es una prímula de origen Asiático, algo más delicada que las comunes en Europa.

Bandejas plantas recién germinadas.

Varios tipos de plantas Crasas en el invernadero.

Primula sieboldii y Geranios.

          Podando una Haya de buen tamaño.

Imágenes de la dificultad de la poda.

Esta pequeña trituradora es extremadamente útil en el jardín.